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Entrevista:RODOLFO ARES | Consejero de Interior | El reparto del poder municipal

"El PNV ha engañado a los vascos al pactar con Bildu"

Los frentes abiertos se le acumulan al consejero de Interior y coordinador del Gobierno, Rodolfo Ares. Los relevos al frente de su departamento se han sumado esta semana al conflicto laboral de la Ertzaintza y a los malos resultados del PSE en las elecciones municipales y forales, sin olvidar su apoyo al actual ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, como candidato socialista a La Moncloa.

Pregunta. ¿Pende de un hilo el viceconsejero de Interior, Raúl Fernández Arroiabe? Es el único que permanece desde el inicio de la legislatura.

Respuesta. No tenemos previstos más relevos, pero renuncio a contemplar los cambios como algo anormal en un Gobierno que, no hay que olvidar, es nuevo. Lo primero es agradecer a los viceconsejeros sustituidos [Administración y Seguridad] el compromiso que adquirieron con el Ejecutivo en un momento inicial en el que resultaba difícil encontrar a las personas indicadas para asumir determinados puestos. Ambos han realizado un excelente trabajo, pero han preferido emprender nuevos caminos en su vida y así lo hemos consensuado.

"Incorporarme al Gobierno de España no está entre mis prioridades"
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P. Lleva camino su departamento de protagonizar las páginas del Boletín Oficial del País Vasco con tanto cambio.

R. No si se entiende que la mayoría ha correspondido a traslados de responsabilidades por cuestiones de organización interna. Muy pocas son las personas que han salido del organigrama y todas lo han hecho a petición propia.

P. ¿Va a mejorar el funcionamiento de la consejería de aquí en adelante?

R. Hasta ahora hemos funcionado bien. Tenemos dos años aún por delante y muchos retos por afrontar, para cuyo desarrollo van a resultar decisivas las dos nuevas incorporaciones. Miguel Buen [Seguridad] tiene una larga trayectoria política y mucha experiencia en gestión, mientras que Nélida Santos [Administración] se ha ganado la confianza con su trabajo económico en el departamento.

P. ¿Pueden contribuir a encarrilar la negociación del nuevo convenio con los sindicatos?

R. Se trata de un conflicto que no es nuevo, ya que el acuerdo lleva cuatro años prorrogado y solo dos corresponden a nuestra gestión. Pese a la grave crisis económica, hemos llegado a numerosos acuerdos con los sindicatos y mantenemos nuestra mano tendida a la negociación, pero el escenario obliga a abandonar reivindicaciones maximalistas que, en algunos casos, incluso datan de hace dos décadas. No podemos arreglarlo todo en solo dos años.

P. ¿Se ha convertido el conflicto laboral de la Ertzaintza en el principal problema de Interior y uno de los más importantes para el Gobierno?

R. En absoluto. La Ertzaintza ha funcionado con normalidad. Se demostró el día de las elecciones, pese a que los sindicatos siempre consiguen un gran efecto mediático con sus protestas. Lo cierto es que la abstención de mayo fue la más baja de los últimos años y que las multas aumentaron durante la supuesta huelga de bolis caídos.

P. ¿Con la lucha antiterrorista ya encaminada, cumpliría usted el expediente si reconduce el malestar de los ertzainas?

R. Quedan muchos objetivos por cumplir. Terminar de consolidar la paz, seguir con el plan de modernización de la Ertzaintza, mejorar la formación de los agentes, acabar con las habilitaciones...

P. ¿Piensa asumirlos al frente de la consejería?

R. Estaré al frente de Interior hasta que el lehendakari decida relevarme, si es que así lo considera oportuno.

P. ¿Descarta entonces irse a Madrid con Rubalcaba?

R. Absolutamente. No es algo que esté en mi agenda. Ni por necesidad, ni por deseo. Mi preferencia es estar aquí. No descarto ayudar al candidato del PSOE en lo que pueda, pero siempre que no afecte a mi principal responsabilidad, que es la de consejero de Interior. Incorporarme a una posible remodelación del Gobierno de España no está entre mis prioridades. Son tan importantes los objetivos que tenemos como Gobierno vasco que no estoy dispuesto a renunciar.

P. ¿Era Rubalcaba el mejor candidato del PSOE?

R. Parece que va a ser el único y, por tanto, el mejor. Pero ahora puedo afirmar que para mí hubiera sido el mejor aspirante en cualquier caso, porque reúne la experiencia, las condiciones y las ganas para vencer en las próximas generales.

P. ¿De verdad es posible a solo un año vista? Los resultados del pasado 22 de mayo apuntan en sentido inverso.

R. Los cambios de tendencia en Europa son cada vez más rápidos. Podemos ganar si todo el partido trabaja unido junto a Rubalcaba. Si nos limitamos a dar respuesta a los problemas de la ciudadanía y si somos capaces de presentar un proyecto para los próximos cuatro años que sea capaz de recuperar la ilusión de la sociedad española.

P. Como ministro del Interior, el desgaste de Rubalcaba ha sido menor que el del presidente Zapatero.

R. La crisis no puede borrar los logros de Zapatero: ha modernizado el país, ha extendido las libertades, ha consolidado derechos... Ha sido un gran presidente. Fue él quien tomó la decisión de que no iba a repetir como candidato. De lo contrario, todo el partido hubiera estado con él.

P. ¿Qué papel le corresponde ahora a Zapatero?

R. El de presidente. Él mismo ha dicho que, en lo que compete, iba a trasladar toda la responsabilidad de primera línea al candidato. Ambos tienen una relación muy estrecha y una sintonía muy importante.

P. ¿Comparten la apuesta vasca, como la pasada semana afirmó a EL PAÍS el presidente del PNV, Iñigo Urkullu?

R. No hay que olvidar que la política de Rubalcaba se ha llevado a cabo bajo la dirección de Zapatero, como la mía está supeditada al lehendakari. Han sido la firmeza democrática y la política de tolerancia cero contra el terrorismo que hemos impulsado los socialistas desde el Gobierno central y el vasco las que nos han traído hasta aquí. Una apuesta que el PNV no compartía.

P. ¿Por qué pidió Patxi López que se convocara un congreso extraordinario del PSOE?

R. Nos parecía necesario que, tras el mal resultado de las elecciones, hubiera un debate ideológico profundo para demostrar a la ciudadanía que pensamos en ellos y no en nosotros. Que no era suficiente con ofrecer unas primarias, porque suelen interpretarse como un conflicto dentro del partido.

P. ¿Fue una decisión personal del lehendakari?

R. Escuchó a la comisión ejecutiva de Euskadi antes de hacer su anuncio.

P. Pero no lo consensuó.

R. No es algo que se tenga que someter a voto en la ejecutiva. Cualquiera que lo quisiera entender habría advertido lo que iba a defender el lehendakari tras su intervención.

P. ¿Ha influido el pacto con el PP en los malos resultados electorales socialistas?

R. Han influido la crisis, el descontento reflejado con el Movimiento 15-M y la actitud del PP a nivel nacional, más de desgaste que de arrimar el hombro. Y en Euskadi, además, la irrupción de Bildu y su teórica apuesta por la paz. Puede que haya también electores socialistas a los que no les guste nuestro entendimiento con el PP, pero hace dos años era la única alternativa al nacionalismo de Ibarretxe y fue muy buena decisión, a tenor de los resultados.

P. No serán los que han tenidos en las urnas.

R. Hoy no hay impunidad con el terrorismo y vivimos en un país normalizado, en el que cada uno se siente vasco como quiere, porque el Gobierno representa a todos. Hay veces que el interés general debe prevalecer sobre el partidista.

P. ¿No era más fácil un acercamiento al PNV?

R. Y se lo planteamos, al igual que al PP, para garantizar la estabilidad de las instituciones. Bildu es legal y ha obtenido unos buenos resultados, pero entendemos que hace falta tiempo para comprobar su apuesta pacífica y que algunos proyectos estratégicos de país pueden estar en riesgo. El PNV, sin embargo, se ha decantado por la unidad nacionalista con la excusa de no relegar a la lista más votada. E incluso ha ido más allá al incumplir esto último y engañar a los vascos.

P. ¿Por qué lo dice?

R. Porque ha renunciado a su candidato y ha votado a Bildu para quitarnos la alcaldía de Lasarte, escenario de uno de los últimos atentados de ETA, el de Froilán Elespe. Claro que la contrapartida se ha dado en Trapagaran, demostrando que había un pacto nacionalista.

P. ¿Sigue acbiendo algún acuerdo para las Diputaciones?

R. No hay marcha atrás con un partido que también ha demostrado ser incoherente. No se puede dudar en público de la apuesta abertzale por la democracia, como ha hecho el PNV, y luego cederle en bandeja las instituciones. Eso es una grave irresponsabilidad.

P. ¿Y si el PSOE intercede?

R. No hay marcha atrás. Las políticas de alianzas poselectorales las marca el PSE.

P. Pastor, Prieto, Buen, Elorza... ¿Desbandada general?

R. Ya dejó claro López en el Comité Nacional que teníamos que relanzar nuevos liderazgos.

P. ¿Y no es una falta de respeto a la sociedad?

R. Los resultados han sido malos y los ciudadanos son muy conscientes de las opciones que cada uno tenía de gobernar.

Rodolfo Ares

Nacido en Ourense en 1954, aunque ya de niño se trasladó a Bilbao, Rodolfo Ares suma tres décadas de trabajo en el PSE. En lo que a cargos públicos se refiere, pasó de concejal en el Ayuntamiento bilbaíno a diputado foral vizcaíno y parlamentario vasco. De puertas hacia dentro, fue secretario de Organización del partido hasta 2009, cuando se convirtió en consejero de Interior. Casado y con dos hijos, maestro industrial de profesión, es un gran aficionado al baloncesto y vibra estos días con el Bilbao Basket y su presencia en la final de la Liga ACB.

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