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EL 'CASO MARGÜELLO'

El PNV maniobra para protagonizar el cierre de la comisión de investigación

Inclán acude por sorpresa al Parlamento para hacer sombra a Bengoa

El exconsejero de Sanidad Gabriel Inclán arrebató ayer la última imagen en la comisión parlamentaria que investiga el caso Margüello a su sucesor, Rafael Bengoa. Lo hizo en la propia Cámara, respaldado por una decena de ex altos cargos de su equipo y sin previo aviso, mientras Bengoa comparecía en la comisión que investiga las supuestas irregularidades en varios contratos suscritos por Sanidad entre 1996 y 2009 con empresas vinculadas al exjefe de Calidad de Cruces José Carlos Margüello.

En un gesto sin precedentes, Inclán leyó un comunicado firmado por 17 integrantes de la anterior cúpula de Sanidad. Diez de ellos le acompañaron en la Cámara y ninguno admitió preguntas de los periodistas. Todos ellos habían sido invitados al Legislativo por el PNV, una de cuyas parlamentarias les acompañó en su comparecencia para justificar que pudiesen hablar ante los periodistas en sede parlamentaria.

El actual consejero cree que Inclán quiere deslegitimar a la comisión
Bengoa asegura que era "difícil" que los anteriores gestores no supiesen nada

En el texto, de 14 páginas, ratifican que realizaron "una gestión de los recursos públicos sumamente rigurosa, con el máximo respeto a la legalidad" y se muestran sorprendidos por "el incomprensible empeño de ensuciar a toda costa" su gestión. Además, aportan argumentos para desmentir las acusaciones de monopolio y falta de concurrencia pública, perjuicio a las arcas públicas, supuesta prevaricación e incompatibilidad de tres médicos, entre ellos Margüello, para contratar con Sanidad.

Inclán asegura en el comunicado que tiene la "conciencia tranquila" y exige un dictamen "ecuánime y constructivo" a la comisión de investigación, en la que la anterior cúpula del departamento aprecia un "inequívoco sesgo" del PSE y el PP, al ser Bengoa, quien abrió las comparecencias el pasado mes de mayo, la misma persona que la cerraba. Hasta hace 15 días, la previsión pasaba por que fuese el exconsejero quien tuviese la última palabra, pero en el último momento se incorporaron los testimonios de Bengoa -ayer- y de su viceconsejero, Jesús María Fernández -el pasado viernes-. De ahí el gesto del PNV, interpretado por el popular Carmelo Barrio como una "contraprogramación" contra el actual consejero.

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Inclán repitió el testimonio que prestó el pasado miércoles, cuando compareció ante la comisión y rechazó las conclusiones de todos los informes sobre el caso, censurando la "indefensión" que han padecido él y equipo. Con su gesto, el exconsejero elevaba la tensión política de la comisión a sus cotas más altas y restaba potencia al mensaje de su sucesor. Bengoa había comparecido brevemente antes para reafirmar a los informadores su convicción de que en las anteriores legislaturas -sobre todo entre 2005 y 2009- se registraron irregularidades causadas por una trama "bien organizada y planificada". "Encajan las piezas de forma casi simétrica", abundó luego ante la comisión.

Minutos después de que Bengoa iniciase su comparecencia ante los comisionados, los servicios de prensa del PNV anunciaban la declaración que los ex altos cargos de Sanidad iban a hacer en la misma Cámara. El gesto se intuía, sin que lo confirmase el PNV, desde primera hora de la mañana, cuando el exdirector territorial de Vizcaya José Ramón Elorriaga, al que la fiscalía investiga por este caso, y el exviceconsejero de Desarrollo y Cooperación Sanitaria Jon Lezertua entraban en el Parlamento con un asesor del grupo parlamentario peneuvista. Este último, Josu Iñaki Garay, también ocupó un alto cargo en Sanidad y firma igualmente el texto.

Entre los ex altos cargos asistentes figuraban también el exviceconsejero de Sanidad Rafael Cerdán y la exdirectora de Osakidetza Gloria Quesada. Esta vez, ningún político de primera fila respaldó al exconsejero como sí hizo el portavoz peneuvista en la Cámara, Joseba Egibar, la pasada semana.

Tras su comparecencia ante la comisión, Bengoa sorprendió por su tibieza frente a la contundencia con la que se expresó su viceconsejero el viernes, aludiendo incluso a un caso Inclán. Ante los medios, el titular de la cartera eludió apuntar con nombres y apellidos a sus antecesores, al tiempo que pedía respeto hacia las instituciones y dejaba a la comisión decidir si existieron responsabilidades políticas.

Sí sostuvo que existía una "organización planificada que beneficiaba siempre a los mismos", un grupo concreto de empresas, y criticó "la agresividad y el insulto" con los que, a su juicio, ha reaccionado Inclán ante los diversos informes que describen las supuestas irregularidades.

Ante los comisionados, Bengoa se mostró más contundente: "Es difícil pensar que no tuviera conocimiento el propio consejero", aseguró, además de apuntar que en una organización tan centralizada como la consejería parece imposible que no llegase "el ruido" de lo que se estaba haciendo. Rechazó firmar "contratos draconianos" como el suscrito por una empresa de Margüello con la clínica San Francisco Javier para atender a pacientes de Osakidetza. Y concluyó que si hoy en día se realizasen actuaciones como las registradas en 2006 en Vizcaya, él lo sabría.

El exconsejero Inclán (en el centro), junto a los 10 miembros de su equipo con los que acudió ayer al Parlamento.
El exconsejero Inclán (en el centro), junto a los 10 miembros de su equipo con los que acudió ayer al Parlamento.PRADIP J. PHANSE

"Victimismo" e intento de "desviar la atención"

Los socialistas y sus socios populares no esperaron ayer a que el consejero de Sanidad, Rafael Bengoa, finalizase sus tres horas de comparecencia ante la comisión que investiga el caso Margüello para criticar públicamente la actuación del exconsejero Inclán y su equipo. La portavoz socialista en materia sanitaria, Blanca Roncal, abandonó la reunión de la comisión, de la que forma parte, para censurar el "victimismo fuera de lugar" con el que, en su opinión, está actuando el exconsejero, a quien calificó como "el máximo responsable político en el caso Margüello" .

Roncal recalcó que el exconsejero Inclán "pretende controlar al Parlamento y erigirse en juez de su limpieza de intenciones", pese a ser el responsable del "entramado empresarial que ha parasitado la sanidad pública vasca".

Tanto ella como el parlamentario del PP y también miembro de la comisión Carmelo Barrio criticaron las actuaciones que Inclán está realizando para "tapar" las irregularidades y pidieron respeto hacia las instituciones.

Barrio sostuvo en sus declaraciones que no quería caer en la "provocación" que supuso el gesto del anterior departamento e incidió en que "algunos tratan de manipular, de desviar la atención, de establecer cortinas de humo para tapar presuntas irregularidades".

El parlamentario popular fue más allá y, lejos de circunscribir esta estrategia del PNV a la comisión de investigación, amplió su crítica a la actitud de "acoso y derribo", que aprecia en los peneuvistas, a toda la gestión sanitaria actual.

De su lado, el consejero, Rafael Bengoa, achacó las últimas actuaciones de la anterior cúpula sanitaria a "un intento de deslegitimar" una comisión "muy bien informada". Las parlamentarias del PNV Nerea Antia y Eider Mendoza, que rechazaron plantear cuestiones al viceconsejero de Sanidad cuando compareció ante la comisión de invcestigación el pasado viernes sí relizaron preguntas a Bengoa.

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