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El PSE llama al orden a Lazcoz

Las direcciones vasca y alavesa reconvienen al alcalde de Vitoria para que reivindique su gestión - Diseñado un plan para asegurar el gobierno ante el PP

La nevada del pasado mes de enero se convirtió en la gota que colmó el vaso de la paciencia en las direcciones alavesa y vasca del PSE-EE. El Ayuntamiento de Vitoria, la institución más poderosa que han gobernado los socialistas vascos hasta que Patxi López llegó a Ajuria-Enea, vive una fuerte crisis de credibilidad que podría afectar al futuro de Patxi Lazcoz como alcalde y a las pretensiones de Txarli Prieto, el secretario general del PSE alavés, para conseguir el gobierno de la Diputación foral. Aquella pésima gestión de una nevada en una ciudad que vive al año varias de estas inclemencias llevó a la dirección socialista a convocar al equipo de gobierno, con el alcalde al frente, para reflexionar sobre su trabajo.

El PSE-EE lamenta la poca rentabilidad política ante las fuertes inversiones
"El alcalde es de todos los vitorianos y no de un solo partido", dice Lazcoz

La llamada al orden, según ha podido recabar este diario en distintas fuentes del partido, fue tajante. Las previsiones ante el futuro del PSE-EE en las próximas elecciones forales y municipales son inciertas. Hay quien, como comentaba recientemente un parlamentario alavés, da por perdido este territorio y esta ciudad donde no se ha conseguido forjar el entendimiento con el PP. En paralelo, destaca una corriente de opinión que respalda la gestión de Patxi Lazcoz al frente de un consistorio en el que los populares actúan con el resentimiento del mal perdedor y coartan cualquier línea de trabajo que se plantea.

En principio, se advirtió de la necesidad de una reforma en la comunicación del equipo de Lazcoz, que no transmitía sus logros, frente a la capacidad del PP a la hora de difundir sus críticas. No hay que olvidar que, en los últimos tiempos, como ocurrió con la nevada de enero, el portavoz de los populares, Javier Maroto, había conseguido atraer al resto de la oposición, en una operación sin precedentes de "todos contra el alcalde". Pero es que el primer edil les había facilitado el argumentario, como se le advirtió desde la dirección socialista: Lazcoz no había reconocido los errores en la gestión de la nevada, que dejó en manos de la concejala Marian Gutiérrez, mientras él se encontraba de vacaciones. Y además había invitado a los concejales de la oposición a cambiar las críticas por una pala para ayudar a limpiar la nieve.

Una de las primeras medidas que afrontó el partido fue la de reforzar la política de comunicación del alcalde con la presencia en Vitoria de ministros y consejeros del Gobierno vasco. En una semana, para superar la resaca de la nevada de enero, pasaron por la capital el vicepresidente Manuel Chaves y el consejero de Transportes, Iñaki Arriola. Acudieron con el fin de dar lustre a los dos proyectos más ambiciosos que ha llevado a cabo el Ayuntamiento: el plan Alhóndiga, un impulso al comercio, y el respaldo a la reforma del casco medieval en materia de vivienda, respectivamente.

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Lazcoz explicó que su presencia era debida a que tanto el Gobierno de España como el vasco habían financiado estas iniciativas con sus planes anticrisis. Desde el PSE, se le hizo notar de que hasta ahora no había logrado rentabilizar una ocasión única en la historia de la ciudad, cuando las inversiones del Estado y la Comunidad Autónoma Vasca han alcanzado cifras millonarias.

Además, se le pidió al alcalde una mayor presencia en los medios de comunicación y en la calle, porque se tenía la impresión de que no salía de su despacho. Como respuesta, ofreció distintas entrevistas radiofónicas, como la que concedió a la cadena Ser, y respondió a esa crítica de poco contacto con el vecindario, detallando los barrios que había visitado en los últimos fines de semana. "Eso sí, yo no llamo a las cámaras y a los micrófonos cuando voy a hablar con los vecinos de Vitoria", concluyó con cierto enojo.

A Lazcoz no le ha gustado esta llamada de atención. En esa misma entrevista, a la pregunta de si atendía los mensajes del PSE-EE, respondió que "el partido no tiene que dar recados al alcalde, porque el alcalde es de todos los vitorianos, no sólo de los de un partido político". Lo cierto es que, desde su entorno, no se entienden los reproches de Prieto, porque fue el secretario general de los socialistas alaveses quien impuso tras las elecciones que "no buscara pactos con el PP y el PNV, ni tampoco intentara nombrar concejales independientes ajenos a la lista del PSE, lo que le habría permitido jugar con otras mayorías".

Eso le llevó a conformar un gobierno débil, con el respaldo de nueve de los 27 concejales. Así y todo, Lazcoz consiguió el apoyo del PNV para llevar adelante el endeudamiento de 200 millones para financiar los proyectos estratégicos, sin olvidar que el partido jeltzale ha respaldado todos sus Presupuestos.

PP, siempre en precampaña; PNV, sin candidato

A falta de año y tres meses, Vitoria vive ya una precampaña electoral que para el PP, sin duda, comenzó bastante antes, prácticamente el día que Alfonso Alonso cedió el bastón de mando a Patxi Lazcoz. Desde entonces, con una estrategia de comunicación agresiva y hábil, Alonso, primero, y ahora, el candidato Javier Maroto, han tratado de minar los logros de Patxi Lazcoz que no se esperaba una oposición tan virulenta en su primera legislatura.

Al PP le ha dolido perder Vitoria y Álava, que esperan recuperar en mayo de 2011. Para conseguir el Ayuntamiento o la Diputación, o ambas instituciones, necesitarán el apoyo del PSE-EE, algo que se vislumbra imposible si se mantiene el actual nivel de enfrentamiento entre ambos partidos. De momento, han puesto en marcha su precampaña con la página web "Álava en el corazón", lema no muy acertado ya que copia el eslogan con el que el nacionalista José Ángel Cuerda se presentó a las municipales hace unos lustros.

Pero las dificultades de los populares van más allá de su soledad a la hora de los pactos (con el PNV ni hablan) o la originalidad de sus lemas. En mentideros políticos cercanos al partido, se ha cuestionado la pertinencia de Maroto como candidato, al mismo tiempo que hay voces que sugieren el regreso de Alfonso Alonso a la alcaldía, más que improbable dado el cargo de confianza que ostenta en el equipo de Mariano Rajoy en el Congreso.

Por su parte, el partido jeltzale no ha elegido su candidato a la alcaldía de la ciudad, sin que le turbe el ánimo al presidente del partido en Álava, Iñaki Gerenabarrena. No parece probable que ocupe el puesto la actual portavoz municipal, Malentxo Arruabarrena, y se barajan otros nombres, de reconocido prestigio en el entramado nacionalista, como Alfonso Arriola, que fue director del parque tecnológico de Álava, y ahora ejerce como asesor del Tribunal Vasco de Cuentas Públicas, y Álvaro Iturritxa, ex concejal de Urbanismo con José Ángel Cuerda y candidato del PNV a Diputado General.

En las filas socialistas todo pasa por la figura de Patxi Lazcoz, quien se ve urgido a imprimir una mayor proyección pública en sus próximas actuaciones. En la dirección del partido, además, se cree que "hay tiempo" suficiente para que "la calle" vea "cómo se va mejorando la ciudad".

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