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El Pacto de Toledo abre la puerta a la jubilación anticipada de los 'ertzainas'

El Gobierno central permite a los bomberos dejar de trabajar con 59 años

El primer Consejo de Ministros que José Luis Rodríguez Zapatero presidió tras ganar las pasadas generales aprobó un real decreto que permite a los bomberos jubilarse de forma anticipada a los 59 años si han cotizado un mínimo de 35 años a la Seguridad Social. Fue el pasado 14 de marzo. Aunque la norma sólo es aplicable a esos profesionales, previsiblemente será la puerta entreabierta por la que finalmente pasen las tres policías autonómicas integrales (Ertzaintza, Mossos d'Esquadra y Policía Foral navarra, que suman unos 27.500 agentes) con sus reivindicaciones. Antes, los gobiernos central y vasco, en el caso de la Ertzaintza, deberán entablar negociaciones, según recordó el consejero de Interior, Javier Balza, en su intervención el pasado 18 de diciembre ante la comisión no permanente del Pacto de Toledo. De este pacto, que fija las condiciones sobre el sistema español de pensiones, y su gestión emanó la decisión sobre los bomberos.

El 64% de los agentes de la Ertzaintza tiene más de 40 años

Entre otros asuntos, ambos ejecutivos deberán acordar el sistema por el que se dotarán presupuestariamente las jubilaciones anticipadas, con la posibilidad de que el acuerdo pueda sustanciarse a través del Cupo.

Los principales sindicatos de esos cuerpos policiales -Erne en la Ertzaintza, el Sindicat de Policies de Catalunya (SPC) y el Sindicato de Policía Foral (SPF)- vienen exigiendo desde hace años un trato similar en materia de jubilación anticipada al que ya disfrutan los agentes del Cuerpo Nacional de Policía y la Guardia Civil, incluidos ambos como clases pasivas en la Seguridad Social: poder jubilarse a los 60 años con el 100% del salario tras 30 años de servicio. En el caso de los bomberos, junto al límite de edad, se han fijado una serie de índices correctores y una disposición transitoria que establece que si durante este año y 2009 el número de profesionales que pudiera optar a la pensión de jubilación fuese más del 10% de una plantilla, el acceso a la pensión se pospondrá "en el tiempo mínimo indispensable para la renovación de dicha plantilla".

A finales del año pasado, un total de 5.030 de los 7.868 agentes de la plantilla de la Ertzaintza tenían más de 40 años. La necesidad de regular primero la jubilación anticipada y que el Gobierno vasco legisle luego sobre el pase a la segunda actividad por edad resulta evidente por el envejecimiento de la policía autónoma. A finales del pasado año, 71 ertzainas estaban trabajando en situación de segunda actividad.

El discurso que en esta materia mantiene Balza es el de la igualdad constitucional. "Si los mineros se jubilan antes que en el régimen general [65 años], lo hacen igual en Asturias, en Vizcaya y en Murcia. Pues tiene que suceder lo mismo: si los policías pueden jubilarse con 60 años en Madrid y Sevilla, deben poder hacerlo igual y en las mismas condiciones en Bilbao y en Barcelona", argumenta.

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La negociación entre ambas administraciones tiene ahora una pauta a seguir: el acuerdo de los bomberos. Después, los sindicatos de la Ertzaintza exigirán a Interior que pacte primero la edad -Erne defiende un tope de 55 años- y luego cómo se va a complementar el salario para los agentes que quieran acogerse voluntariamente a la segunda actividad.

Los socialistas, dispuestos a cumplir sus "compromisos"

El entonces ministro de Asuntos Sociales Jesús Caldera subió el pasado 22 de noviembre a la tribuna del Congreso en el debate sobre la jubilación voluntaria anticipada en las policías autonómicas. Estaba seguro, después de que su grupo hubiese logrado hacer cambiar de opinión al PP. Los populares habían apoyado una enmienda del PNV que permitía a ertzainas, mossos y forales navarros jubilarse a los 60 años en iguales condiciones que los miembros de las Fuerzas de Seguridad del Estado.

Sin embargo, tras recibir, entre otras, fuertes presiones sindicales, el PP se terminó descolgando. El texto peneuvista cosechó 29 votos a favor, 160 en contra (básicamente del PSOE) y 132 abstenciones. Caldera tomó el micrófono y se comprometió públicamente a dar una salida inmediata a la jubilación anticipada de los agentes dentro del Pacto de Toledo.

Las centrales policiales que impulsaron el debate en el Congreso y Senado a través del PNV -Erne por la Ertzaintza, el Sindicat de Policies de Catalunya (SPC) y el Sindicato de Policía Foral (SFP)- expusieron sus reivindicaciones en diciembre en la comisión no permanente de seguimiento del Pacto de Toledo. El 18 de diciembre lo hicieron Octavio Granado y Justo Zambrano (entonces y ahora secretario de Estado de Seguridad Social y subsecretario del Ministerio del Interior, respectivamente) y el consejero Balza.

Dirigentes socialistas que participaron activamente en la negociación la pasada legislatura han indicado ahora a los sindicatos involucrados que se mantienen "todos los compromisos".

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