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Rajoy: "Estamos ahora en la recta final del terrorismo"

El líder del PP se opone a Sortu "mientras ETA exista"

El presidente del PP, Mariano Rajoy, introdujo ayer un matiz novedoso en el discurso de su partido a nivel nacional, en la línea del camino abierto por los populares vascos, al expresar por primera vez de modo tajante su convencimiento de que el terrorismo de ETA toca a su fin y considerar "capital" la unidad de los partidos en este último tramo. "Hemos avanzado todos mucho en la lucha contra el terrorismo y ahora estamos en la recta final", fue la frase con la que expresó esa convicción que se aleja de la doctrina del nuevo engaño de la izquierda abertzale predominante hasta ahora.

Rajoy aprovechó su presencia en Bilbao, y un acto de homenaje a todas las víctimas del centro derecha vasco desde la transición -en las filas de AP, Coalición Popular-Unión Foral, UCD o PP- para realizar, ante la plana mayor del PP vasco, esa afirmación que completó con la exigencia de que la izquierda abertzale no vuelva a concurrir a las urnas hasta que ETA deje de existir. El líder popular, a quien acompañaba Federico Trillo, el interlocutor habitual del Gobierno en materia de terrorismo, se expresó así un día después de que el vicepresidente y ministro de Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, mostrara el mismo convencimiento en el fin de ETA y realizara idéntica llamada a la unidad, después de las diferencias afloradas en las últimas fechas, tanto entre los gobiernos vasco y central, como entre el PSE-EE, el PP y en el mismo PSE.

Rajoy refuerza la petición de unidad de Rubalcaba ante el fin de ETA
Gobierno vasco, PNV y PSE arropan al PP en un acto por sus víctimas

Rajoy ordenó de modo significativo su recapitulación de los mandamientos que, según él, deben presidir la llegada "a la meta". "Primero, lo más importante", dijo, "la unidad de todos los partidos. Es capital". "Todos debemos hacer un esfuerzo para mantener la unidad contra el terrorismo", apeló en un mensaje que también coincide con el lanzado el viernes por Rubalcaba y estuvo dirigido tanto a los socialistas como a quienes presionan a su partido desde la derecha más extrema.

Otros tres puntales: "No negociar, pleno apoyo a las fuerzas de seguridad e insistencia en la colaboración internacional". Y, por fin, "impedir que franquicias de ETA y apoyos de los terroristas usen las instituciones para sus fines", es decir, mantenerlos lejos de las urnas. "Por eso hicimos la ley de partidos y por eso no queremos que no se presenten a las elecciones mientras ETA exista". La victoria sobre la banda será "la de la inmensa mayoría" y la de "la gente decente", predijo.

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El presidente del PP acudió al acto por las víctimas organizado por los populares vascos un día después de que la presidenta de la AVT, Ángeles Pedraza, expresara su "decepción" con él y cuando grupos como Dignidad y Justicia le presionan para que rectifique su decisión de no acudir a la manifestación del 9 de abril.

Resultó significativa la ausencia de Jaime Mayor Oreja en el acto de ayer, que sí acudió a la anterior manifestación, no apoyada por el PP, y que insiste en la tesis de que el Gobierno negocia con ETA y de que los pasos de la izquierda abertzale son una nueva trampa. Rajoy se mantuvo muy lejos de ambas afirmaciones. El presidente nacional del PP abandonó el acto acompañado por Basagoiti, que se esfuerza en que el final de ETA no desplace al PP vasco de la posición centrada a la que trata de anclarlo en la política vasca. Basagoiti coincidió en la cercanía del final: "Sabemos que va a llegar". Además, dirigió casi todo su discurso hacia las víctimas presentes: "Hay posibilidades de llegar a una meta que debéis ser los primeros en cruzar".

Pese a tratarse de un acto de los populares, el Gobierno vasco estuvo presente a través del consejero de Interior, Rodolfo Ares, y también enviaron representantes del PNV, Ion Andoni Atutxa y Ainara Aretxabaleta, y del PSE-EE, Jesús Loza.

Un libro para 24 víctimas

"El PP está presente en esta tierra casi por puro milagro". Con esas palabras subrayó Antonio Merino que pilotaba Alianza Popular cuando hace más de treinta años empezó el acoso terrorista que ha causado al centro derecha vasco 24 víctimas mortales. 40 familiares de 22 de ellas asistieron al acto y a una comida en la que les acompañó la plana mayor del PP, encabezada por Antonio Basagoiti. "Casi no hacíamos otra cosa que sobrevivir, sin poder hacer política de verdad, ni siquiera gritar nuestro asco en las calles. Incluso descuidamos a las familias de nuestras víctimas", rememoró para justificar la pérdida de contacto con dos de ellas. Merino es el autor, junto con Álvaro Chapa, del libro Raíces de Libertad, editado por La Fundación Popular de Estudios Vascos, centro del acto de ayer. El primero en caer, en 1979, fue Modesto Carriegas, en Barakaldo. Tras él, siguieron otros 23, pertenecientes a AP, Coalición Popular-Unión Foral, UCD y PP. Carmentxu Hernández, viuda del concejal de Durango Jesús María Pedrosa, reflejó el sentir de las familias: "Parece que el fin se acerca", dijo, para pedir que en él prevalezcan "la ley y la justicia", así como "la dignidad y la memoria de las víctimas". "ETA debe saber que no vale el borrón y cuenta nueva", advirtió. "Un papel no tapa mil muertos y el terror impuesto pueblo por pueblo", dijo.

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