Reconciliación 25 años después

El alcalde de Vitoria, Patxi Lazcoz cerró ayer una herida de 25 años. La plaza de los Fueros, obra de Luis Peña Ganchegui y de Eduardo Chillida, inaugurada en 1982 como el espacio de la ciudad que reivindica la singularidad foral y la recuperación de la libertad, fue clausurada parcialmente en 1985, y desde entonces la ciudad y los artistas han vivido de espaldas.

Lazcoz entregó ayer a sus autores, a título póstumo, la Medalla de Oro de Vitoria, la más alta distinción municipal, después de reconocer que "es un orgullo tener en el corazón de nuestra ciudad una obra de esos dos maravillosos artistas" y de lamentar que "los vitorianos y vitorianas hemos generado una deuda que hoy, como alcalde quiero saldar".

"Ha pasado demasiado tiempo" apuntó en el acto Ignacio Chillida

La plaza se inauguró en 1982, después de 58 meses de obras, y en 1985 el hueco por el que se accedía a la escultura de Chillida fue cerrado con tablones de madera. El entonces alcalde José Ángel Cuerda y la corporación adoptaron esa decisión tras el accidente que costó la vida a un niño de cinco años. Estaba jugando y se cayó al foso de la escultura.

Desde entonces los diversos contactos que han mantenido el Ayuntamiento y los autores han acabado en enfrentamiento. Al primero no le satisfacían las soluciones que proponían los autores y estos llegaron a acusar al Consistorio de "secuestrar" la obra de Chillida. En 1993, tras una primera reforma pactada, el Ayuntamiento acabó poniendo una verja en las escaleras de acceso sin el permiso de los autores. Vuelta a empezar. El pasado septiembre el equipo de Gobierno logró un acuerdo definitivo y la corporación lo ratificó por unanimidad. La entrega de la distinción se produjo en los jardines del palacio de Zulueta, en el paseo de la Florida de Vitoria, el día grande de las fiestas, durante la recepción de autoridades que ofrece todos los años el alcalde.

"Ha pasado demasiado tiempo" reconoció Ignacio Chillida, el hijo del autor, al recoger la distinción. Pese a todo dijo sentirse muy "honrado y satisfecho" por el acuerdo logrado y por reabrir un espacio dedicado a todos los ciudadanos del mundo.

Rocío, la hija de Luis Peña Ganchegui también se mostró emocionada por el reencuentro: "En noviembre inauguraremos la plaza", se congratuló.