Sanidad cree díficil vacunar contra la gripe a más del 70% de la población
El departamento distribuirá 420.000 vacunas a partir de mañana
Con el final del otoño y el comienzo del invierno llega la gripe y con ella se multiplican los problemas de salud (es una de las enfermedades que más bajas laborales causa) y se complica el trabajo en los hospitales. Las previsiones del Departamento de Sanidad pasan por que la gripe de este año no sea severa, sino similar a la de la temporada anterior, con 389 casos por cada 100.000 habitantes (a partir de 400 se cataloga como epidemia). Para prevenirla, el consejero de Sanidad, Gabriel Inclán, presentó ayer la nueva campaña de vacunación, que comenzará mañana y se extenderá hasta el 15 de noviembre. El departamento ya tiene reservadas 420.000 vacunas, con un coste de 1,7 millones.
La campaña se ha retrasado por complicaciones de los laboratorios
El objetivo pasa por vacunar, al menos, al 70% de la población de riesgo, integrada, fundamentalmente, por mayores de 65 años, enfermos crónicos y el personal sanitario. Superar ese límite (el año pasado se llegó al 68%) resulta difícil, ya que, "a pesar de todas las campañas de información y la comunicación individualizada, siempre hay personas que no se ponen la vacuna, que no ven la necesidad", explicó el consejero. La vacunación no evita al 100% contraer el virus, pero disminuye en un 60% los ingresos hospitalarios y en un 80% la muerte de personas integradas en los grupos de riesgo.
La principal atención se pone sobre un colectivo especialmente vulnerable, el de los mayores de 65 años. "A cada persona se le manda una carta indicándole la conveniencia de vacunarse", precisó Inclán.
A diferencia de otros años, en esta ocasión la campaña comienza con dos semanas de retraso debido a las complicaciones de los laboratorios suministradores en la elaboración de las dosis. Por primera vez en las dos últimas décadas, la vacuna de la gripe para las personas del hemisferio norte tendrá tres nuevas cepas respecto al año precedente para atender a las mutaciones del virus.
Aunque Inclán no espera una gripe especialmente severa, también precisa que el virus podría mutar en el último momento y volverse más agresivo. Por si acaso, se ha confeccionado un plan de contingencias, que prevé más camas, nuevas salas y aumento temporal de la plantilla. Todo para evitar que se colapsen los hospitales, como ya ha ocurrido alguna vez.
