Sanidad da portazo a los sindicatos y aprueba por decreto el convenio

El Gobierno puso punto y final ayer a la negociación con los sindicatos de Osakidetza al aprobar el decreto de condiciones laborales para el periodo 2007-09. Ese decreto sólo recoge las mejoras acordadas con el Sindicato Médico de Euskadi (SME) que fue, precisamente, uno de los detonantes del conflicto que mantienen desde hace meses el resto de centrales con la dirección de Osakidetza y el Departamento de Sanidad. Aunque el enfrentamiento se arrastra desde hace años, la conflictividad registrada en los últimos tres meses y la que se avecina (seis paros parciales convocados para enero y febrero) resulta desconocida.

Aumentará el número de médicos y se reducirá su cupo de pacientes

Los sindicatos anuncian que no se quedarán de brazos cruzados

Los sindicatos, que se reúnen hoy para dar una respuesta conjunta a lo que ELA calificó de "golpe del Estado", anunciaron que no se van a quedar con los brazos cruzados ante una decisión que, según sostienen, sólo beneficia a los facultativos.

Después de ocho infructuosas reuniones de la mesa sectorial, el Gobierno la dio ayer por cerrada ante la constatación de que "ya no hay margen para negociar", según la portavoz del Ejecutivo, Miren Azkarate.

El cierre de la negociación no implica que Osakidetza, con una plantilla de 22.700 trabajadores, deje de convocar la oferta pública de empleo de 600 plazas que tiene prevista para el próximo año o cubra las necesidades de plantilla. Tras el acuerdo de junio con el SME, las demás centrales pidieron para el resto del personal las mismas mejoras laborales que las concedidas a los médicos. Sanidad rechazó esa pretensión de raíz.

Los principales puntos de desencuentro se encuentran en la llamada carrera profesional, la definición de funciones de los puestos de trabajo, las cargas y ritmos de trabajo, las tablas salariales y el rejuvenecimiento de la plantilla. La carrera profesional (los pluses salariales que se conceden por la antigüedad y méritos) es una de las cuestiones más espinosas. Osakidetza la ha ofrecido a todos los trabajadores (los médicos y las enfermeras ya la tienen), pero los sindicatos reclaman porcentajes de subida similares a los estipulados para los médicos. Según Osakidetza, la subida para los trabajadores podría rondar entre un 6 y 13%, según categorías, en la primera fase de aplicación.

Los sindicatos exigen que el nuevo complemento de productividad que percibirán los médicos a partir del próximo 1 de enero (que sustituye al de exclusividad) se extienda al resto de colectivos, aunque con una cuantía inferior. A la hora de rejuvenecer la plantilla (la edad media ronda los 50 años), plantean las reducciones de jornada para los trabajadores mayores de 55 años y la aplicación de un contrato de relevo. Osakidetza asegura que esa petición de reducción de jornada va a acompañada de otra de que no se produzca pérdida retributiva para los beneficiados, algo que desmienten las centrales.

La crítica a la supuesta privatización de la sanidad es otro de sus argumentos recurrentes. "No para de crecer", alertan. El Departamento de Sanidad se asegura que el porcentaje de servicios concertados con clínicas privadas se mantiene estable en los últimos años en torno al 7%.

Los más beneficiados con el decreto serán los médicos, ya que recoge punto por punto el acuerdo suscrito con el Sindicato Médico de Euskadi en junio pasado. La plantilla de facultativos se incrementará en 220, el cupo de pacientes a cargo de cada médico bajará a los 1.500, se extenderá el complemento de exclusividad a todos y habrá una notable mejora de la retribución de la hora de guardia.

Por otra parte, el Consejo de Gobierno también aprobó en su reunión de ayer un gasto de 11 millones de euros el próximo año para euskaldunizar a 5.000 funcionarios de las diferentes administraciones. Además, se aprobó el Plan Vasco de Educación para la Paz y los Derechos Humanos (2008-2011).