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Sanidad movilizará a los médicos jubilados si se dispara la nueva gripe

La enfermedad suma 53 casos por 100.000 habitantes, su mayor pico hasta ahora

El sistema de vigilancia epidemiológica del Gobierno vasco se halla más concentrado que nunca. El virus H1N1, causante de la nueva gripe, resulta, hoy por hoy, una incógnita y, por tanto, su evolución es imprevisible. El consejero de Sanidad, Rafael Bengoa, presentó ayer el plan de actuación elaborado junto a otros departamentos del Gobierno para hacer frente a la pandemia. La mayor virulencia se prevé para la entrada del otoño. Si la gripe se dispara y el número de casos supera los 500 por cada 100.000 habitantes, Sanidad movilizará a los médicos y enfermeras jubilados en los últimos años para que ayuden en el tratamiento de los enfermos. En el caso de los facultativos, el número ronda los 500. También se echará mano de los estudiantes de último curso de Medicina y de Enfermería para que asesoren a los pacientes. La mayor incidencia de la gripe normal en esta década se registró en el invierno de 2001-2002 con mil casos por 100.000 ciudadanos.

- Afectados. Hasta el momento, el pico más alto de la enfermedad en Euskadi se produjo la semana pasada, con 53 casos por 100.000 habitantes. La media de 50 casos semanales que se viene contabilizando en Euskadi supera ligeramente la tasa nacional. Desde el 25 de abril hasta ayer se han registrado 66 hospitalizaciones, con seis casos derivados a la Unidad de Cuidados Intensivos y ningún muerto.

- 'Web' y teléfono. Toda la información sobre la nueva gripe se ha volcado en una web recién creada (www.euskadi.net/gripe). Activa desde ayer, los ciudadanos pueden resolver en ella sus dudas, aunque no se trata de una página interactiva. A partir de septiembre, se habilitará el número de teléfono 900 474 732. En este teléfono, los especialistas responderán a los ciudadanos las preguntas relacionadas con las medidas generales ante la gripe A, como las medidas de protección individual o los protocolos de actuación. Para las respuestas a las demandas sanitarias urgentes se puede llamar a los teléfonos que figuran en el reverso de la tarjeta de identificación sanitaria de que dispone cada ciudadano.

- Vacunas. La industria farmacéutica las está fabricando, y se espera que estén disponibles a partir del próximo octubre. Después será necesario realizar ensayos y establecer a qué grupos de riesgo se aplica. En España se hallan todavía sin decidir, aunque se da por hecho que los primeros destinatarios serán las embarazadas y los enfermos crónicos. El consejero Bengoa se mostró ayer muy cauto sobre esta cuestión y recalcó que todo se encuentra en estudio y que primará la seguridad que aporte la vacuna a la hora de distribuirla y fijar los grupos de población prioritarios a los se dirigirá.

- En casa. Una persona que sospeche que puede tener la nueva gripe, cuyos síntomas son similares a la común o estacional, debe quedarse en casa y tratarse como se hace siempre en este tipo de casos, con paracetamol.

Sólo hay que acudir al médico en el caso de que la fiebre persista o si se trata de enfermos crónicos, bebés o embarazadas, es decir, grupos considerados como de riesgo. Los antivirales deben usarse únicamente para tratar a estos colectivos. Por ahora, y a la espera de la vacuna, la mejor forma de evitar el contagio es extremar los cuidados usando pañuelos de un solo uso, lavándose las manos a menudo, tapándose la boca y nariz al toser o estornudar y quedándose en casa si se está enfermo.

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- Australia. Los ojos de los expertos están puestos en Australia y en el Hemisferio sur en su conjunto. ¿Por qué? En esa zona ya han pasado lo peor del invierno y la incidencia de la nueva gripe ha sido llevadera, detalló Bengoa. Es previsible que la misma cepa del virus se traslade al invierno en el Hemisferio norte y la esperanza es que mantenga un comportamiento similar.

El consejero de Sanidad, Rafael Bengoa, durante su rueda de prensa de ayer en Vitoria.
El consejero de Sanidad, Rafael Bengoa, durante su rueda de prensa de ayer en Vitoria.L. RICO

Un presupuesto de 15 millones

Para la puesta en marcha de la primera fase del plan de acción frente a una pandemia gripal en Euskadi se han presupuestado 15 millones de euros. De ellos, 10 se destinarán a comprar dosis de la nueva vacuna contra el virus H1N1. Otros 4,2 millones servirán para abonar la compra de material de protección, como los 60 millones de mascarillas quirúrgicas desechables (50 millones para los adultos y los 10 millones restantes para niños) y 25 millones de pares de guantes de vinilo de tres tallas.

La reconstitución de las reservas de antivirales en polvo (Tamiflu) supondrá un gasto de 99.000 euros. Además, 334.000 euros van a dedicarse a potenciar la vigilancia epidemiológica de la gripe en la comunidad autónoma, incluido un sistema de respuesta y actuación permanente que funcionará las 24 horas del día.

Dentro de las medidas de información y educación de la población vasca para conocer la forma de actuar ante la nueva gripe se están elaborando un millón de trípticos informativos y 50.000 carteles. Educación repartirá un folleto a cada alumnos, desde la etapa de Infantil hasta la Universidad. En principio, el comienzo del curso se mantiene para el 8 de septiembre, tal y como se fijó en su momento antes de conocer la evolución que iba a tener la pandemia.

El gasto estimado para todos los folletos asciende a 47.000 euros. También se han destinado otros 219.000 euros a la preparación de una plataforma tecnológica de comunicaciones.

Las cinco fases del plan

El plan de contingencia del Gobierno detalla hasta cinco fases de actuación a medida que la incidencia de la enfermedad vaya aumentando. En la última, la fase cuatro, se recoge la activación de un Plan de Protección Civil de Euskadi si fuese necesario.

En la fase cero (que es la actual y en la que se registran hasta 250 casos por cada 100.000 habitantes), se refuerza la vigilancia epidemiológica (a través de la red de médicos vigía) y se elaboran los planes asistenciales.

Si se pasa a la fase uno, la de prealerta y en el momento en que el número de casos se encuentra entre 250 y 500 por cada 100.000 habitantes, se reforzará la atención primaria, domiciliaria y urgente. Además, se procederá a una reorganización hospitalaria (los hospitales deben decidir de dónde quitan recursos para destinarlos a atender la pandemia) y se concertarán convenios con los centros privados.

En la fase dos (de 500 a 1.000 casos por cada 100.000 habitantes), se habilitará el máximo número de camas para ingresos y se echará mano de profesionales alternativos (médicos y enfermeras jubilados y estudiantes de Medicina y Enfermería de último curso).

Las medidas especiales de emergencia, como la activación del Plan de Protección Civil de Euskadi, se reservan para las fases tres (de 1.000 a 2.000 casos por 100.000 habitantes) y la cuatro (más de 2.000 casos). Se trata de buscar opciones cuando el sistema sanitario se halle saturado.

Los datos

- Mascarillas y guantes. Se van a adquirir 60 millones de mascarillas desechables (tocarían a casi 28 por ciudadano vasco) y 25 millones de pares de guantes. No resulta útil su uso en la calle por parte de las personas sanas.

- Antivirales. El Gobierno dispone de una reserva de antivirales cifrada en 350.000 unidades. Sólo se suministran a infectados o a los grupos de riesgo que presentan sintomatología.

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