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Sanidad obligará a los médicos a recetar otros ocho genéricos más

La consejería quiere involucrar en las medidas de ahorro a los especialistas

Sanidad ha decidido dar un segundo impulso a su política de incrementar la prescripción de medicamentos genéricos, después de que en junio de 2010 priorizara la de cuatro fármacos de este tipo en los centros de salud. El departamento tomará la medida antes del verano con ocho nuevas moléculas, que los médicos deberán recetar por principio activo, y no por el nombre del medicamento de marca.

Estos fármacos, cuyo listado precisará la consejería en las próximas semanas a los colegios de médicos y farmacéuticos, se suman al clopidogrel (anticoagulante), el risedronato semanal (para la osteoporosis), la atorvastatina (colesterol) y el losartán (hipertensión). El departamento priorizó su prescripción por principio activo en junio.

El departamento prevé un ahorro "similar" al de 2010, unos seis millones
Bengoa reconoce que la disputa con las farmacéuticas puede aumentar

Sanidad ha tomado esta decisión con la intención de reducir el gasto farmacéutico en el actual contexto de recortes por la crisis. La puesta en marcha de la medida en 2010 supuso ahorrar cerca de siete millones de euros. La consejería confía en lograr un ahorro adicional situado en "cifras similares" con este segundo impulso. "Forma parte de la gestión dura que estamos haciendo, pero tampoco queremos extender hasta el infinito la lógica de genéricos, porque no queremos dañar el partenariado con la industria farmacéutica", matiza el consejero de Sanidad, Rafael Bengoa.

La medida busca equiparar a Euskadi a la media nacional en la prescripción de genéricos. A principios de 2010, la ratio de genéricos se situaba en la comunidad autónoma en el 15%, muy lejos del 30% del conjunto de España. Con esta decisión, se espera dar el impulso definitivo para conseguirlo.

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El primer cambio motivó un enfrentamiento abierto entre Sanidad y la patronal Farmaindustria, que interpuso ante el Tribunal Superior un recurso contencioso-administrativo contra dicha decisión, aún pendiente de resolver. Bengoa reconoce que con la nueva medida "puede que el conflicto vaya a más".

La consejería también recibió críticas del Colegio de Médicos de Álava, que censuró la forma automática en que se abordó el cambio y la falta de libertad de prescripción de los facultativos. La medida se aplicó solo en Atención Primaria, donde se cambió de forma directa la receta de los pacientes en el sistema informático de los médicos y únicamente si estos enviaban un informe podían seguir recetando la medicina de marca.

La consejería quiere ampliar ahora esta práctica a los médicos especialistas de los hospitales, en un intento de evitar dos culturas prescriptoras diferentes. Por ello, aunque entre los especialistas no se va a optar por la prohibición, se trabajará en "formación y en la utilización de los sistemas de información" para controlar las recetas. Dicho de otro modo, se tendrán en cuenta las tasas de prescripción de medicamentos de marca para saber si en algún servicio se utiliza más una medicina de este tipo que sus homólogos de otros hospitales.

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