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El grupo navarro The Glitter Souls se estrena con un disco de vinilo

Dos circunstancias ciertamente curiosas se presentan en Hard on hearts (Brutus), el estreno del grupo de Pamplona The Glitter Souls en el mundo discográfico. Llama la atención el hecho de que el trabajo se grabase hace más de dos años, pero también sorprende el formato inusual con el que se ha puesto en el mercado: vinilo de diez pulgadas, cuando los elepés convencionales, ya de por sí en desuso actualmente, tienen doce pulgadas de diámetro. Una introducción siniestra sirve de bienvenida a un álbum que está plagado de ecos de música country concentrados en canciones de lento desarrollo, como las de los Cramps más místicos, Los Bichos menos ruidosos o Nick Cave cuando se pone el sombrero vaquero. El líder del conjunto, Roberto C. Meyer, describe su música como un "country decadente y corrosivo" y califica las letras de sus canciones de "sinceras, rotas, viscerales y poéticas". Como se ve, sus temas se antojan óptimos para la banda sonora de un atormentado y polvoriento largometraje de David Lynch. El cuarteto, formado en la capital navarra hace seis años, en 1993, tomó prestado su nombre de un elepé de Gary Glitter (antaño reinona del glam rock). Roberto C. Meyer no tiene reparos a la hora de reconocer la influencia que ejercen sobre sus canciones las obras de Hank Williams, Johnny Cash, Robert Johnson, Lambchop, Einstürzende Neubauten, Nick Cave, Gallon Drunk, Cramps, e incluso Serge Gainsbourg y Ennio Morricone. De esta manera, el propio autor sitúa la propuesta de Hard on heart entre el country, el blues, las bandas sonoras del spaguetti western y el rock and roll clásico más desgarrado.

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