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La UPV permite repetir dos pruebas de la selectividad

La Universidad cometió dos errores en los temas de Historia y Filosofía

Ni la tila, ni los amuletos o las bromas de pasillos suelen poder con los inevitables nervios que los 7.607 estudiantes que terminan hoy la selectividad pasan antes de los exámenes. La inquietud de quien ve en la prueba la llave para acceder a la titulación deseada, se transformó anteayer en indignación cuando los bachilleres se encontraron con que los exámenes de Historia y de Filosofía contenían errores. La Universidad del País Vasco (UPV), institución que realiza las pruebas en toda la comunidad autónoma, decidió ayer subsanar el fallo ofreciendo a quienes quieran la posibilidad de repetir hoy los ejercicios de la asignatura elegida.

Quienes realicen el nuevo examen podrán decidir si lo entregan o no

"Los estudiantes vieron restringido su derecho a elegir opciones alternativas por un error en la distribución de las preguntas de examen", explicaron los responsables académicos en una nota. Fuentes del Rectorado abundaron que los exámenes se traspapelaron, de manera que se mezclaron con las pruebas programadas para la segunda convocatoria de la selectividad, en julio.

"Para evitar el efecto negativo que pudiera tener en las calificaciones", la universidad decidió convocar hoy un examen a las 13.30, finalizados los ordinarios. Dada la "situación excepcional" creada, los estudiantes que se presenten podrán decidir al realizar la prueba si la entregan o no, dependiendo de si prevén que les ha salido mejor que la anterior. Si la entregan, será la única válida.

Historia y Filosofía son dos asignaturas obligatorias, pero el alumnado elige de cuál de las dos se examina. En ambos casos, la prueba incluye dos ejercicios alternativos para aumentar las posibilidades de superarla. En el caso de Historia, lo previsto es que se incluyeran dos temas de diferentes siglos para desarrollar. Los estudiantes se encontraron con que uno de los textos, referido a la reunificación del PNV en 1930, se incluía erróneamente en el siglo XIX.

En cuanto a Filosofía, el programa de segundo de Bachillerato comprende diez filósofos distribuidos en parejas de la misma época y los profesores eligen uno de cada (un total de cinco) a lo largo del curso. Una de las pruebas mezclaba preguntas sobre autores de la misma época, por lo que era imposible que los bachilleres conocieran todas las respuestas.

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Algunos tribunales tomaron soluciones provisionales, como rediseñar el modelo de examen o proponer una pregunta alternativa, explica el presidente del número 19, Javier Bilbao. Sin embargo, ante la diversidad de criterios, la universidad optó por dar a todo el alumnado la opción de repetir la prueba. Bilbao, que preside desde más de 20 años el tribunal ubicado en la Escuela de Empresariales de Elkano (Bilbao), explica que no fue posible detectar el error con anticipación porque los cuestionarios llegan a los centros apenas media hora antes del examen, para evitar filtraciones. "Tuvimos que esperar a una solución general, porque el peligro", apunta, "es que los profesores se pongan nerviosos y tomen sus propios atajos".

"Lo pasamos fatal"

Los estudiantes reaccionaron nerviosos e indignados ante los imprevistos. Asier, que se examinó de Historia en Leioa, se queja de la actitud pasiva de los supervisores. "Nos quejamos de que el examen estaba mal y no hicieron nada. Los supervisores, que no eran profesores de Historia, se empeñaban en que la prueba estaba bien", critica. Tuvieron que esperar hasta que vino un profesor con otro texto y les dejó media hora más.

"Lo pasamos fatal. Veíamos que no hacían nada, no sabían nada ni nos informaban. Así que intentábamos responder como podíamos. Hubo gente que empezó a hacer el otro texto aunque se lo supiera peor, otros entregaron el examen casi en blanco..." Repetir el examen le parece a Asier "una faena", pero lo intentará para asegurar un mejor resultado. Los estudiantes de Filosofía Ibai y Ainhoa, ambos del Instituto de Mungia, señalan que salieron beneficiados. "Pero hay gente muy enfadada porque no habían estudiado ninguna de las dos opciones", relata el primero.

Javier Bilbao llama a la comprensión ante una organización tan "compleja". "Es un milagro que todo salga bien con tantos centros, mesas, estudiantes, modelos de examen..." Aparte de alguna pregunta de redacción confusa, la única alteración que recuerda fue la que provocó un aviso de bomba (resultó ser un petardo) hace quince años.

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