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Urdaibai contará con un nuevo plan económico tras el fracaso del aprobado hace nueve años

Medio Ambiente insta a la participación ciudadana para definir el futuro de la reserva

El Gobierno espera disponer el próximo año de un nuevo plan de desarrollo económico y social para la Reserva de la Biosfera de Urdaibai, que sustituirá al aprobado hace nueve años y que apenas se ha aplicado. Para finales de año se prevé contar con un diagnóstico de la situación, para lo que Medio Ambiente quiere promover la participación ciudadana. Las reticencias de la Diputación vizcaína, que siempre ha visto con malos ojos que el Gobierno gestione Urdaibai, y de los ayuntamientos de la comarca, casi todos en manos del PNV, han contribuido al fracaso del actual plan.

Medio centenar de agentes de la zona han elaborado ya un borrador para el debate

El llamado PADAS (Plan de Armonización y Desarrollo de Actividades Socioeconómicas) es uno de los pilares para el mantenimiento de la Reserva de la Biosfera de Urdaibai, declarada como tal hace 23 años. El otro soporte es el Plan Rector de Uso y Gestión, aprobado en 1993 y que diseñó las actividades permitidas en los 230 kilómetros cuadrados de la superficie de este enclave.

Dicho plan es muy estricto en lo referido a la construcción de viviendas. Sólo está permitido edificar en los núcleos urbanos, zonas consolidadas de caseríos o superficies muy concretas de más de 50.000 metros cuadrados y vinculadas a una explotación agropecuaria. En este aspecto se ha cumplido, pese a los intentos de saltarse la ley de particulares y ayuntamientos, que ha llevado a la apertura de expedientes en una decena de casos. En diciembre pasado, el Gobierno derribó la primera edificación ilegal.

Dado que Urdaibai es una reserva de la biosfera -no una reserva natural, que impide actuaciones urbanísticas o proyectos económicos-, el reto de la conservación de los valores ambientales se tenía que contabilizar con el desarrollo socioeconómico. Para ello se elaboró, con grandes dificultades y más de siete años de retraso, el PADAS, aprobado por el Gobierno en 1998.

Pero el plan se ha quedado en una mera declaración de intenciones y sus principales objetivos no se han cumplido. El turismo no ha crecido como se podía esperar en una zona con un gran atractivo natural, entre otras cosas, porque no se ha definido con claridad el modelo. Y tampoco se han ofrecido infraestructuras, como un hotel de capacidad media previsto en aquel proyecto.

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La consejera de Medio Ambiente, Esther Larrañaga, evitó ayer referirse al fracaso del plan, al que calificó de "instrumento importante que trató de realizar de forma coordinada el desarrollo sostenible". Su sustitución por el nuevo proyecto lo enmarcó en que ahora "es el momento de encontrar una nueva forma de reflexionar" sobre el desarrollo social, económico y medioambiental de la reserva.

La consejería ha buscado asesoramiento y participación en otros ámbitos fuera de la Administración para elaborar primero un diagnóstico. La falta de participación de la población local fue precisamente una de las principales críticas en la puesta en marcha de la reserva en los años ochenta y noventa. "Se trata de construir juntos el futuro de Urdaibai", subrayó Larrañaga.

A lo largo de este año, medio centenar de agentes del ámbito social, económico y medioambiental de la comarca han participado en un avance de diagnóstico, que ayer se presentó al foro ciudadano de participación en la primera reunión celebrada en la sede del Patronato de Urdaibai, en Gernika. Este diagnóstico se prevé que esté concluido a final de año con la participación ciudadana, abierta a cualquier persona. En su elaboración, además del Gobierno, la Diputación de Vizcaya y los ayuntamientos de la zona también tomarán parte asociaciones, ONG, empresarios, sindicatos y universidades.

Larrañaga remarcó que el momento actual supone "una oportunidad para desarrollar una nueva estrategia". La intención es que este plan esté definitivamente elaborado el próximo año y se empiece ya a aplicar, para que en 2015 se esté hablando de "un enclave que se desarrolla en un auténtico equilibrio ambiental, económico y social".

En los últimos años, la Diputación de Vizcaya y varios ayuntamientos han trabajado en la puesta en marcha de un polígono industrial de la comarca, una de las carencias en el apartado económico. Este año presentaron el proyecto de instalación de un polígono en Muxika, pero que carece del permiso preceptivo del Patronato de Urdaibai. La consejera evitó ayer mostrar un respaldo explícito al polígono: "Sobre la ubicación queda mucho por analizar", dijo, antes de señalar que su departamento velará porque "cumpla los requisitos ambientales de forma exquisita".

Un reflejo de los problemas existentes

El actual plan de desarrollo socioeconómico ha sido un fiel reflejo de los problemas de Urdaibai. La gestión de la reserva a cargo del Gobierno, como fijó la ley aprobada por el Parlamento hace ya 18 años, nunca ha sido aceptada por la Diputación de Vizcaya, que varias veces ha intentado modificarla. Los ayuntamientos, la gran mayoría del PNV, han seguido la estela de la institución foral, también presionados por sus vecinos debido a las limitaciones urbanísticas y por parte del poderoso sector forestal.

La gran crisis se vivió en 1995, en el mayor conflicto de la historia de Urdaibai. La Diputación exigió el cambio de la ley por la falta de participación de los consistorios y los usos restrictivos que imponía el Plan Rector de Urdaibai. Eran años en que el Patronato, el órgano de gestión de la reserva, se hallaba paralizado: entre 1990 y 1996 apenas funcionó.

Las tensiones se relajaron con el compromiso del Gobierno, que luego se concretó, de integrar a un mayor número de ayuntamientos en el Patronato. Así, se posibilitó la aprobación del PADAS en 1998, que planteaba la elaboración de planes sectoriales en los sectores agrario y forestal, pesca, turismo y comercio, industria e infraestructuras. En el documento se apreciaba la falta de una planificación global turística y el déficit de infraestructuras como un hotel de capacidad media, de unas 50 plazas. Se planteaba además la creación de una asociación para promocionar el turismo en la zona, que sí existe, aunque los resultados no han sido los que se esperaban.

El documento también hablaba de la promoción del producto Urdaibai, con cultivos tradicionales como el pimiento, la alubia, la manzana y la uva, o introducidos, como el kiwi.

Hace unos años, el Taller de Ecología de Gernika, el colectivo que ha sido el verdadero impulsor de Urdaibai desde hace casi 30 años, cuando la autoridades únicamente veían en esta comarca un paraíso para la especulación, advertía de que la Reserva de la Biosfera se hallaba "en el filo de la navaja, porque si se implica a la población local y ven las oportunidades económicas de la reserva, todo irá por su camino. Pero si no se inyecta más dinero y tenemos un Patronato potente con más respaldo político y económico, la gente terminará hartándose".

Hacia esta reflexión parece que apunta el plan presentado ayer por la consejera Esther Larrañaga, quien remarcó que ocho de cada diez residentes en Urdaibai consideran que la ley aprobada hace 18 años "ha sido positiva para la zona". La consejería ha elaborado también un estudio sobre otras nueve reservas de la biosfera: tres españolas (Doñana, Menorca y La Palma) y siete en diferentes países como Suiza, Bulgaria, Alemania o Canadá.

Los intereses contrapuestos -"hay gente que dice que ha habido mucho desarrollo económico", aseguran fuentes del Departamento de Medio Ambiente- volverán a aparecer a lo largo de estos meses, aunque la participación impulsada hace ser optimistas a los responsables de la consejería. Luego quedará la ardua tarea de que los papeles se conviertan en hechos.

ÚNICA EN EUSKADI

- Urdaibai fue declarada en 1984 por la Unesco Reserva de la Biosfera. Es la única que existe en Euskadi. El Gobierno aprobó en 1989 la ley de protección de la reserva.

- Abarca 22 municipios, con casi 45.000 habitantes y 230 kilómetros cuadrados de superficie.

- En 1998, con siete años de retraso, el Ejecutivo aprobó un plan para su desarrollo socioeconómico, que apenas ha podido aplicarse, lo que lleva ahora a desarrollar otro proyecto similar.

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