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Reportaje:

Viajando a todo tren

El Transcantábrico cubrirá el trayecto entre San Sebastián y Santiago desde el 14 de mayo - Es el segundo ferrocarril más lujoso del mundo

¿Se ven igual los paisajes y las ciudades a bordo de un coche repleto de equipaje y con poco espacio para sus cinco ocupantes que en la suite de un tren de gran lujo que cuesta 7.500 euros? A ese precio, probablemente pocos tendrán la ocasión de conocer la diferencia, pero desde el próximo 14 de mayo existirá la posibilidad de conocer todo el norte de España, de San Sebastián a Santiago de Compostela, con la mirada de la alta sociedad.

Se trata del tren Transcantábrico Gran Lujo, que en un recorrido que dura ocho días y siete noches -saldrá cada sábado, hasta diciembre- mostrará a sus viajeros parte de Euskadi, Cantabria, Asturias y Galicia. Feve presentó ayer en Bilbao este tren convertido en un lujoso hotel.

El viaje dura un total de ocho días y cuesta entre 3.750 y 7.500 euros
Las reservas para mayo y junio ya han sido cubiertas, en su mayoría por turistas foráneos

Entrar en él se asemeja a hacerlo en un exclusivo club para ingleses adinerados de finales del siglo XIX, aquellos en que los sombreros de copa y los monóculos estaban a la orden del día. El olor a moqueta recién estrenada, la tapicería de los muebles, la madera bruñida, los veladores y la luz que atraviesa los cortinones permiten retroceder décadas, aunque los ordenadores, los móviles y otras tecnologías devuelven al visitante al presente.

Esta mezcla de sensaciones es el resultado de los 2,5 millones de euros que ha costado rehabilitar el tren, el segundo más lujoso del mundo, únicamente superado por el Blue Bird sudafricano. Nada que envidiar a los míticos Orient-Express o Transiberiano.

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El ferrocarril puede trasladar a una treintena de pasajeros, que tendrán a cerca de 15 empleados a su disposición, entre camareros, operarios y un guía trilingüe. Hay limitaciones porque "las medidas son las que son", reconocía ayer José Antonio Rodríguez, director gerente de trenes turísticos de Feve, durante la presentación. Sin embargo, esas estrecheces no dejan de lado el lujo. Las suites se han ampliado y los cuartos de baño, habitualmente claustrofóbicos en cualquier tren, tienen espacio suficiente para acoger una sauna y una ducha con hidromasaje.

La directora de Turismo, Isabel Muela, respaldó esta iniciativa, ensalzando sus bondades para el sector turístico vasco: el tren servirá para "elevar el gasto medio" de los visitantes. Y es que el coste del billete para un viajero asciende a 7.500 euros, que se quedan en 3.750 si se comparte la suite, por lo que la capacidad adquisitiva de sus futuros usuarios es muy elevada. "El Gran Lujo trae clientes al País Vasco", añadió Rodríguez. A dicho precio hay que sumar comidas y cenas en las ciudades en las que para, no incluidas. Los viajeros pasarán dos días en Euskadi.

Las reservas, en su gran mayoría de turistas alemanes, norteamericanos, australianos y mexicanos, han cubierto ya las plazas para mayo y junio. Españoles, pocos. "Es lógico que los vascos utilicen su dinero para viajar a otros lugares", reconoció Rodríguez.

El Transcantábrico Gran Lujo, en la mañana de ayer en la estación de La Concordia de Bilbao.
El Transcantábrico Gran Lujo, en la mañana de ayer en la estación de La Concordia de Bilbao.LUIS ALBERTO GARCÍA

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