Vitoria se abre hoy a su futuro urbano
Las instituciones firman la creación de la sociedad que gestionará la mayor operación urbanística de la ciudad - El proceso negociador ha durado 12 años
A toda máquina. Ya no hay marcha atrás. Con la firma hoy del acuerdo para el soterramiento del ferrocarril a su paso por Vitoria, por el que se creará la sociedad pública que desarrollará todo el proyecto, se cierra un proceso de negociaciones entre los gobiernos español y vasco, la Diputación de Álava y el Ayuntamiento de Vitoria que ha durado casi 12 años. Las obras suponen la transformación urbana más importante en toda la historia de la capital alavesa, con una inversión prevista en estos mokmentos de 476 millones de euros. Los trabajos se prolongarán a lo largo de los próximos ocho años.
El alcalde vitoriano, Patxi Lazcoz, ejercerá como anfitrión de un acto en el que participarán el ministro de Fomento, José Blanco; el consejero de Transportes, Iñaki Arriola, y el diputado general alavés, Xabier Agirre. Presidirá la convocatoria en el Artium el lehendakari, Patxi López. Tanto protocolo institucional no llega en balde. Vitoria no vive un cambio urbanístico de tan enorme calado desde que el arquitecto Justo Antonio de Olaguibel diseñase hace dos siglos el Ensanche de la ciudad, una operación urbana que se sigue estudiando en las escuelas de Arquitectura de todo el mundo y que desarrolla la solución para bajar desde el Casco Histórico por la plaza del Matxete y Los Arquillos hasta la plaza de España.
Patxi Lazcoz: "Se trata de la principal inversión en la historia de Vitoria"
La sociedad que gestionará las obras se formará en dos meses como máximo
En esta ocasión, se despeja el paso del ferrocarril por el centro de la ciudad para dejar libres unos tres kilómetros de trazado urbano que suman cerca de 200.000 metros cuadrados que se convertirán en un gran bulevar. La herida que el tren infligía a la ciudad quedará suturada de tal modo que se conseguirá "una transformación única, la conversión de un espacio ferroviario en un espacio humano", explicaba Lazcoz ayer a EL PAÍS. "Se trata, sin duda, de la principal inversión en la historia de Vitoria y una de las mayores que el Gobierno de España ha realizado en una ciudad", resumió.
El acuerdo que se firmará hoy establece el siguiente reparto para el pago de las obras: el Ministerio de Fomento cubrirá el 51% del coste (242 millones de euros), que se aportarán por un lado en forma de inversión económica y ,por otro, considerando las plusvalías derivadas de los suelos que se liberan. El Gobierno vasco desembolsará el 25% (117 millones de euros) y el Ayuntamiento de la ciudad y la Diputación alavesa se repartirám el 25% restante de la siguiente manera: 67 millones de euros el consistorio y 50 millones la institución foral.
Al pactarse el pago en porcentajes y no en cifras concretas, el acuerdo se mantendrá en esos mismos términos, aunque el presupuesto de las obras sufra un incremento durante su desarrollo. Eso sí, con una salvedad: la Diputación no aportará más de 50 millones de euros, con lo que el sobrecoste del 25% que comparte con el consistorio, correrá por cuenta de éste último. La financiación del consistorio ofrece un matiz, pactado por el PP con el Gobierno vasco, ya que 43 millones de esos 67 que aporta la ciudad procederán de fondos de la comunidad autónoma.
Las cuatro partes que firmarán hoy el convenio se han comprometido de antemano a constituir la sociedad en un plazo máximo de dos meses. Y ya cuentan con una primera tarea: "La convocatoria de un concurso internacional, abierto, destinado a la presentación de propuestas para la ordenación urbanística del espacio liberado por el soterramiento", recalcó Lazcoz.
Mientras tanto, la sociedad dispondrá todos los trámites administrativos necesarios para esta magna operación urbana. "Siendo generosos, estimamos que nos harán falta dos años para resolver los papeles y adjudicar las obras, que durarán unos cinco años", resumió el primer edil a este periódico.
La crisis económica no afectará al desarrollo del proyecto, que incorpora un evidente elemento inmobiliario. El plan yrbanístico parte de una propuesta realizada en 2007 por la ingeniería Idom, que ya entonces ofrecía estimaciones muy discretas, porque se vislumbraba la recesión en que iba a hundirse dicho sector.
Los proyectos se enfrentarán a un gran vial de tres kilómetros que unirá el sur de Vitoria, desde el barrio de Salburua hasta el de Zabalgana. Esta gran avenida, que tendrá una anchura de 30 metros, irá soterrada en un tercio de su recorrido, que corresponde al tramo contiguo al campus universitario.
Su amplitud permitirá que se pueda contar también con un enlace con el tranvía, en lo que será la segunda línea de la capital alavesa.
Casi 1.500 pisos
- El informe de la ingeniería Idom sobre el que se ha elaborado buena parte del proyecto prevé la construcción de 1.450 viviendas, de las que el 60% serán libres, el 20%, de protección oficial, y el resto, de precio tasado. Una superficie de 68.000 metros cuadrados se destinarán a hoteles, oficinas y diversoso espacios comerciales.
- El itinerario soterrado discurrirá al norte de la ciudad, a lo largo de 6,8 kilómetros, a 17 metros de profundidad, siempre bajo carreteras o calles, con lo que no afectará a ningún edificio. El AVE vasco llegará a la actual estación de Dato, mientras las máquinas trabajan en los dos túneles por los que discurrirá el ferrocarril a partir del año 2018.
- El consenso sobre la operación ha resultado inusual en el Ayuntamiento vitoriano. Todas las formaciones políticas reconocen la entidad de la transformación urbana que vivirá la ciudad. Eso sí, nadie olvida que se podían haber acortado los plazos cuando anunció el proyecto en 1999 el entonces ministro de Fomento, el popular Francisco Álvarez Cascos, cuando el Ayuntamiento de Vitoria y la Diputación estaban en manos del PP. El hoy alcalde de la capital vasca, el socialista Patxi Lazcoz, insiste en que se trata de un "acuerdo fruto del empeño y la voluntad de todos, pues es un acuerdo extraordinariamente complejo".
