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El arquitecto Hilario Apraiz revela la clave para llegar a los cien años

Tras charlar con el arquitecto Don Hilario Apraiz las conclusiones son unánimes. Todos destacan la vitalidad y la elocuencia de una persona que hoy inaugura la casilla de las centenas. Para tal conmemoración el Colegio Oficial de Arquitectos Vasco-Navarro, que celebra su 70º aniversario, y sus familiares han querido ofrecerle un merecido homenaje a la persona y al arquitecto. A la ya manida pregunta de cuál es su secreto para mantener esa jovialidad y desparpajo impropio de su edad Apraiz contesta con un misterioso acrónimo: "TYBA". Un silencio se instala en el auditorio. Tras unos instantes de vacilación responde con picardía "Tranquilidad Y Buenos Alimentos". Y es que cien años dan para mucho.

Desde siempre supo que quería ser arquitecto. "Me gustaba mucho el dibujo, pero también influyó bastante que un tío mío fuera maestro de obras", recuerda. Apraiz estudió en los Maristas y tras finalizar el Bachillerato en el Instituto se fue a Barcelona a cursar Arquitectura. En el transcurso de la carrera tuvo que suspender durante tres años su formación universitaria a causa de la Guerra Civil. Tras la contienda retomó sus estudios y volvió tres años después a Bilbao. Se colegió en 1942. Los primeros proyectos salieron de un pequeño estudio que instaló en una habitación de su casa desde el que comenzó a proyectar. "Yo siempre me he dedicado a la edificación. He construido en muchos sitios: Bermeo, Gernika, Muxica, Bilbao... y puedo decir que he disfrutado mucho con mi trabajo".

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