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El 1 de Mayo

La ausencia de convenio sectorial en el Metal abre diferencias salariales de hasta un 43%

Guipúzcoa, que lo firmó en 2006, tiene las retribuciones más elevadas frente a Álava y Vizcaya

Pedro Gorospe

La ausencia de convenio sectorial del Metal en Álava y Vizcaya desde 2003 ha provocado que haya unas diferencias salariales con Guipúzcoa, que sí lo firmó en 2006, de hasta un 43%. Esa brecha -en el caso de un oficial de primera, va desde los 13.883 euros brutos anuales de Vizcaya, a los 15.602 de Álava y los 19.840 de Guipúzcoa- la sufre sobre todo la nueva mano de obra en pequeñas empresas. Pero además tiene otros efectos. "En muchas firmas no se cumplen ni siquiera las recomendaciones de la patronal de actualizar el IPC", critica el responsable de estudios de CC OO, Luis Muñamer.

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Los principales afectados por esa situación son los nuevos empleados de las pequeñas empresas, muchas de ellas subcontratistas de los sectores público y privado. Los empresarios se limitan a aplicar las tablas salariales, de forma que las diferencias provinciales son muy importantes: llegan a fluctuar entre el 31,3% del oficial de segunda y el 42,9% del de primera.

En los dos casos está mejor pagado el contratado en Guipúzcoa, pero, en mayor o menor medida, esas diferencias son similares en las 71 categorías laborales de las tablas provinciales. Unos salarios que sólo se actualizan cada vez que hay un acuerdo en la mesa sectorial. "Es difícil saber si los empresarios acuden a uno u otro territorio para contratar en función de esa situación, pero lo cierto es que sí existe un riesgo evidente de dumping social", explica Muñamer.

Subasta a la baja

Según este sindicalista, la diferencia de coste de la mano de obra propicia que determinadas empresas, sobre todo las especializadas en prestar servicios que subcontratan las más grandes y la Administración pública, puedan ofertar precios inferiores por el mero hecho de haber firmado los contratos en una u otra provincia. "La subcontratación se ha convertido en una auténtica subasta en la que las empresas pujan. En ese contexto, está claro quién tiene ventaja", señala el responsable de CC OO.

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De los 165.202 trabajadores del Metal en Euskadi, el 44% (72.375) están empleados en este tipo de empresas que tienen una plantilla de menos de 50 trabajadores. Se trata del mayor colectivo dentro del sector y el más vulnerable si no hay convenio sectorial. Ellos también son los principales sufridores del segundo efecto negativo de la ausencia de acuerdo provincial, la congelación de sus salarios, que en algunos casos ni siquiera recoge la actualización del IPC.

Cuando no se firma el convenio sectorial, la patronal suele recomendar a las empresas que lo actualicen, pero no es un hecho generalizado. Cada vez son más los centros de trabajo cuyas plantillas denuncian la congelación salarial total.

Precisamente, ésta es una de las razones del atasco de las mesas de negociación en Álava y Vizcaya. El elevado coste que puede suponer a las pequeñas empresas tener que actualizar ahora ese concepto ha abierto un nuevo frente en la negociación de las mesas. Las patronales se niegan a negociar la retroactividad de las actualizaciones del IPC desde 2003, en el caso de Álava y de Vizcaya. La dureza de la posición empresarial en las negociaciones del metal logró en 2004, en un escenario de división sindical, unir a los cuatro sindicatos, ELA, CC OO, UGT y LAB, para convocar la huelga llevada a cabo el 28 de junio de aquel año.

En la última reunión de la Mesa de Álava, el pasado día 27, SEA Empresarios Alaveses volvió a plantear una subida de ocho horas en la jornada laboral y rechazó cualquier subida salarial, incluso la vinculada al IPC, y apostó "relacionarla a la productividad".

Los empresarios quieren introducir medidas contra el absentismo. Dicen que se ha elevado en el 34% en una década y supone un coste laboral de 54 millones de euros anuales en Álava. El argumento de SEA es que ese sobrecoste y la baja productividad, se suman a unos altos costes laborales que obligan a un ajuste severo. "De no adoptar medidas urgentes para atajar la situación de las empresas, se pondrá en serio peligro el empleo del sector", afirman fuentes de SEA.

Los sindicatos indican que la falta de convenio genera, además, una individualización de las relaciones laborales que es muy beneficioso para las patronales.

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Sobre la firma

Pedro Gorospe
Corresponsal en el País Vasco cubre la actualidad política, social y económica. Licenciado en Ciencias de la Información por la UPV-EHU, perteneció a las redacciones de la nueva Gaceta del Norte, Deia, Gaur Express y como productor la televisión pública vasca EITB antes de llegar a EL PAÍS. Es autor del libro El inconformismo de Koldo Saratxaga.

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