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Entrevista:ALEJANDRO LANDES | Director de 'Porfirio'

"El cine construye sueños para vivirlos despierto"

Alejandro Landes está encantado en San Sebastián. Es la primera vez del cineasta en el Zinemaldia y en Euskadi, la tierra de sus antepasados, y espera además de promocionar su último trabajo, Porfirio, que ha competido en la sección Horizontes Latinos, disfrutar de la ciudad. La cinta dibuja la historia de Porfirio Ramírez, El aereopirata, un tetrapléjico colombiano, que secuestró un avión para exigir al gobierno de su país el cobro de una indemnización.

Pregunta. ¿Por qué decide contar la historia de Porfirio Ramírez?

Respuesta. De forma instintiva. Me encontré con esta historia en una reseña chiquita de un periódico internacional y se quedó conmigo. Leemos historias de violencia extraordinaria que alimenta un periódico pero nos olvidamos de ellas con el desayuno del día siguiente. Estaba interesado en lo que hay detrás, en el porqué, en la humanidad latente.

"Busco emociones y sensaciones. Es lo que tenemos de universal"

P. Por eso decide que en Porfirio el espectador sólo intuya el momento del avión.

R. Sucede de todo y de nada. Hay un elemento hollywoodiano que es el secuestro de un avión, granadas y demás pero la película es anticlimática. Existe un círculo narrativo más que un arco narrativo. El primer plano y el último son los mismos, el personaje arranca en una cárcel figurativa, que es su casa, su cuerpo y termina en una cárcel literal. Le mandan de vuelta a su domicilio y le mantienen ahí confinado.

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P. Porfirio se representa a sí mismo y el resto del elenco tampoco son actores, si no hijos, vecinos, del protagonista. ¿Cómo ha trabajado con ellos?

R. Trabajé mucho con ellos pero nunca hurgando ni buscando algo psicológico o emocional, simplemente ejercicios de mecánica. Que no piensen en lo que hacen, que directamente lo hagan. Tenía una cámara digital y constantemente les pedía que hicieran cosas y las repitieran. Nunca les di el guión. Alquilé la casa, llevé allí a vivir a Porfirio, luego a la mujer y a su hijo y un mes antes de disparar el primer cuadro ya vivían como una familia. Después de este proceso había momentos en los que explotaban cosas porque sí. La primera vez que se desnudan y van a hacer el amor ella mira en sus ojos y le dice por qué lloras, y le contesta porque te amo. Eso no lo escribí, ni lo pedí, ni lo busqué.

P. ¿Cómo reaccionó Porfirio cuando le planteó el proyecto?

R. Cuando llegué estaba muy frío. Mucha gente había llamado a su puerta porque era una historia que todo el mundo quería saber pero nadie regresó. Pero yo sí y a medida que le volvía a visitar se fueron bajando las barreras. Cuando le planteé hacer la película me contestó: "Por supuesto, si yo soy muy importante". Me jugué mucho porque no sabía si iba a poder actuar, desarrollar el papel.

P. ¿Cuál es su concepción del cine?

R. Busco emociones y sensaciones. Es lo que tenemos universal. Se puede hablar del contexto, de Colombia, de la violencia, del narco, de la corrupción, pero si algo compartimos todos es la sensación. El cine tiene que construir un sueño para vivirlo despierto. Para tratar algo universal tienes que ir al grano, a lo más pequeño, a la persona y entonces es cuando encuentras una historia grande. Estas violencias raras suceden a lo largo de todo el mundo. Hace poco un hombre secuestró un avión en México y pidió hablar con el presidente. Son hechos rabiosos sin bandera. Al principio cuando lees estas historias en un periódico piensas que no tienen relación contigo pero al final, tal vez pienses bueno, según el contexto, la situación.

Una estética propia

Porfirio cuenta la historia de Porfirio Ramírez, conocido por todos en Colombia, como El aereopirata, después de secuestrar un avión con dos granadas. Sólo quería que el Gobierno de Álvaro Uribe le concediera una indemnización. En una redada, un policía le disparó dos tiros en la espalda y le dejó postrado en una silla de ruedas. Adiós a los negocios y a la vida que hasta entonces se había construido. El director de la cinta, Alejandro Landes, ha empleado una estética particular para contar la historia de El aeropirata.

El trabajo está grabado íntegramente con la técnica del cinemascope, un sistema que comprime las imágenes y que normalmente es utilizado en otro tipo de películas, como los western, explica el realizador. La técnica empleada además ha obligado al director colombiano a tener que reservar con cuidado los fotogramas y no desperdiciar película.

Estéticamente la película también se caracteriza por la horizontalidad de los planos, tomados a unos pocos centímetros del suelo para recrear la visión de una persona obligada a moverse en una silla de ruedas, como es el caso de Porfirio. Un recurso, añade Landes, empleado en el cine de origen japonés, en el que algunas películas la referencia se sitúa en unos personajes sentados en un tatami.

Alejandro Landes

Alejandro Landes (São Paulo, 1980) nunca se planteó hacer cine hasta que comenzó a rodar su primer trabajo, Cocalero, un documental en torno a la figura de Evo Morales. Acaba de presentar su segundo trabajo en San Sebastián, Porfirio, precedido de éxito en el Festival de Cannes, Bélgica y Amsterdam. La película -todavía no tiene fecha de estreno en España- ya se ha proyectado en las salas de Holanda con una buena recepción entre el público y la crítica, según explica el realizador.

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