_
_
_
_
_
Elecciones 27M

La congestión vial ahoga Euskadi

Un especialista apunta que pagar por la movilidad es la única medida para reducir el uso del coche

Los problemas de congestión del tráfico en las carreteras vascas vuelven a ser uno de los asuntos de debate en la campaña electoral. La red de carreteras en Euskadi se prolonga a lo largo de 4.263 kilómetros, de los que 495 son autopistas, autovías y vías de doble calzada. Los accesos a las capitales, especialmente los de Bilbao y San Sebastián, están al límite de su capacidad y las retenciones son continuas cada jornada laborable en las horas punta.

Más información
"Pagar peaje para entrar en Bilbao o San Sebastián va a ser irremediable"

A ello se añade la situación de la comunidad autónoma como punto de tránsito transeuropeo, que hace que por el paso fronterizo de Irún-Biriatou discurren cada día más de 10.000 camiones, cerca de un 40% más que en 2003. El problema del transporte pesado es especialmente significativo: el 80,8% de las mercancías viaja en camiones a lo largo de Euskadi y sólo el 16,2% recurrre a la vía marítima, mientras que en Europa estos porcentajes son del 44% y el 41%, respectivamente. Éste es uno de los déficits del sistema.

La falta de competitividad de los otros medios de transporte (ferrocarril, barco y avión) ha supuesto una sobreutilización de la red viaria, que acapara el 80% del transporte de viajeros. Todo esto tiene unos elevados costes, ya cuantificados por el Gobierno. El último informe elaborado por el Departamento de Transportes cifra en casi 2.000 millones anuales los costes originados, el 80% de ellos debido a los accidentes de tráfico, la contaminación del aire y los atascos. El estudio sitúa al vehículo privado como el principal causante de este gasto económico, con más de 1.000 millones de euros, muy por encima del transporte de mercancías por carretera (471 millones).

Mikel Murga, un ingeniero que trabaja en la resolución de los problemas del tráfico y del transporte y que elaboró la nueva OTA y el plan de movilidad segura de Bilbao, reflexiona sobre este importante problema. Su experiencia en Estados Unidos, donde imparte clases, un país con problemas más graves de movilidad debido a la dimensión y el estilo de vida de sus ciudades, le lleva a vaticinar que se tendrán que implantar en las capitales vascas peajes urbanos como en Londres, y que incluso las empresas situadas en las afueras tendrán que pagar tasas por el transporte de sus empleados.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_