Los contratos de las ETT caen por vez primera desde 2003

El termómetro de las Empresas de Trabajo Temporal (ETT) anuncia un cambio de ciclo. Por vez primera desde el año 2003, las ETT han visto caer su número los contratos que ponen a disposición de las empresas vascas, en concreto en un 1%. Y ello sucede después de que la economía haya estado creciendo de forma ininterrumpida los últimos 14 años en la comunidad autónoma, de ellos los dos últimos con crecimientos por encima del 4%. El Gobierno vasco redujo esas previsiones la pasada semana desde el 3,2% que había anunciado el pasado mes de febrero hasta el 2,7%.

La crisis del ladrillo no les afecta porque no pueden facilitar contratos al sector

Aunque la caída de la actividad de las ETT se ha limitado a ese exiguo 1% del último trimestre, el dato cobra especial relevancia por cuanto el sector había estado ofreciendo crecimientos que se acercaban cada año a los dos guarismos, y siempre por encima del 7%.

Además, a las ETT no les afecta directamente la crisis del ladrillo, ya que por ley no pueden facilitar contratos a la construcción. Esta restricción legal también se da en otros dos países europeos, Noruega y Grecia. Pueden sufrir de forma indirecta por el efecto dominó que se trasladará a la industria auxiliar y de servicios a la construcción.

El dato procede de la patronal de las grandes empresas de trabajo temporal (AGETT), que agrupa a las principales firmas del sector en toda España, como Adecco, Alta Gestión, Eulen, Flexiplan, Laborman, Randstad y Start People.

En Euskadi, esas empresas representan el 47% de todo el sector y sus datos tienen un significado adicional, porque las empresas de la comunidad autónoma recurren a las ETT cerca de diez puntos por encima de la media del resto de España. La tasa de intermediación de estas firmas en Euskadi asciende al 26,5%, la más alta de todo el territorio nacional, frente al 16,6% de la media española registrada el año pasado.

Ese dato se explica por el mayor peso del sector industrial en el PIB vasco que el que tiene en el resto de España, y cuyo diferencial coincide prácticamente con esos diez puntos citados.

De hecho, la intermediación de las ETT en el sector industrial es muy alta. De cada 100 contratos temporales que se firmaron en Euskadi el año pasado, 77 se realizaron a través de este tipo de compañías.

La patronal AGETT, sin embargo, rechaza que sus empresas asociadas hagan aumentar la temporalidad, y pone como ejemplo la comparación entre lo que sucede en Euskadi y en el conjunto de España. En el País Vasco, la tasa de temporalidad se quedó el año pasado en un 28,1%, mientras que la penetración de las compañías de AGETT sobre el total de los contratos temporales fue del 26,5%, un total de 113.385. En el resto de España aquella tasa fue del 31,7%, y sin embargo el impacto de las principales compañías sobre el total de los contratos temporales se quedó en el 16,6%.

La patronal de las ETT no cree que haya que alarmarse demasiado, entre otras cosas porque si en el resto de España la industria y los servicios están sufriendo algo más la desaceleración, en Euskadi el frenazo sólo lo están notando los servicios.

Si en 2007 los contratos en la industria cayeron un 6,7% y el sector servicios creció hasta un 12,4%, en el primer trimestre de este año se ha invertido la tendencia. La industria ha comenzado a absorber el empleo que pierde la construcción, y los servicios, que empujaron con fuerza el pasado ejercicio, han perdido un 3% en lo que va de año, arrastrando a números negativos la estadística general. En Euskadi, 24 de cada cien afiliados a la Seguridad Social trabajan en el sector industrial.

Por provincias, en el primer trimestre de 2008, los contratos crecieron en Álava un 5% con aportaciones positivas de todos los sectores. Guipúzcoa y Vizcaya son las que hunden la estadística con decrecimientos del 2% y del 3% respectivamente, por el efecto que está generando la desaceleración en el sector de los servicios.

El sector industrial se mantuvo con crecimientos de dos dígitos en todas las provincias del País Vasco.