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"Las cosas no se han hecho bien en el centro de Deba"

El Ararteko ratifica sus críticas a la gestión foral y pide más prevención

"Las cosas no se hicieron bien en Deba y el centro deberá cambiar. La Diputación siempre nos ha pedido más tiempo y esperemos que ahora las cosas vayan en la dirección debida". El ararteko, Iñigo Lamarca, reafirmó ayer ante las Juntas Generales que el centro de menores extranjeros de Deba, creado por la Diputación de Guipúzcoa supuestamente para atender a los más conflictivos, no cumplió desde su creación en febrero lo exigido por la ley en materia de protección de menores, al privarles de atención educativa y de su derecho a ser escuchados, entre otras cosas. Decenas de jóvenes inmigrantes denunciaron malos tratos y abandono ante la Justicia. Tras fugarse, protagonizaron una ola de delitos que causó una gran alarma social.

"La Fiscalía ha hecho su trabajo", recalcó el Defensor del Pueblo vasco

Lamarca compareció para explicar las conclusiones de su resolución, efectuada a raíz de una denuncia de SOS Racismo, hecha pública en septiembre. Ratificó que su informe refleja de forma "precisa, rigurosa y veraz" el funcionamiento del centro entre febrero y agosto. También explicó que existen recursos para tratar el comportamiento de los menores con trastornos de conductas y recalcó que los del País Vasco, que funcionan adecuadamente, atienden a "poquísimos" jóvenes inmigrantes. La prevención, con tratamientos individualizados, ha demostrado ser efectiva, añadió. También pidió que el debate no se quede en lo local, ya que todas las instituciones deben dar una respuesta conjunta a este fenómeno migratorio: "El Gobierno central y la Unión Europea han mirado hacia otro lado".

Lamarca mantendrá una reunión con la responsable de Política Social, Maite Etxaniz (Hamaikabat) para escuchar directamente los cambios que la diputada anunció en su comparecencia del 29 de octubre -Deba dejará de ser el centro para los más conflictivos y pasará a ser la segunda fase del recorrido-. Etxaniz defendió su gestión alegando que varias modificaciones del centro no estaban reflejadas en la resolución del Ararteko, a pesar de que la Fiscalía también exigió cambios sustanciales a mediados de octubre. "La Fiscalía ha hecho su trabajo", destacó Lamarca, cuya institución tendrá que pronunciarse más veces sobre el centro ante la multitud de quejas recibidas.

Tras una dura crítica de la juntera del PP Asunción Guerra, que dejó entender que el informe del Ararteko hablaba sólo de los derechos de los jóvenes y no de sus deberes, Lamarca respondió que su papel es exigir el cumplimiento de la ley y que ésta también pone al alcance de padres y tutores instrumentos para que los jóvenes cumplan con sus obligaciones.

Los vecinos de Deba también comparecieron para informar sobre cómo el centro ha afectado la convivencia en el barrio.

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Los partidos

- EB y Aralar, que desde el principio dieron credibilidad a las denuncias de SOS Racismo, mantuvieron su critica de la gestión foral. Hamaikabat defendió la gestión de su formación en Política Social; el PNV habló de la atención a reincidentes, y el PSE recalcó la necesidad de "un nuevo modelo" que garantice la reinserción de los menores.

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