El descenso de los accidentes mortales no afectará al programa de trasplantes
Osakidetza apelará a la solidaridad de las familias para mantener las donaciones
El notable descenso de la mortalidad en las carreteras y en los accidentes laborales "en absoluto" repercutirá en los programas de transplante de órganos, en la medida en que esa disminución se compensará con otras alternativas dirigidas a mantener la "alta tasa" de donación de órganos que existe hoy en Euskadi. Así lo aseguró ayer el coordinador de Transplantes del País Vasco, Joseba Aranzabal, quien destacó que la comunidad autónoma mantuvo en 2009 su liderazgo mundial en donaciones, con 38,5 donantes por cada millón de habitantes.
Esta cifra es muy próxima al 40 por millón que la Organización Mundial de la Salud (OMS) considera óptima, y sitúa al País Vasco por encima de la media estatal (34,2%) y europea (18,1%). No obstante, la tasa de donaciones descendió en 2009 un 2% respecto a 2008, cuando Euskadi alcanzó los 40,7 donantes por millón de habitantes. El motivo no es otro que la diminución en un 29% del número de muertes en accidente de tráfico, lo que se ha traducido en 22 fallecidos menos en 2009, a lo que ha sumado una menor siniestralidad laboral mortal.
Esto se ha visto compensado con una actitud más favorable por parte de los familiares a donar órganos de sus allegados. La tasa de negativas pasó del 14% al 10% el año pasado, lo que sitúa al País Vasco ocho puntos por debajo de la tasa media recomendada por la Organización Nacional del Transplante, que ronda el 18%, y muy por debajo de la media europea.
Precisamente, para compensar la disminución de donaciones derivada del menor número de siniestros laborales y de tráfico, Osakidetza tratará de que el porcentaje de negativas familiares "llegue a cero", reforzando las campañas que realizan las asociaciones, al entender que "aún hay un margen de mejora importante en ese campo".
Asimismo, fomentará alternativas como el trasplante de riñones inter vivos por parte de familiares de los enfermos.
Aranzabal aseguró que, se mantendrán las tasas de donaciones, que el año pasado hicieron posibles que 116 ciudadanos del País Vasco recibieran un transplante renal, 49 de hígado, nueve de corazón y 14 de pulmón. Actualmente, entre 190 y 220 personas esperan un trasplante renal, de 25 a 30 uno hepático y entre tres y seis, cardiaco o pulmonar.
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