Los diocesanos críticos rechazan a Iceta como obispo de Bilbao

El grupo de 677 diocesanos vizcaínos que el jueves reclamó su participación en la designación del nuevo obispo de Bilbao descartó ayer la figura del actual prelado provisional, Mario Iceta, como sucesor definitivo de Ricardo Blázquez. El sector crítico, en el que está representada una parte significativa de la Iglesia local, se mostró partidario de un candidato más "abierto a la participación" e identificado con los "problemas reales de la gente", aunque declinó proponer aspirantes al cargo.

El grupo, integrado por laicos, religiosos y sacerdotes, se opone en realidad a la "marcha atrás" que, a su juicio, ha dado la Iglesia en los últimos tiempos en lo que a su apertura respecta. Considera que Iceta "no es el candidato idóneo" por la continuidad que representa respecto a Blázquez, con quien asegura que tampoco mejoraron las relaciones con la comunidad, pese a que su gestión "mejoró" con el paso de los años. Por eso, rechaza la "imposición" del nuevo obispo y se confiesa a la espera de una respuesta a su petición de participación en el nombramiento por parte del nuncio en España, Renzo Fratini.

El grupo sopesará a mediados de mes nuevas acciones de protesta

Aunque no descartan la contestación, los críticos consideran que en todo caso será "diplomática" y no abordará su reivindicación en profundidad. Por eso, no descartan nuevas medidas de protesta. En este sentido, darán un plazo oportuno a Fratini para responder, si bien ayer ya avanzaron una próxima reunión "abierta" para el próximo día 16 en Bilbao, en la que analizarán la situación y "de la que quizá saldrá algo", pese a que aún carece de orden del día.

"No tenemos una estrategia definida ni es nuestra voluntad, pero llegue quien llegue nos preguntaremos: ¿y ahora qué?", advirtieron tajantes, aunque no consideran que la situación pueda desembocar en una polémica como la que se ha dado en Guipúzcoa con la designación de José Ignacio Munilla como obispo de San Sebastián, en sustitución de Juan María Uriarte.

Ajeno a cualquier vinculación ideológica, el grupo asegura que no ha buscado expresamente una movilización de los diocesanos. Su reivindicación, apuntan sus componentes, tampoco es novedosa, ya que peticiones similares se dieron "también con obispos anteriores". Aunque integrado en su mayoría por laicos y religiosos, el colectivo tiene su origen en un programa formativo impulsado por una veintena de curas, en su mayoría de la Margen Izquierda.

El entorno de Iceta ha definido la polémica como una "maniobra de presión", pero los críticos insisten en que la participación de la Iglesia local en el nombramiento se recoge "como válida" en el Código de Derecho Canónico.