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Un documental evoca la infancia de Oteiza desde su pensamiento

La película es el primer capítulo de una serie de seis sobre el artista

Maribel Marín Yarza

Jorge Oteiza (Orio, 1908-San Sebastián, 2003) despertó al arte y la poesía en Orio. Allí, oculto en uno de los hoyos de su playa, sintió por primera vez la necesidad de evadirse y también allí inició el camino hacia la escultura, amasando pan en el horno de la familia Leunda. El documental Oteiza tiembla, el primer capítulo de un proyecto de seis para conocer a Oteiza, desde Oteiza, recrea esa época. Sus directores, Félix Maraña y Nuria Ruiz Cabestany, lo presentarán hoy en el Koldo Mitxelena de San Sebastián.

La película, producida por Elixir Films con la colaboración de ETB, resume veinte años de la vida del escultor, de 1910 a 1930, a lo largo de 26 minutos. Y lo hace a través de una mezcla de imágenes cedidas por la televisión autonómica, fotografías de la época, recorridos por algunas de sus obras más emblemáticas y estampas recreadas de la mano de un niño actor. "Se trata de un formato convencional, televisivo, un documental al uso, que lo que pretende es ante todo que Oteiza hable desde Oteiza. Todo lo que aparece en la película, todas las afirmaciones que aparecen en la película literalmente las dijo el escultor", explicó el escritor Félix Maraña, autor también del guión. "Yo no he hecho más que conformarlas, darles sentido y arroparlas en torno a un discurso visual que tiene sus tiempos, sus medidas, sus ritmos y sus silencios".

Oteiza tiembla. La respiración de la ría: el niño en Orio, con música de Benito Lertxundi, evoca un espacio y un momento que fueron definitivos para la carrera de un artista de carácter que se ganó la fama de cascarrabias y polémico. Allí, dice Maraña, se construyó a sí mismo: se sorprendió con los espacios, aprendió a amasar el pan y se dejó seducir por el oficio de escultor.

Viaje de evasión

Todo esto lo explica en parte el documental nada más comenzar con unas palabras que Oteiza escribió y ahora reproduce una voz en off. "De muy niño, en Orio, donde he nacido, mi abuelo solía llevarnos de paseo a la playa. Yo sentía una enorme atracción por unos grandes hoyos que había en la parte más interior (...) Era un viaje de evasión desde mi pequeña nada a la gran nada del cielo en la que penetraba para escaparme, con deseo de salvación. En esa incomodidad o angustia del niño despierta ya el sentimiento trágico de la existencia que nos define a todos de hombre y nos acerca de algún modo a uno de estos tres caminos de salvación espiritual que son la filosofía, la religión y el arte...".

El testimonio de Oteiza, fundador del grupo Gaur y autor de la estatuaria del santuario de Aránzazu, otorga al documental una atmósfera envolvente que recorre toda su juventud, justo hasta el momento en el que el artista decide abandonar Orio (1931) para trasladarse a Madrid. Allí emprendió un nuevo camino que más tarde le llevaría a Suramérica y a forjarse una carrera por la que en 1957 ganó la Bienal de Sao Paulo. Pero ni esta parte de su trayectoria, ni la que siguió a su propósito experimental y sus trabajos poéticos se ven de lleno en Oteiza tiembla, película que ha salido a la venta en formato DVD -por el momento no está previsto su pase en televisión-. Porque esta es la primera entrega de una serie de seis documentales que Maraña y Cabestany proyectan realizar. Oteiza experimenta, el segundo capítulo, comenzará a realizarse en 2007. Luego le seguirán Oteiza interviene, Oteiza piensa, Oteiza inventa y Oteiza sueña y dispone. La cinta, que pudo verse en el festival Zinebi de Bilbao, se proyectará hoy en el salón de actos del centro cultural Koldo Mitxelena de San Sebastián.

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