"Nuestro futuro escenario de pactos es poliédrico y no se limita al PP"

José Antonio Pastor se pasa el día entre Bilbao y Vitoria. Es lo que tiene compatibilizar el cargo de secretario general del PSE en Vizcaya con su labor de parlamentario y portavoz del partido en Euskadi. A cambio, posee un profundo conocimiento de la realidad política vasca.

Pregunta. ¿Puede con todo?

Respuesta. El objetivo es unificar todo el mensaje socialista en una misma persona. Éste es un país pequeño y las distancias son cortas. Se puede llevar.

P. Vamos a comprobarlo. Comenzaremos a nivel general. ¿Remonta la imagen del Gabinete López?

R. El 90% de nuestra acción política se ha dedicado a solucionar los problemas diarios de la gente, en especial los económicos, y se va a empezar a reflejar. Por ahora, hemos sido de las primeras comunidades que han salido de la recesión. La mala imagen que se nos achaca procede de un sondeo que se realizó en plena crisis y en un contexto en el que la gran mayoría de los ciudadanos manifestaron su rechazo a la política, en general.

"El PNV cambia su discurso en función de si los días son pares o impares"

"Estamos ante una evidente descomposición absoluta de ETA"

P. Las próximas elecciones son forales y municipales, el año que viene. A nivel de partido, ¿cómo las afrontan?

R. Con la idea de extender el cambio a las diputaciones y buena parte de los Ayuntamientos. Además, queremos presentar listas en el mayor número de municipios posible.

P. ¿Es creíble?

R. Somos el partido con una representación electoral más homogénea en los tres territorios. Queda mucho camino aún por delante, pero los sondeos son buenos. Nos dan mejores resultados que en 2007. Lo que parece claro es que se va a simplificar el mapa electoral vasco con la desaparición de la constelación que conforman las pequeñas agrupaciones.

P. En un escenario limitado a los tres grandes partidos, al PNV le preocupa la generalización de su pacto con los populares.

R. Buscan movilizar a su electorado. Nuestro juego no es contra el nacionalismo ni consiste en extender los acuerdos con el PP. Nuestro escenario de futuros pactos es poliédrico.

P. ¿Se ha echado de nuevo al monte el PNV con su discurso soberanista?

R. Ha vuelto al pasado, aunque de una forma más light. El problema es que no tiene claro por dónde ir. Se mueve entre la necesidad de ser alternativa y el pánico a quedarse fuera de un posible acuerdo abertzale.

P. ¿Por eso reclama el centro de la política vasca?

R. El PNV es quizá el único partido de España que no ha llevado a cabo una reflexión interna. Está desorientado y no tiene un liderazgo claro. Su acción se limita a la deslegitimación socialista y a dar bandazos. Cambia su discurso en función de si los días son pares o impares. Es como si saltara a la comba con un pie a cada lado. El problema es que igual patina algún día y se queda en tierra de nadie.

P. ¿Puede pasarle factura la supuesta trama de corrupción en Álava?

R. Parece que podemos estar ante un caso de relevancia, pero aún no se conocen los cargos concretos que ha imputado el juez. Hay que ser prudentes. No es bueno precipitarse.

P. ¿Se mueve mejor la formación nacionalista en Madrid?

R. El PNV siempre ha tenido la suficiente inteligencia como para modificar su discurso del Ebro hacia abajo. Y le ha dado buenos resultados. Ha conseguido incluso perjudicar nuestra situación en algún caso, pero se ha dado cuenta de que, si quiere interlocución, tiene que hablar con los socialistas vascos.

P. ETA ha asesinado esta semana a su primer gendarme.

R. Les pillaron robando coches, como a unos delincuentes cualquiera. Estamos ante su evidente descomposición absoluta. Creo que afrontamos el principio del fin de la organización terrorista. No quiere ello decir, sin embargo, que vaya a llegar pronto o sin que hagan daño.

P. ¿Qué papel le queda a la izquierda abertzale?

R. ETA ha demostrado que lo va a seguir intentando. El nacionalismo radical debería condenar sus acciones o poner una línea roja irrebasable, pero hoy por hoy sigue preso del terrorismo y sin capacidad de mando.

P. Hablemos del partido. ¿Está cumpliendo su papel de apoyo al Gobierno desde fuera?

R. Estupendamente bien (risas). Estamos cubriendo las espaldas del Ejecutivo y fomentando acuerdos en el Parlamento, sin pasar el rodillo. Sólo una cuarta parte de las iniciativas han salido adelante con el único voto favorable de PSE y PP.

P. En Vizcaya el escenario es distinto. Sus palos son para el Gobierno.

R. Dominan los claroscuros. Tenemos un diputado general muy despistado que no hace más que dar palos de ciego porque no sabe hacia dónde ir. Todas sus apuestas se han convertido en grandes fracasos. Si de poner nota se tratara, yo le daría sólo tres puntos sobre diez. Un suspenso clamoroso.

P. ¿Quiénes van a encabezar la alternativa socialista?

R. El candidato por Vizcaya está ya en cartera y lo decidirá la militancia tras el verano. La idea es que los actuales alcaldes puedan optar de nuevo al puesto. En los demás Ayuntamientos aún no está claro. A nivel territorial, el objetivo es presentar listas en todos los municipios.

P. La capital de Euskadi es...

R. Vitoria, aunque nadie puede cuestionar la hegemonía de Bilbao en muchos aspectos. No sé si el cruce de acusaciones al que hemos asistido formaba parte de un debate predemocrático o de una pelea de barrio.