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La incidencia de la pobreza resulta 13 veces mayor entre los inmigrantes

El estado de necesidad baja ligeramente desde 2004 y afecta a 23.500 hogares

Mikel Ormazabal

Hasta el presente año, la pobreza real se mantiene en el País Vasco en niveles bastante parejos a los de cuatro años atrás, a pesar del proceso de expansión económica que se ha dado en este periodo. Es un fenómeno social decreciente y con una incidencia relativamente baja si se compara con otras comunidades españolas o la media europea. No obstante, en Euskadi todavía hay 68.051 pobres (el 3,2% de la población), la mayoría de los cuales ha tenido durante el último año problemas muy graves para hacer frente a las necesidades más básicas, como la alimentación. El mapa de la pobreza presenta su cara más amarga entre los inmigrantes, donde la situaciones de privación elemental afectan al 25,6% de este colectivo.

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La última Encuesta de Pobreza y Desigualdades Sociales 2008, que realiza cada cuatro años desde 1986 el Departamento de Justicia, Empleo y Seguridad Social, sitúa el índice de pobreza real en el 3% de los hogares (23.539), ligeramente por debajo del de 2004, cuando se encontraba en el 3,9%. El consejero Joseba Azkarraga explicó que mientras la tasa entre la población autóctona es de "apenas" el 1,9%, ésta se multiplica por trece (el 25,6%) en el caso de los extranjeros empadronados en Euskadi. La desproporción es aún más elevada (el 31%) entre los ciudadanos extracomunitarios.

El fenómeno de la pobreza está más presente en los hogares monoparentales (10,1%) o unipersonales (4,2%), y se reduce notablemente en las familias tradicionales (biparentales) con o sin hijos. El problema se agudiza cuando en un hogar la persona principal tiene más de 45 años y es dos veces superior a la media cuando la cabeza de familia es una mujer (el 6,4%).

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El estudio del Gobierno permite ver la evolución de la pobreza a lo largo de los últimos 25 años, periodo en el que las situaciones más extremas de necesidad se han reducido notablemente, pasando del 8,3% en 1986 al 3,2% actual.

Además de la pobreza real, el trabajo establece otras dos categorías más para graduar los niveles de necesidad: la pobreza de mantenimiento -cuando en un momento puntual no hay ingresos suficientes para hacer frente a las necesidades más elementales- y la pobreza de acumulación, que refleja una incapacidad estructural para mantener un nivel de vida mínimamente adecuado por deficiencias en la vivienda, falta de ahorros, etc.

La pobreza de mantenimiento afecta al 4,6% de los hogares (36.955) y al 4,1% de la población, unos índices que han bajado muy poco en los últimos cuatro años, aunque Azkarraga explicó que durante este periodo han aumentado en 55.000 el número de hogares por el aumento de la inmigración y de los jóvenes que se han independizado.

El índice de pobreza de acumulación, que se sitúa en el 0,5% de los hogares y el 0,7% de la población, también ha descendido en el mismo cuatrienio, según los datos ofrecidos por Azkarraga. Los hogares donde se vive alguna de estas dos situaciones de riesgo se elevan a 39.737 (el 5% del total) y afectan a 100.250 personas.

En el contexto europeo, y tomando como referencia las cifras de pobreza de mantenimiento, el País Vasco presenta una posición "mucho más favorable" que la media, sólo mejorada por países como Finlandia y la República Checa, aseguró el consejero de Justicia. Teniendo en cuenta el indicador de bajos ingresos, añadió Azkarraga, la incidencia en la comunidad autónoma es del 14,8%, un 1,2% inferior a la media europea y un 5,2% menor que la española. También estacó que Euskadi ha conseguido este año situarse por debajo de la media de la UE en lo relativo a la pobreza real.

Otra de las variables recogida en la encuesta hace referencia a la sensación de precariedad o ausencia de bienestar, que incluye a quienes no alcanzan de niveles de comodidad económica pero tampoco pueden ser considerados pobres. En este escalón se encuentran 184.237 hogares (el 23,1%) y 454.089 personas.

"La crisis está perjudicando más al extranjero"

Uno de cada cuatro inmigrantes residentes en Euskadi se encuentra en una situación de pobreza real y casi un tercio de los que proceden de países de fuera de la UE tiene dificultades para alcanzar una posición económica digna. Es el colectivo más castigado y vulnerable en el País Vasco. El director de SOS Racismo de Guipúzcoa, Agustín Unzurrunzaga, sostiene que esta problemática se ha acentuado a lo largo del último año, fruto de los efectos de la crisis económica: "En época de crisis son los más perjudicados. Ha crecido considerablemente el número de personas inmigrantes que ha caído en el desempleo y también se está observando una mayor presencia de estas personas en los comedores de Cáritas o en el Banco de Alimentos. Han aumentado las situaciones de exclusión social".

Los inmigrantes están siendo los paganos del aumento general de la precariedad laboral, sostiene Unzurrunzaga. Para estas personas resulta más acusado porque "muchos están perdiendo su permiso de trabajo y de residencia al no poder acreditar el tiempo suficiente de cotización a la Seguridad Social que exige la ley". La consecuencia es que muchos inmigrantes se refugian en la economía sumergida para poder subsistir.

El consejero Joseba Azkarraga apuntó ayer que la lucha contra la desigualdad social y la pobreza "seguirá siendo una cuestión prioritaria" para el Ejecutivo autónomo. Destacó el coste de las Ayudas contra la Exclusión Social (AES) y la renta básica, que este año suponen 198 y 38 millones de euros, respectivamente. Ese montante ascendía a 89,6 millones hace ahora siete años, detalló.

La renta básica para los pensionistas tiene reservada una partida de 24,7 millones de euros para el próximo ejercicio, en el que también se habilitará una consignación para el denominado complemento de vivienda con el que "hacer frente al encarecimiento del coste de acceso a un piso". No obstante, Azkarraga abogó por "no caer en la complacencia" y luchar contra la pobreza "desde las políticas públicas".

En opinión del consejero, los datos que refleja la encuesta de 2008 "permiten hablar de un impacto diferencial de las políticas vascas de lucha contra la exclusión", aunque advirtió de que, mientras las situaciones de pobreza no terminen, habrá motivos para "no pecar de triunfalismos, menos aún en épocas en las que vuelven a reaparecer los peores síntomas de la crisis". El consejero aseguró que si la actual coyuntura económica llega a su fin el año que viene la variación de los índices de la pobreza será muy pequeña ("medio punto") con respecto a los datos recogidos en la encuestra de 2008.

Azkarraga no dejó pasar la ocasión de sostener que el tripartito podría ser más eficaz contra la pobreza si dispusiese "de todos los resortes que proporcionaría la asunción de competencias tan vitales como las políticas globales de empleo".

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Sobre la firma

Mikel Ormazabal
Corresponsal de EL PAÍS en el País Vasco, tarea que viene desempeñando durante los últimos 25 años. Se ocupa de la información sobre la actualidad política, económica y cultural vasca. Se licenció en Periodismo por la Universidad de Navarra en 1988. Comenzó su carrera profesional en Radiocadena Española y el diario Deia. Vive en San Sebastián.

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