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Un juez investiga los seis casos de silicosis en una marmolería vizcaína

La Fiscalía exculpa a la empresa y denuncia a los fabricantes y las mutuas

Pedro Gorospe

El Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número cuatro de Gernika ya ha dado los primeros pasos para investigar las posibles responsabilidades penales en el caso de una pequeña marmolería familiar de Bermeo en la que enfermaron de silicosis seis de sus 11 trabajadores, tres de ellos familiares del dueño de la firma.

El pasado 23 de abril, el juez comunicó la denuncia de la Fiscalía de Vizcaya a los representantes legales de las empresas Silestone y Caesarstone, fabricantes de las encimeras y revestimientos de cocinas y baños que se cortaban en la marmolería, y a varios técnicos de Mutualia y Malga Servicios Empresariales, con las que la empresa tenía subcontratada la prevención de riesgos. La denuncia aprecia indicios de sendos delitos contra la seguridad y salud de los trabajadores cometidos desde 1991, en concurso con otros seis delitos de lesiones imprudentes.

Los niveles de silicio superaban hasta cien veces los límites legales

La Fiscalía, que exculpa de cualquier responsabilidad a la empresa de Bermeo, Marmolería Cid, critica en su escrito que tanto los técnicos de prevención como los fabricantes y distribuidores "han realizado su trabajo de forma ineficiente", lo que derivó en que los seis trabajadores de la firma familiar enfermaron de silicosis.

La fiscal de Prevención de Riesgos Laborales denuncia a la compañía Cosentino Sur, que tiene registrada la marca Silestone, y a Levantina y Asociados de Minerales, distribuidora de Caesarstone, una marca producida en Israel por la compañía Scot-Yam, por no facilitar información sobre la composición de los aglomerados de cuarzo que fabricaban, pese a estar obligados a ello.Mientras, los técnicos de las citadas mutuas son acusados por no informar de ese riesgo y no adoptar las medidas de vigilancia de la salud necesarias.

Los fabricantes y distribuidores no ofrecieron datos precisos del contenido de sus productos hasta 2009, pese a su alta concentración de silicatos. La marmolería los cortaba y manipulaba desde 1991. "La inhalación masiva o continuada de sílice cristalina puede causar fibrosis pulmonar y neumoconiosis, como la silicosis", recordaba el informe de la Inspección de Trabajo que investigó los seis casos.

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El Instituto Nacional de Silicosis estimó en otro informe que los empleados de la marmolería vizcaína estuvieron expuestos a niveles de concentraciones diarias de silicio en aire entre 50 y 100 veces superiores a lo permitido. Si el límite de exposición diaria a la cristobalita, un subproducto del dióxido de silicio, se sitúa en 0,05 miligramos por metro cúbico, en la firma familiar se registraban cinco miligramos. Para el cuarzo, el valor límite admisible se fija en 0,1 miligramos por metro cúbico; la plantilla de la marmolería trabajó durante años respirando aire con concentraciones de hasta cinco miligramos por metro cúbico. Pese a ello, hasta abril de 2009, recuerda la fiscal, tanto esta marmolería como la mayor parte de las empresas del sector en Vizcaya no recibieron de los fabricantes la primera ficha de datos de seguridad con la composición del producto. En cambio, los usuarios de este mismo producto en Estados Unidos disponían de esos datos desde 2006.

La Inspección de Trabajo dejaba muy claro en su informe, y lo repite la Fiscalía, que la legislación vigente establece que "la responsabilidad de identificar los peligros de las sustancias y mezclas debe recaer en sus fabricantes, importadores y usuarios intermedios".

El Silestone está compuesto, entre otras sustancias, por un 13% de cuarzo y un 71% de albita, un silicato compuesto a su vez por casi un 70% de dióxido de silicio. El Caesarstone es sílice cristalino en un 90%.

"En el origen de la inexistencia de medidas adecuadas de prevención se halla la falta de información sobre el producto (aglomerados de cuarzo)", citan la Inspección de Trabajo y la fiscal. El juzgado ya ha ordenado diversas diligencias a petición de la Fiscalía, entre ellas la declaración de los representantes de las empresas fabricantes y de las mutuas.

Petición de Confebask

La patronal Confebask solicitó el pasado jueves en la Mesa de Diálogo Social que la próxima campaña específica de Osalan, el Instituto Vasco de Seguridad y Salud Laborales, se dedique a prevenir la silicosis. La anterior campaña de prevención, relativa a las caídas en altura, ha sido considerada un éxito por los agentes sociales. La patronal quiere que ahora le siga la silicosis ante la posibilidad de que afloren numerosos casos más.

La preocupación en Confebask ha aumentado, sobre todo desde que la Asociación Empresarial de la Piedra y el Mármol de Vizcaya escribiese una carta a todos sus asociados advirtiéndoles de que las medidas de seguridad adoptadas hasta entonces con los aglomerados de cuarzo no eran válidas.

Los empresarios habían adoptado a la hora de trabajar con esas encimeras de colores llamativos las mismas medidas de prevención que con el resto de los productos derivados de la piedra natural. Sin embargo, con las encimeras las mascarillas tradicionales no sirven y resulta precisa una aspiración específica en los lugares de corte.

Fuentes sindicales indicaron ayer que la acogida de la propuesta de la patronal fue buena y consideraron factible que se ponga en marcha.

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Sobre la firma

Pedro Gorospe
Corresponsal en el País Vasco cubre la actualidad política, social y económica. Licenciado en Ciencias de la Información por la UPV-EHU, perteneció a las redacciones de la nueva Gaceta del Norte, Deia, Gaur Express y como productor la televisión pública vasca EITB antes de llegar a EL PAÍS. Es autor del libro El inconformismo de Koldo Saratxaga.

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