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Reportaje:

Los mercados se reinventan

Los nuevos hábitos de vida obligan a rediseñar la oferta comercial - La Plaza de Abastos de Vitoria y el mercado de la Ribera en Bilbao afrontan su renovación

Los mercados tradicionales urbanos, aunque conservan un gran atractivo, viven momentos de profundos cambios. En los últimos 15 años se ha producido un descenso progresivo en el número de asentadores y de clientes. Los nuevos hábitos de vida y la aparición de las grandes superficies obligan a estos espacios a buscar nuevas fórmulas para atraer puestos de venta y clientes. Es tiempo de reformas, de rediseñar la oferta comercial.

En el País Vasco, los mercados de la Bretxa y de San Martín, ambos en pleno centro de San Sebastián, fueron los pioneros en este proceso de adaptación. Ambos se reconvirtieron en 2000 y 2005, respectivamente, en centros comerciales y de ocio, aunque mantuvieron un espacio reservado para los puestos tradicionales.

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Un espacio 'gourmet' en pleno centro

No parece ser ese el camino que seguirán Vitoria y Bilbao. La vitoriana Olaza de Abastos, con sus 36 puestos de alimentación y un supermercado, pretende convertirse en "un destino gastronómico y turístico". Los primeros pasos han sido la apertura, a lo largo de 2009, de una vinoteca, una sala de catas y degustaciones, y un aula de cocina. Según explica su gerente, Eloy López de Foronda, en estos momentos de crisis económica, "el comercio minorista tiene que enfrentarse a una realidad aún más dura de la que ya padecía hace años con el decaimiento de las ventas y el cierre de puestos, debido a las jubilaciones sin relevo y a la apertura de centros comerciales".

El edificio, construido hace 34 años, será remodelado en este para acondicionar sus instalaciones, incluida la iluminación y los rótulos, gracias a una subvención de un millón de euros del plan +Euskadi09 del Gobierno. A la reforma se sumará un estudio sobre competitividad comercial, que finalizará en breve, y se completará con la reordenación urbana de la plaza de Santa Bárbara por el gobierno local de Patxi Lazkoz.

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En Bilbao, el mercado de la Ribera, que alberga ahora 93 comerciantes, será reconstruido de arriba abajo. Las obras ya están en marcha y finalizarán en 2011. Este mismo mes, se conocerá cuántos asentadores permanecerán en el nuevo mercado y, en función de los espacios que queden disponibles, se determinarán las actividades que enriquecerán la oferta comercial.

Jon Ander Ibarra, presidente de la Asociación de Comerciantes de la Ribera, apunta la posibilidad de abrir un "restaurante de producto", que atraiga tanto a turistas como a clientes que hacen sus compras al mediodía, una costumbre cada vez más arraigada.

La incorporación de un supermercado, la ampliación de horarios hasta la tarde-noche, como en el mercado de la Bretxa, y la apertura de una guardería, son otras de las opciones que podrían atraer a una clientela que, en su mayoría, reside en las proximidades.

"El 70% vive a menos de ocho minutos andando del mercado, otro 20% en zonas más alejadas de la ciudad y un 10% son turistas o proceden de la provincia", explica Rafael Doria, ex director general de la Cámara de Comercio de Navarra y directivo de Ikei, empresa que realiza diferentes estudios sobre la viabilidad de La Plaza de Vitoria y la Ribera.

El futuro de los mercados pasa, según este experto, por sustituir su función original de abastecimiento "a mostrar qué son las ciudades desde el punto de vista gastronómico, con espacios en los que, por ejemplo, se presenten productos locales". Convertirlos en focos de atracción turística es otra de las vías para garantizar la viabilidad estos espacios singulares, según Doria.

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