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Las mujeres exigen más igualdad para poder tomar decisiones en el ámbito rural

Asociaciones e instituciones se unen en la 'Declaración de Laguardia'

Borrar la imagen de un baserritarra que trabaja las tierras y decide sobre ellas como la fotografía representativa de la realidad rural. Tal podría considerarse el objetivo de las mujeres del ámbito rural que ayer se congregaron en Vitoria para hacer público un documento, la Declaración de Laguardia, en el que alzan la voz en contra del sexismo que aún sigue imperando en el sector primario.

Las mujeres que viven y trabajan en el ámbito rural quieren tomar las riendas del mismo, al menos en una situación de igualdad con respecto a los hombres. Así lo dejan claro ya desde las primeras líneas de su declaración, realizada por una comisión de la que forman parte diversas asociaciones de mujeres, el Gobierno, las tres Diputaciones y Emakunde: "Las mujeres del medio rural no participamos en igualdad de condiciones que los hombres en los distintos ámbitos de decisión". "Todavía nos sentimos cuestionadas en los puestos de decisión", se lamentan, al tiempo que reivindican su papel como agentes capaces de aportar alternativas a un sector permanentemente en crisis.

Pero, ¿qué es lo que las frena? El principal obstáculo, inciden, es la falta de corresponsabilidad al asumir tareas como el cuidado de niños y mayores. Y es que perdura la imagen del agricultor que trabaja sus tierras, pero también la de la mujer que se hace cargo de la casa y la familia. "Para participar en ciertos puestos muchas veces nos vemos obligadas a renunciar o posponer opciones como la maternidad", aseguraron las representantes de la comisión en la rueda de prensa que ofrecieron ayer en Vitoria , en la que también solicitaron que los varones reciban formación en materia de igualdad.

El sistema mantiene lógicas masculinas -por ejemplo, en los horarios de reunión de los órganos de decisión- que dificultan la entrada en él de las féminas. La declaración, redactada ya en octubre pasado, recoge que las mujeres no tienen que "amoldarse", sino que se deben crear nuevas formas de hacer las cosas.

"Hay inercias en todos los mundos", sostuvo ayer Pilar Santamaría, directora de Agricultura y Ganadería del Gobierno. "Lo habitual en las reuniones a las que hemos acudido desde el departamento es que el 100% de las personas de las organizaciones rurales sean hombres", añadió. Sin embargo, Santamaría sí reconoció avances en algunas entidades, que han empezado a ser más conscientes desde una perspectiva de igualdad de sexos. Un ejemplo es la UAGA (Unión de Agricultores y Ganaderos de Álava), cuya presidencia y secretaría recaen actualmente en mujeres. Lograr que ello deje de ser una anécdota es el principal objetivo de la Declaración, que se difundirá entre los agentes del sector, instituciones y ciudadanos, que podrán apoyar el texto a través de la web de Medio Ambiente (ingurumena.ejgv.euskadi.net). La declaración quiere "servir para remover conciencias", sintetizó Santamaría.

Un salario inferior en un 29%

El salario de las mujeres en Euskadi resulta un 29% inferior al de los hombres, según un informe de CCOO del País Vasco, referido a 2010 y difundido ayer con motivo de la celebración el próximo 8 de marzo del Día de la Mujer Trabajadora. La tasa de actividad de las mujeres (51,61) se sitúa 13 puntos porcentuales por debajo de los hombres (64,59) y la evolución en las tasas de empleo establece una diferencia entre ambos sexos de 12,27 puntos (mujeres, 46,55%, y hombres, 57,92%).

El secretario general de CCOO de Euskadi, Unai Sordo, compareció ayer en Bilbao con la secretaria de la Mujer y Asuntos Sociales de su central, Feli Piedra, para presentar los datos.

Piedra resaltó que se mantien la tendencia de que "la precariedad laboral tiene nombre de mujer". Sordo destacó que en el actual contexto de crisis se han reducido las diferencias entre hombres y mujeres en el mercado de trabajo, pero "se ha debido al deterioro de la situación laboral de los hombres, no a la mejora de las condiciones de la mujer". "La crisis ha afectado más a los sectores económicos más masculinizados", añadió.

Piedra recalcó que en 2010 la situación de las mujeres en el mercado de trabajo vasco "no empeoró como en el caso de los hombres, pero tampoco mejoró". El análisis del mercado laboral femenino en 2010 determina que existe una "segregación" por sectores ya que el 87,7% de las mujeres ocupadas trabajan en servicios y el 63% del incremento del empleo en la Administración Pública y la Seguridad Social, cifrado en 28.400 personas, corresponde a mujeres.

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