Las operaciones contra los apoyos a ETA se reducen más de un 57%

El segundo verano de la campaña de "tolerancia cero" puesta en marcha por Interior contra las muestras de apoyo a ETA o a sus presos en las calles y las fiestas de Euskadi está resultando menos agitado que el de 2009. Si tras la llegada de los socialistas a Ajuria Enea la Ertzaintza actuó casi tres veces diarias entre julio y agosto del pasado ejercicio para eliminar de la vía pública y los espacios festivos toda la iconografía terrorista, este verano el número de actuaciones ha caído un 57,5%. De las 160 registradas en dichos dos meses de 2009 se ha pasado este año a 68 entre el 1 de julio y el pasado jueves, según las cifras de Interior.

Poco a poco, "la recuperación de la normalidad" se va imponiendo y la sociedad empieza a transformar la resignación ante la impunidad de los radicales en la exigencia por disponer de "unos espacios públicos de convivencia", subraya a EL PAÍS el consejero de Interior, Rodolfo Ares.

Las actuaciones del presente verano suman 68 frente a las 160 del pasado

Ares subraya que "no se ha bajado la guardia" en la política de "tolerancia cero"

En cualquier caso, las 68 operaciones de este verano son casi cinco veces más de las 14 que realizó la Ertzaintza en el de 2008, el último con el tripartito de Juan José Ibarretxe en Ajuria Enea. Entonces, se registraron 24 actos de kale borroka y la Ertzaintza detuvo a 11 personas e imputó a otras 21 por esos hechos. En 2009, con un número muy similar de actos de violencia callejera, concentrados en agosto, 12 personas fueron detenidas y 15 más, imputadas. El presente agosto, los actos de kale borroka registrados desde el pasado día 7 suman 13, de los que una decena han sido quema de contenedores. La policía vasca ha realizado tres detenciones y 41 imputaciones, de las que solo una -un joven arrestado en Maruri el día 7- está directamente relacionada con la violencia callejera. El resto son casos de muestras de respaldo a la banda terrorista y sus reclusos.

"No se ha bajado la guardia, sino que, gracias al trabajo de todas las instituciones, desde el Ejecutivo hasta los Ayuntamientos, se está restaurando la normalidad", subraya Ares. El Gobierno mantiene intacto su compromiso con la "tolerancia cero", así como con el que adquirió con las víctimas en la Comisión de Derechos Humanos del Parlamento en octubre de 2008, agrega el titular de Interior.

Entonces, y con el voto de todos los grupos presentes (socialistas, PP, PNV y EA) salió adelante una resolución instando a los Ayuntamientos a que borrasen las pintadas y retiraran los carteles que ensalzan a los terroristas y humillan a sus víctimas. La resolución era a su vez una copia literal del artículo 4.b de la Ley de Reconocimiento de las Víctimas del Terrorismo, aprobada por todos los partidos en la Cámara de Vitoria. salvo la ahora ilegalizada EHAK, en junio de 2008.

Esta ley y el acuerdo parlamentario citado suponen la base del acuerdo que el propio Ares selló con el presidente de la asociación municipal Eudel, el peneuviat Jokin Bildarratz, en septiembre pasado para eliminar las pintadas y carteles de enaltecimiento del terrorismo de las calles vascas. Eudel trasladó posteriormente a los consistorios unos criterios de actuación al respecto.

La caída de la actividad de la kale borroka este año, pese al repunte de agosto, así como de la beligerancia de los simpatizantes de la izquierda radical en las fiestas de las tres capitales ha coincidido también con el debate político que mantiene el entorno de ETA y levantado dudas sobre hasta qué punto son actos de kale borroka similares a los de ocasiones precedentes, con un claro componente de organización y planificación o cuánto tienen de gamberrismo radical. Interior, que ha descartado una reorganización de los grupos que cometen este tipo de ataques de terrorismo de baja intensidad, aprecia además un cierto efecto mimético en algunas de las acciones que se han registrado. En la noche del pasado jueves, por ejemplo, varios desconocidos quemaban un contenedor en Vitoria en un acto que Interior descartó que se tratase de un caso de violencia callejera y atribuyó a una "cosa de chavales o gamberrada" aislada. Horas después, ardían otros dos contenedores en Sopelana en un incidente que el departamento sí ha sumado a la relación de ataques de este mes de agosto.

El PNV ha usado la respuesta de Interior a estos actos como un flanco más para criticar la actuación del Gobierno. Su portavoz en el Congreso, Josu Erkoreka, insistía ayer en una entrevista a Europa Press en criticar "el interés" del Ejecutivo en "infravalorar" estos actos y destacó que, si su partido llega a actuar así cuando dirigía Interior, le habrían "linchado".