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El proyecto de Afer se desmorona al renunciar a su fábrica de Azkoitia

El Ayuntamiento dedicará el suelo reservado a otra iniciativa industrial

El proyecto del grupo vizcaíno Afer se desinfla de forma ostensible. La empresa ha descartado ya la construcción de una fábrica de pisos en serie por medio de módulos en Azkoitia, la que iba a ser su segunda planta en Euskadi junto a la de Alonsotegi, que también está teniendo problemas y para la que la compañía no dispone ni siquiera de los terrenos en que levantarla. "Ha sido el propio grupo Afer el que lo ha frenado", confirmó ayer a EL PAÍS el alcalde de Azkoitia, el peneuvista Asier Aranbarri.

El Ayuntamiento guipuzcoano ha decidido destinar los 60.000 metros cuadrados que tenía reservados para Afer, grupo encabezado por Jabyer Fernández, a otro proyecto industrial, que se presentará próximamente, adelantó ayer la SER. "No podemos tener todo ese terreno a la espera de la decisión de Habidite [la empresa del grupo Afer que gestiona de forma directa el proyecto de la fábrica de pisos en serie] y menos ahora", añadió Aranbarri a este periódico.

"Ha sido el propio grupo Afer el que lo ha frenado", afirma el alcalde

La renuncia a la fábrica en Azkoitia llega pocos meses después de que se cuestionase el proyecto en Aragón, donde iba a construirse la primera planta de Habidite. El Gobierno aragonés aseguró en octubre pasado que no comprará ninguno de los pisos, uno de los pilares fundamentales de la iniciativa de Afer, que pasa por asegurarse la venta de sus primeras viviendas a las instituciones. Para la fábrica de Alonsotegi, Afer firmó en su día un convenio que compromete a la Diputación de Vizcaya a comprarle 1.500 viviendas, compromiso con el que la institución foral marca ahora notables distancias. "No hemos comprado ninguna vivienda porque no existen", declaró el propio diputado general, José Luis Bilbao, a este periódico el pasado octubre

Para complicar la situación del grupo, una de sus empresas participadas, Iurbernor, ha tenido que vender recientemente a sus bancos acreedores (La Caixa y la BBK) la mayor parte de los terrenos en Barakaldo, donde tenía una promoción para construir 2.000 viviendas, la mayor en curso en Vizcaya.

Un portavoz de Afer afirmó ayer que la empresa se ha centrado en la planta de Alonsotegi y sostuvo que en el caso de Azkoitia "no había ningún compromiso. El interés fue del Ayuntamiento, que se interesaron por nuestro proyecto y lo presentamos, pero nada más".

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El alcalde de Azkoitia negó esta versión y replicó que fue "justo lo contrario". "Ellos se pusieron en contacto con nosotros. Nos llamaron en el momento oportuno, cuando acabábamos de recalificar esos terrenos", precisó. Aranbarri recuerda que Afer tenía intención de promover el proyecto "rápidamente, pero al final se ha quedado en nada, por lo menos en los que respecta a estos terrenos".

La planta en Azkoitia se presentó públicamente en 2007. Visto el tiempo transcurrido, el consistorio se puso en contacto en noviembre pasado con los responsables del grupo. "Nos dijeron que a medio plazo no lo iban a poner en marcha. Les respondimos que había otras novias para los terrenos y que no podíamos esperar más", precisó Aranbarri.

El proyecto de Azkoitia, en su día fue presentado como tractor económico de toda Guipúzcoa, se encontró con las reticencias de Vivienda. Como en Guipúzcoa la Diputación no tiene un plan de casas propio, Afer debía buscar un acuerdo con el Gobierno, pero la consejería de Javier Madrazo recalcó que estaba abierta a promover pisos industrializados, pero a través de un concurso público y sin ninguna adjudicación directa a una empresa.

Retrasos en Alonsotegi

Hace más de tres años, Afer presentó su innovadora iniciativa de construir, como en el sector de la automoción, los pisos en serie en una fábrica y por módulos, un proyecto que existe desde hace varias décadas en países como Alemania o Éstados Unidos, pero limitado a viviendas unifamiliares. Los responsables del grupo aseguraron que para este año 2009 estaría en funcionamiento una fábrica en Magallón (Zaragoza) y en 2010 la primera en Euskadi, en Alonsotegi.

No se ha cumplido ninguna de esas previsiones. La fábrica de Magallón sigue pendiente de la firma de un convenio con el Gobierno de Aragón, que se niega a comprar pisos, por lo que su viabilidad se antoja complicada.

La fábrica de Alonsotegi se ha topado con problemas para disponer de los terrenos. El convenio firmado con la Diputación de Vizcaya suponía que ésta iba a encargase de la gestión, pero hasta hace unos meses sólo había logrado adquirir el 60% del suelo. El entusiasmo inicial de los responsables forales se ha ido apagando con el tiempo y el propio diputado general, José Luis Bilbao, aseguró a este diario que el proyecto no ha avanzado y que sólo depende de sus promotores.

Cifras evaporadas

- La planta de Azkoitia iba a suponer una inversión cifrada en más de 70 millones de euros y a crear unos 1.500 nuevos puestos de trabajo directos y otros 3.500 indirectos en la industria auxiliar.

- La fábrica iba a producir, cuando se hallase a pleno rendimiento, hasta 4.050 viviendas modulares anuales -o su equivalente de 255.150 metros cuadrados de vivienda construida-. Ingresaría unos 55 millones de euros netos al año a la Hacienda guipuzcoana.

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