"La rentabilidad social del centro está asegurada"
A mediados del pasado marzo, la consejera delegada de la Alhóndiga, Marian Egaña, estrenó su despacho en la segunda planta del edificio. A sus espaldas, el ladrillo centenario de la construcción de Ricardo Bastida; frente a su mesa de trabajo, una cristalera deja ver la entrada al atrio.
Pregunta. ¿Para quién es la Alhóndiga?
Respuesta. La Alhóndiga será la segunda casa de los ciudadanos y las ciudadanas que viven en Bilbao, que pasan parte de su tiempo en la ciudad o de los turistas. Lógicamente, los que más van a disfrutar del equipamiento son las personas que viven en Bilbao. Es un espacio de accesibilidad universal, para todos.
P. El proyecto ha sido ambicioso, con un diseñador de prestigio y elevado presupuesto. ¿No resulta pijo para una época de crisis?
"La Alhóndiga será la segunda casa de los ciudadanos de Bilbao"
R. Es una obra que arranca a principios de 2003. Es verdad que abrimos en un momento complicado, pero toda la inversión que ha hecho el Ayuntamiento, los puestos de trabajo que se han creado y los que van a venir tienen sentido. Ahora trabajan en la Alhóndiga más de 200 personas y a pleno funcionamiento serán muchas más. Es un elemento que va a generar riqueza. Y es importante que se recupere una ruina en el centro de la ciudad para el disfrute de los ciudadanos. [Philippe] Starck es muy serio en su trabajo y el resultado no es pijo. El equipamiento responde a lo que falta en el distrito, en la ciudad, e incluso a las actividades para el tiempo libre. La rentabilidad social está asegurada.
P. ¿Qué obra de Starck está más cerca de la Alhóndiga?
R. Starck ha hecho obras minimalistas y otras muy barrocas. Me ha sorprendido que no sea una persona con un estilo. Lo que hace es interpretar el espacio. Mucha gente esperaba algo más teatral. Si lo hace, será con la luz, algo muy sutil. Para empezar, ha elegido los mismos materiales que Bastida. Ha sabido encontrar la vida anterior de la Alhóndiga e incorporarla al nuevo espacio.
P. Así que considera que los tres millones de euros de sus honorarios están bien gastados.
R. Ha entrado en cosas que van más allá de su contrato.
"Aspiramos al 40% de autofinanciación"
La aceptación que tenga la Alhóndiga deberá verse no sólo por el público al que atraiga, sino también por "el grado de satisfacción de las programaciones", opina su consejera delegada, Marian Egaña. Y añade: "Nuestra intención es interrogar a menudo a nuestro público y discutirlo. Y tenemos redes de expertos en distintas materias que nos aportan sus opiniones. La calidad tiene que ser refrendada por los usuarios".
Pregunta. De los 45 millones de presupuesto previstos se ha pasado a más de 75 millones.
Respuesta. Cuando se dio la primera cifra no había ni proyecto de ejecución. Se estimaba una superficie, nada más. En segundo lugar, todas las ampliaciones de capital han sido aprobadas por el Consejo de Administración y el pleno municipal, donde están todos los partidos políticos. Nunca ha habido votos en contra. [Philippe] Starck se controla y ha sido controlado. Ha habido que decidir en qué gastar. Cambió el código de edificación cuando el proyecto estaba prácticamente cerrado y se adaptaron las condiciones, aunque no era obligatorio, porque la licencia de obra era anterior.
P. ¿Disfrutar de la Alhóndiga es sostenible? ¿Será caro?
R. Este año es especial, pero calculamos que en los próximos ejercicios no debemos superar los 12 millones de euros anuales en gasto ordinario. Y aspiramos a estar dentro de tres años, cuando nos demos a conocer, en torno a los 10 millones y llegar de un 35% a un 40% de autofinanciación. Es un objetivo a cumplir. Sabemos que desde el minuto uno tenemos que ser lo más sostenibles económicamente, porque el Ayuntamiento tiene muchos proyectos. Tenemos varios patrocinios en cartera, que no son económicos, pero sí de contraprestaciones interesantes.
