_
_
_
_
_
Análisis:
Análisis
Exposición didáctica de ideas, conjeturas o hipótesis, a partir de unos hechos de actualidad comprobados —no necesariamente del día— que se reflejan en el propio texto. Excluye los juicios de valor y se aproxima más al género de opinión, pero se diferencia de él en que no juzga ni pronostica, sino que sólo formula hipótesis, ofrece explicaciones argumentadas y pone en relación datos dispersos

El trilingüismo: un objetivo de país

El trilingüismo en la enseñanza, apuesta estratégica del Gobierno vasco, ha empezado a dar sus primeros pasos. Y lo está haciendo, además, con una gran aceptación social. Cuarenta centros escolares de Euskadi se han acogido a la primera experiencia piloto puesta en marcha por el Departamento de Educación. Esta experimentación se evaluará de manera científica, incluyendo el contraste con todo tipo de alumnado de las metodologías utilizadas, para detectar y corregir cualquier disfunción en el aprendizaje.

La respuesta de las familias y de los centros públicos y concertados ha sido solicitar la participación en la experimentación del nuevo sistema, con una demanda que ha superado con creces el número de autorizaciones previstas, lo que indica que consideran la enseñanza trilingüe una magnífica oportunidad para sus hijos e hijas. Éste es, pues, el camino que nos conducirá a la superación de los actuales modelos lingüísticos, a modernizar un sistema que ha dado sus frutos, pero que necesita una revisión a fondo. Porque ha cumplido unos objetivos, pero tiene que enfrentarse a desafíos nuevos.

Que nadie tema. No perdemos nada en el envite. El camino hacia el bilingüismo, garantizado

El principal es acabar con nuestra ineficacia tradicional en la enseñanza de las lenguas. No es lógico que un alumnado que ha estudiado una lengua en el sistema educativo durante trece años, caso del inglés, en muchísimos casos mediante la inmersión lingüística, caso del euskera, al acabar la enseñanza obligatoria no tenga un mejor dominio de esos idiomas.

La experiencia trilingüe abordará cambios metodológicos que habrán de mejorar esa enseñanza y a la vez experimentar el aprendizaje en una segunda y tercera lengua. Podemos hacerlo entre todos, asumiendo este objetivo como un gran objetivo de país y motivando a la sociedad vasca para llevarlo a cabo.

Que nadie tema. No perdemos nada en el envite. El camino hacia el bilingüismo está garantizado. Por una parte, la ordenación lingüística derivada del desarrollo del Estatuto constituye la columna vertebral del desarrollo del euskera, aunque nadie debería olvidar que para que este avance continúe de manera efectiva, necesitamos el consenso y el concurso de todos. Por otra parte, tanto el lehendakari como la consejera de Educación han manifestado reiteradamente su compromiso con el fortalecimiento del aprendizaje del euskera y en euskera en la enseñanza.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

Pero, para enfrentarnos desde la educación a las nuevas necesidades, necesitamos también que todos nuestros estudiantes acaben teniendo un dominio suficiente del inglés. Y esto es también un objetivo de país. Casi da apuro recordar que actualmente el inglés, como lengua franca, resulta imprescindible para acceder a muchísimos productos culturales, para lograr un desarrollo pleno como europeos o para competir y optar a una movilidad real en el mercado laboral de la Unión Europea.

Y es imprescindible, además, para cumplir el objetivo que nos hemos marcado de aumentar de manera significativa el valor añadido de nuestra producción industrial; un objetivo cuya necesidad la crisis económica ha hecho aún más evidente. Nadie discute hoy que, para que la I+D+i vasca crezca y sus resultados puedan introducirse en el sistema productivo, el inglés no es un factor más, sino simplemente un requisito inexcusable, imprescindible para acceder a muchísimos puestos de trabajo.

Por eso, tenemos que dar esa formación a todos nuestros jóvenes. A todos, no sólo a los que pueden pagárselo fuera del sistema educativo. Todos nuestros jóvenes deben tener la oportunidad de moverse por Europa y de trabajar sin trabas lingüísticas en el espacio europeo. Por eso, el Departamento de Educación, entendiendo que la calidad y la modernización del sistema educativo pasan también por atender esta necesidad, está aplicando con absoluto convencimiento el compromiso electoral socialista de implantar el trilingüismo en la escuela.

Lamentablemente, este objetivo conlleva dificultades políticas derivadas de los prejuicios del nacionalismo. En teoría, todos estamos de acuerdo en la necesidad de que nuestros alumnos y alumnas aprendan al menos una lengua extranjera durante su proceso de aprendizaje. Pero, cuando pasamos a la práctica y la enseñanza trilingüe se pone en marcha, es cuando surgen las cautelas, los matices y las divergencias. De ahí que Iñigo Urkullu acuse al Gobierno de intentar "diluir" el euskera con la introducción del trilingüismo; y que un grupo de profesores hayan declarado que se pretende "difuminar la presencia del euskera en la enseñanza con el pretexto del aprendizaje de otras lenguas".

Son acusaciones injustas porque la demanda de enseñanza en euskera aumenta constantemente y se deja a la autonomía de los centros la decisión del número de horas en las que se utilizará cada idioma en el aula, garantizando únicamente un 20 % mínimo para cada lengua. A partir de ahí, el centro tomará esa decisión en función de criterios profesionales, de lo que elijan las familias y de la consideración de su entorno sociolingüístico. Y teniendo en cuenta, además, que introducir el inglés por debajo del 20 % de las horas significaría dejarlo en la situación actual como una mera asignatura; o, lo que es lo mismo, no intensificar su aprendizaje, desistiendo de un objetivo clave para nuestro desarrollo.

Todo esto es algo perfectamente razonable y asumible, salvo que, una vez más, desde el nacionalismo se quiera hacer una utilización partidista del euskera, utilizando la lengua como instrumento de confrontación política. Y atacando, de paso, la estrategia recomendada por el Consejo Asesor del Euskera, centrada en la búsqueda del consenso y la adhesión social. Sería conveniente, pues, un poco menos de nerviosismo no justificado por parte del PNV y un poco más de altura de miras al abordar esta cuestión. Está en juego la formación de nuestros jóvenes.

Vicente Reyes es portavoz de Educación y Euskera del Grupo Socialista en el Parlamento vasco.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_