"No la volverás a ver nunca"

La niña de año y medio hallada muerta ayer flotando en las aguas del puerto de Zarautz había sido raptada casi tres meses por su padre, un ciudadano marroquí de 41 años, con un amplio historial delictivo. La Ertzaintza, que le ha detenido al pesar sobre una orden judicial de búsqueda por una causa anterior, está investigando su posible implicación en la muerte de la pequeña. El detenido amenazó a su esposa, de origen rumano, de la que estaba separado y a la que no podía acercarse por orden judicial, con que no volvería "a ver nunca" a la menor, a la que secuestró ya en julio, hecho por el que fue arrestado en su momento, señaló ayer Interior.

El hombre había sido detenido en 11 ocasiones, algunas de ellas por agredir a su pareja, con la que ya no convivía y quien tenía protección de los servicios sociales, y otra poor el secuestro. Todo indica que la niña estaba siendo usada como moneda de cambio en un episodio más de violencia conyugal.

El padre de la víctima ha sido detenido en 11 ocasiones anteriores

La niña ya fue secuestrada por su progenitor el pasado julio

A las 5.20 de ayer, el padre de la menor telefoneó a la Ertzaintza para denunciar la desaparición de su hija y de una cartera del lugar donde se encontraban, una chabola situada en lo alto de una zona boscosa del parque de Montetxio, frente al puerto de Zarautz. A partir de ese momento, la Dirección de Atención de Emergencias activó un dispositivo de búsqueda en la zona hasta que cuatro horas más tarde dos surfistas que iban camino de Mundaka vieron entre las rocas el cadáver de la pequeña flotando en el agua.

La declaración de la madre, quien vive en Durango sin domicilio fijo, según los servicios sociales, resultará clave para saber si la niña había sido nuevamente secuestrada por el padre o si bien fue ella quien la había dejado a su cargo. El caso se encuentra bajo secreto de sumario.

El pasado 18 de julio, el hombre fue arrestado en Galdakao, donde se había desplazado desde Zarautz, tras secuestrar supuestamente a su hija. Fue localizado por la Policía Local después de que un vecino le viese deambulando con la niña por las calles de esa localidad durante toda la noche, según precisaron fuentes de Interior. Entonces fue arrestado, quedando inicialmente en libertad, mientras la pequeña volvía con su madre.

La madre de la niña vivía con ella y otro hijo en el extranjero, pero regresó a Zarautz en julio pasado para arreglar varios asuntos legales que tenía pendientes con su ex pareja. Por este motivo se reunió el 17 de julio con el hombre en un piso de la localidad guipuzcoana, donde se inició una discusión. Él golpeó a su esposa en repetidas ocasiones en la cabeza hasta que huyó dejando allí a la niña. Cuando la mujer reclamó a su hija, el ayer detenido le amenazó con que no volvería a verla nunca más.

La madre de la pequeña estuvo acogida durante un tiempo a un programa para mujeres maltratadas, pero pidió la baja voluntaria poco después alegando que se iba a desplazar a Madrid. Los servicios sociales de la Diputación de Guipúzcoa atendieron en dos ocasiones a la madre de la víctima por haber sido maltratada, pero no apreciaron una situación de desprotección de sus dos hijos, ya que ella "mostraba una correcta atención". Los servicios sociales forales insiten en que la protegieron en todo momento, se le ofreció la ayuda diaponible cuando la solicitó y esta se prolongó "el tiempo que ella quiso", según recalcó la diputada foral Maite Etxaniz.

Vecinos y curiosos se acercaban ayer a las inmediaciones del lugar donde fue encontrado el cadáver de la niña. El Ayuntamiento de la localidad lamentó profundamente su muerte.