_
_
_
_
_
Reportaje:ARTE

Adam Lowe clona los claroscuros de Caravaggio

Después de reproducir la obra de Miguel Ángel y Veronese, Factum Arte se mide con el maestro del barroco - El taller madrileño creó un escáner para registro de colores, una impresora 3D para hormigón y un sistema para clonar incunables abiertos en un ángulo inferior a los 90 grados

Los expertos aseguran que la técnica de Michelangelo Merisi, más conocido como Caravaggio, maestro del claroscuro y los contrastes dramáticos, es casi imposible de copiar. No para Adam Lowe.

El restaurador británico y su equipo de Factum Arte, el laboratorio madrileño líder mundial en la reproducción y reconstrucción de obras de arte, están haciendo más que copiar: literalmente clonan una de sus obras cumbre, el Tríptico de San Mateo, de la iglesia de San Luis de los Franceses en Roma.

Gracias a un conjunto de tecnologías y aparatos a menudo desarrollados especialmente para el proyecto, las tres telas serán duplicadas en todos sus detalles; aparte del trazo y colores, también la consistencia de la pintura, las pequeñas imperfecciones, y las huellas del paso del tiempo y las diversas restauraciones.

Más información
FACTUM ARTE:
FUND. CINI:

"Nuestro objetivo es que las generaciones futuras hereden el patrimonio cultural en buenas condiciones y con la información correcta. Reproducir obras indistinguibles de los originales, constituye una contribución esencial a las técnicas de conservación porque permite reducir la exposición al público y evita restauraciones", afirma Lowe, recién llegado a Madrid desde Roma, donde ha empezado el proceso de clonación, que se concluirá antes de julio, cuarto centenario de la muerte de Caravaggio.

El trabajo de las tres telas, que costará 120.000 euros, constituye el núcleo fundacional del nuevo Centro de Estudios e Investigaciones Digitales Michelangelo Merisi de Caravaggio (el pueblo natal del pintor), donde además de los clones, se conservará un banco de datos sobre toda su obra y un archivo digital disponible a través de Internet.

El centro quiere impulsar museos e instituciones y establecer un protocolo para utilizar la documentación digital a alta resolución sobre conservación de obras de arte. Se encarga del proyecto la Fundación Giorgio Cini de Venecia, que encargó a Lowe la reproducción de Las Bodas de Cana, de Veronese.

"El facsímil se realizó para devolver la obra a Venecia. Cuando Greenaway decidió utilizarla para su performance nos pareció estupendo, porque consiguió que la gente contemplara 40 minutos, desde todas las perspectivas posibles, una obra a la que en el museo dedican un par de minutos", indica Lowe.

Sin que nada ni nadie llegara a tocar las valiosas telas, el tríptico de Caravaggio, como antes el enorme Veronese, ha sido sometido a un análisis cruzado de los pigmentos y al registro de su superficie, mediante un escáner plano con una resolución de 1.200 dpi en escala 1:1.

Posteriormente la obra se escaneó con un láser tridimensional de 100 millones de puntos de medición independientes por metro y se realizaron innumerables fotos multiespectrales con registro de rayos ultravioletas e infrarrojos para identificar pigmentos, aglutinantes y esmaltes. "La fotografía multiespectral está muy desarrollada, pero el registro 3D de la superficie y el desarrollo de escáner planos para registrar la tela con luz paralela, requieren aún estudios y mejoras. La nuestra es como una investigación forense, buscamos respuestas y nuevas interpretaciones", explica Lowe.

Maquinarias inventadas

Las reproducciones de Caravaggio continuarán con Santa Caterina, del Museo Thyssen de Madrid y el Martirio de Sant'Orsola, conservado en Nápoles. "Gestionar archivos tan amplios implica también un desafío logístico sobre la forma de almacenar los datos y ponerlos a disposición del público; por ello la idea es realizar una interfaz que pueda impulsar una revolución en el estudio y la comprensión de Caravaggio", apunta Lowe.

Un sistema de escáner para el registro de los colores, una impresora 3D para hormigón y un sistema para clonar incunables y manuscritos manteniéndolos abiertos en un ángulo inferior a los 90º (utilizado en la Biblioteca Nacional de Madrid), son algunas de las herramientas creadas por Factum Arte para llevar a cabo sus desafíos.

"Más que un trabajo es una obsesión. Para reproducir el Veronese cobré 100.000 euros, pero gasté 230.000, y para Caravaggio debimos desarrollar un escáner capaz de superar la dificultad del claro oscuro y los reflejos del barniz", concluye Lowe.

www.technologyinconservation.org

De Altamira a Tutankamón

Ecléctico y creativo, Adam Lowe (Oxford, 1959) se encarga de encontrar una solución para cualquier necesidad relacionada con las obras de arte. No importa cuán complicado sea el deseo del artista o del conservador, él encuentra remedio.

Afincado en Madrid, con un estudio que supera las 30 personas, Lowe conserva una base en Londres con media docena de técnicos. "Factum Arte es como un taller del renacimiento, donde el arte se considera comunicación y transformación", afirma. Su trayectoria abarca desde la reproducción de las cuevas de Altamira hasta las esculturas de hormigón de Anish Kapoor, que se exhiben en la Royal Academy. Ahora su fundación de Tecnología Digital para la Conservación reproduce las tumbas del Valle de los Reyes. Ha recogido los datos del sarcófago de Tutankamón, pero le falta escanear los sepulcros de Seti I y Nefertari. "La tumba de Tutankamón recibe mil personas diarias; a este ritmo en cinco años los daños serán irreparables".

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_