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Reportaje:MÚSICA

Antònia Font: pop que no es del montón

En el año 1999 la música juvenil en catalán, el llamado rock catalán, comenzaba a languidecer. Casi todo lo que por aquellos años se interpretaba en catalán tenía como destinatario al mundo juvenil, y la mayor parte de sus letras carecían de historia. En aquel contexto un vídeo horroroso presentó a un grupo llamado Antònia Font. La canción En s'estiu (en el verano) mostraba a cinco músicos sin imagen ni atractivo y vestidos sin traza que en una playa mallorquina cantaban un tema cuyo estribillo decía cosas tan profundas como: "Y es que estoy de puta madre / desde que estamos en verano". El veredicto fue inmediato: otro grupo lamentable. Y es que había demasiado ruido para aislar un sonido que pareciendo estar en la frecuencia de los demás tenía su propio tono. Doce años más tarde, Antònia Font es uno de los mejores grupos de pop de toda España, luego de ser pioneros en la recuperación del catalán para contar y cantar en clave pop cosas que no sonrojen a un adulto. ¿Por qué?

"Hay quien dice que mi música es alegre y triste al mismo tiempo, porque hay una contradicción entre lo que digo y lo que parece que digo"

Porque Antònia Font es un grupo muy singular. Si las cosas sencillas son aquellas que pueden ser comprendidas con un simple vistazo y las complejas requieren una mirada más detallada, ¿cómo definir aquellas que parecen comprendidas a la primera y que sin embargo muestran una creciente complejidad sometidas a nuevas miradas? Esto ocurre escuchando la música de Antònia Font, el peculiar quinteto mallorquín encabezado por Joan Miquel Oliver (Sóller, 1974). Lo sustancial de esta banda es que más que un grupo de evidencias lo es de estimulantes equívocos. He aquí algunas hipotéticas pistas para entender a Antònia Font, alguna de ellas puntualizada por el propio Joan Miquel.

1 Un nombre original. Proviene de la primera seguidora que tuvo la banda, una compañera de estudios que a diferencia de muchos otros, entre ellos quien esto firma, vio rápidamente que aquellos que habían tomado su nombre merecían la pena.

2 Un líder escondido. Porque elude el liderazgo. A diferencia del paradigma pop, Joan Miquel Oliver -letrista, compositor, productor- no es el cantante sino el guitarrista. Ello le permite controlar el timón sin estar en cubierta. No le hace falta para que en los conciertos todo el mundo obedezca sus miradas. Al respecto, Joan Miquel afirma: "Una hora y cuarto en el escenario con mucha gente y muy devota, escuchando con atención cada mínimo detalle, con la sensación de que todo el mundo te está mirando, es fatal".

3 Un cantante que no lo parece. Pau Debón fue reclutado porque no cantaba con arreglo a los estándares. Joan Miquel Oliver ha dicho muchas veces que se fijó en Pau Debón porque no cantaba como todo el mundo, sino que lo hacía casi como si hablara, sin engolaciones, sin cambiar el tono... sin hacer de cantante. "Escuché su voz por primera vez en un casete grabado en directo en una verbena donde él hacia versiones de Weezer con su grupo. Tuve la sensación de estar escuchando la radio, una voz muy familiar, como si fuera de tu grupo favorito de toda la vida. También me pareció muy solvente, ya que las condiciones técnicas era pésimas y se le escuchaba perfectamente".

4 Un músico que no es sólo músico. Joan Miquel Oliver ha sido librero, ha escrito narrativa, ha producido discos ajenos -Jaume Sisa-, ha editado discos en solitario bajo su propio nombre, ha colaborado con Albert Pla y cree que todo son simples formas de acercarse al mundo: "Todas las artes atacan la realidad de maneras muy diferentes, ahora estoy dibujando mucho, los problemas con los que te encuentras son completamente distintos y te ayudan a ver en qué cosas la música es más fácil, por ejemplo, en su carácter provisional ya que siempre puedes ir corrigiendo y cambiando. Las canciones son música y letra, está bien escribir 200 páginas para experimentar sólo con letra para ver lo que pasa, también es muy interesante trabajar sólo con música".

5 La imagen no importa. Algo tan intrínseco al pop como la imagen tiene en Antònia Font la misma importancia que el Twitter en una tribu amazónica. "Nos cruzamos con la ministra Sinde... y nos dijo: 'No os imaginaba así', y le contesté: '¿Cómo?, ¿así de guapos?".

6 Letras en las antípodas de la obviedad. Las letras responden bien a la escritura automática, bien a la construcción de un universo galáctico y surreal que evoca a Jaume Sisa, ofreciéndose abierto a la interpretación de cada cual. Son así letras que abren las interpretaciones, una forma de cerrar los significados. Son pues textos que según como sean ocultan más que enseñan. Como ejemplo la primera estrofa de un medio tiempo titulado Portavions: "Me falla un botón del abrigo / Y pósters en cuatricomía anuncian unos discos que dejé aquí / bajo las escaleras y miro mis zapatos / calles que bajan y llueven / con poca esperanza de lunas / que los gatos no salgan todavía / que duerman bajo tu coche".

7 Cada disco una temática. Pese a lo críptico de algunas letras, Joan Miquel dice que cada uno de los discos de Antònia Font está dedicado a un tema. A saber: "Antònia Font, el primero, contiene canciones de unos cuentos que escribí en el año 1995. Son una mezcla de ciencia-ficción y Mediterráneo. A Rùssia se centra en las relaciones humanas; Alegria va de cómo los seres humanos podemos ser felices y desdichados por cosas tan objetivas como la meteorología, nos derrumbamos por nada pero también somos muy felices con cualquier tontería; Taxi aborda la ciencia-ficción; Batiskafo Katiuscas plantea un viaje interior, y Lamparetes trata sobre la soledad".

8 Pop en acordes menores. A pesar de ser un grupo pop, sus estribillos no son precisamente luminosos. Un halo de melancolía triste resulta habitual a su cancionero, donde no resulta extraño el uso de acordes menores. El ejemplo más paradigmático estaría en Alegria, en el que contrasta el uso de este sustantivo arropado por acordes menores. "De la misma manera que hay iconos visuales, también hay iconos sonoros y los acordes menores serían uno de ellos, los de la tristeza, para entendernos. Yo intento escapar de todo esto, como también intento escapar de los significados demasiado sociales o evidentes de las palabras, por eso hay quien dice que mi música es alegre y triste al mismo tiempo, porque hay una contradicción entre lo que digo y lo que parece que digo por la carga simbólica que los recursos musicales han adquirido por casualidad -y en mi contra gracias a generaciones enteras de músicos-".

9 Pop festivo que nubla el ánimo. Si de alguna banda se puede asegurar que su pop no es sin más alegre e inmediato pese a la hermosura de sus melodías, ésta es Antònia Font. ¿Canciones melancólicas entonces?: Joan Miquel asegura: "Más que la melancolía, yo diría que en nuestra música resultan sustanciales la soledad, la intimidad, el pequeño comité...". Lo curioso es que el grupo se hartó de tocar en verbenas hasta que explotó la popularidad con Alegria, disco que incluye un paradigma del grupo, el tema Alpinistes-samurais, que bascula entre lo taciturno y lo verbenero.

10Un mundo chocante. Lo más fácil no siempre es lo mejor. Puestos a editar un recopilatorio de sus mejores canciones, en lugar de agruparlas las versionaron arregladas para orquesta sinfónica en Coser y cantar, título irónico donde los haya. Y lo más chocante es que el directo de aquel disco recopilatorio resultó mucho mejor que el propio disco. Otro detalle chocante: la portada de su último disco, un edificio mallorquín que distorsiona el perfil urbano de Palma, resulta ser un ejemplo de arquitectura racionalista.

Antònia Font actuará en el Festival Cruïlla de Cultures. Barcelona (8 de julio), Festival PopArb. Arbúcies (9), Festival Pirineos Sur. Lanuza-Huesca (15) y Benicàssim (17), y en el Festival La Mar de Músicas. Cartagena (19). www.antoniafontoficial.com.

"Más que la melancolía, yo diría que en nuestra música resultan sustanciales la soledad, la intimidad", señala Joan Miquel Oliver.
"Más que la melancolía, yo diría que en nuestra música resultan sustanciales la soledad, la intimidad", señala Joan Miquel Oliver.BIEL SANTANDREU

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