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Reportaje:MÚSICA

Aullido de Morente ante el 'Guernica'

Rocío García

Comienza sentado delante del Guernica, solo en la sala, y termina tumbado a lo largo del cuadro. Había entrado horas antes, larga bufanda azul turquesa y traje oscuro, dando palmas como único acompañamiento musical al cante que le quiso rendir al trágico cuadro de Picasso. Se le ve concentrado, muy emocionado. Enrique Morente explica: "La primera vez que lo vi no lo entendí en su totalidad; bueno, no sé si todavía lo entiendo todo. Fue en Nueva York, donde había caído para actuar con el ballet de Mari Emma. Yo era un semianalfabeto de la época de la dictadura, un joven sin trabajo. A pesar de todo, me impresionó mucho. Ya la segunda vez, en el Casón del Buen Retiro, me emocionó". El cantaor pasó una noche entera frente al cuadro del pintor malagueño que denuncia el horror de la guerra. Quería gritar, aullar frente a él. Y lo hizo, pero también cantó y se tumbó, como buscando un acercamiento con esa mujer que grita. "Nunca he olvidado la primera vez que vi el boceto de esa mujer con la boca abierta", confiesa Morente.

"Quiero que la gente venga a ver a Morente tal y como era, cómo acometía su proceso creativo", dice el director Emilio R. Barrachina

Era un martes de diciembre. En un museo ya cerrado al público, Enrique Morente entró a las nueve de la noche y salió a las cuatro de la madrugada. Tres días más tarde ingresó en una clínica de Madrid para someterse a una operación de estómago. Aguantó cuatro más y el lunes 13 de diciembre pasado, el más grande genio del flamenco fallecía a los 67 años, en medio del estupor de todos. También de Emilio R. Barrachina, el director de Morente. El barbero de Picasso, una película sobre el cantaor granadino y la producción musical que realizó sobre textos de Pablo Picasso y cantes flamencos más tradicionales, que se estrenará, tal y como Morente había querido, en el Festival de Cine de Málaga el próximo día 31.

Es Morente. El barbero de Picasso, desgraciadamente, el último trabajo en vida del maestro flamenco. La película, que será presentada en la ciudad andaluza en presencia de la mujer del artista, Aurora Carbonell, sus tres hijos y los músicos, incluye no solo la visita de Morente al Guernica, algo en principio no previsto en el guión -"me dijo que quería estar delante del cuadro y gritar", recuerda ahora Barrachina-, sino también la última grabación musical, realizada solo un día antes de su ingreso en la clínica, en la que interpreta la canción de Antonio Vega Ángel caído, acompañado al piano por Federico Lechner. La muerte del cantaor no ha cambiado el planteamiento inicial del filme, ni se ha añadido nada. Morente. El barbero de Picasso, cuyo estreno comercial será el 8 de abril, se proyectará tal y como el cantaor y el director se habían comprometido.

Lo dice su mujer, Aurora, en la película, por supuesto hablando en presente. "Es una persona muy natural, muy sencilla y, a la vez, un genio, un monstruo. Yo no he renunciado a mi carrera. Él es mi carrera. Doy gracias a la vida por estar cerca de él". Habla Aurora y, al mismo tiempo, va como repeinando con dulzura la cabeza de Morente, muy concentrado antes de una actuación. Las imágenes cobran mayor fuerza y tragedia tras la desaparición del artista. Por primera y última vez se puede admirar el concierto en el que canta Morente con sus tres hijos en los Baños Árabes de Granada, así como las actuaciones en Buitrago de Lozoya, en junio de 2010, y la que realizó, tres meses después, en el Liceo de Barcelona.

Quiso Morente que el eje central de la película fuera la amistad, a raíz de conocer en 2008 la historia de Eugenio Arias, el peluquero de Picasso, el confidente y amigo del pintor en el exilio en Francia, el autor de la famosa peluca que lució Santiago Carrillo para entrar clandestinamente en España en 1976. El barbero -"si yo volviera a nacer, sería otra vez peluquero, una profesión que trabaja con materia viva", dice Arias en imágenes de archivo- atesoró los magníficos regalos de Picasso, pinturas y cerámicas que hoy conforman el Museo Picasso de Buitrago de Lozoya. La película arranca con esta historia y con la elección de los poemas de Picasso elegidos por Morente para musicarlos y se va mezclando con la propia del cantaor, una caminata por las empinadas calles del Albaicín en Granada, un paseo por las Ramblas de Barcelona, una visita al museo de Buitrago de Lozoya o una cervecita en la plaza Larga, muy cercana a su casa.

"Fuimos dando forma a la película entre los dos, partiendo de un respeto mutuo, dándonos libertad el uno al otro. Yo no quería encorsetar al artista, así que le propuse que hiciera lo que quisiera y que yo intentaría contar con la máxima libertad lo que me proponía", explica Barrachina, que rodó con siete cámaras un total de casi 25 horas. "Quiero que la gente venga a ver a Morente tal y como era, cómo acometía su proceso creativo, qué instrucciones y deseos transmitía a sus músicos, cómo ensayaba", habla con algo de nostalgia el director, que pasó días y horas memorables en la terraza de la casa granadina del cantaor en la que se hablaba de todo. "Era un autodidacta preparado. Morente me descubrió un mundo nuevo, era una grandísima persona, curioso y con sentido del humor, con retranca, ácido. Después de conocerle, quizás lo que más me admira de él es su respeto al trabajo de los demás".

El propio Morente se pregunta cómo le surgió cantar a Picasso. Descubrió sus poemas gracias al biógrafo del pintor Rafael Inglada. "Me llamó la atención su sentido desenfadado y de libertad, como no podía ser de otra forma, ya que todas sus líneas estaban escritas con amor y gracejo, sentido que no había perdido de su condición de malagueño, recordando una y otra vez la luz, los sabores y los olores de Málaga. Me juego mucho al atreverme a musicarlo", reconoce el autor de Omega.

El estreno de la película, producida por Ircania con un coste de dos millones de euros, irá acompañado con la publicación del último disco del artista, que editará Universal. El disco, de título Morente, contiene las últimas grabaciones del cantaor y es el eje musical conductor del filme.

Morente pedía a sus músicos jugar con el silencio. Quizás el silencio que él percibe en su búsqueda de Picasso, solo en el escenario, frente al auditorio vacío del Liceo de Barcelona y con una chaqueta, pintada a mano por su propia mujer, en la que aparecen dos grandes ojos picassianos en la espalda y el rostro de una mujer en el frente. Picasso y Morente, dos genios ya en silencio, pero cuyos aullidos resonarán siempre.

Morente. El barbero de Picasso se proyectará el 31 de marzo en el Festival de Cine de Málaga, que se inaugura el día 25. Su estreno comercial será el 8 de abril. Universal publicará el disco Morente, con las últimas grabaciones realizadas.

Enrique Morente (Granada, 1942-Madrid, 2010), sentado delante del <i>Guernica,</i> de Pablo Picasso, en el Museo Reina Sofía de Madrid. Imagen de la película <i>Morente. El barbero de Picasso,</i> de Emilio R. Barrachina,
Enrique Morente (Granada, 1942-Madrid, 2010), sentado delante del Guernica, de Pablo Picasso, en el Museo Reina Sofía de Madrid. Imagen de la película Morente. El barbero de Picasso, de Emilio R. Barrachina,

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