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Ordóñez pide al Gobierno que no baje impuestos sin recortar gastos

El Banco de España dice que la morosidad es ya una "preocupación", mientras la CECA cree que puede llegar al 3% en 2009 si la economía se desacelera más

El Banco de España siempre ha representado la estricta doctrina económica. El gobernador Miguel Ángel Fernández Ordóñez no se apartó ayer de esa línea, pese a que el Gobierno está de estreno con sus primeras medidas anticrisis. Su receta es que no se bajen los impuestos y, a la vez, se suban los gastos, sino que se haga de manera compensada.

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Según Fernández Ordóñez si se emplean medidas discrecionales en algún campo (como puede ser la deducción de 400 euros en el IRPF para asalariados, pensionistas y autónomos), será necesario acometer recortes de gasto en otras áreas. Preguntado expresamente por esta ayuda, el gobernador aclaró que él nunca habla de medidas concretas, pero señaló que para diseñar la estrategia de política fiscal adecuada en una fase de desaceleración, "tiene sentido que funcionen los estabilizadores automáticos cuyo movimiento compensa las oscilaciones cíclicas". Estos estabilizadores son, por ejemplo, el incremento de las ayudas al desempleo cuando sube el paro así como las menores afiliaciones a la Seguridad Social.

Durante la conferencia el XV Encuentro del Sector Financiero organizado por Deloitte y ABC, Ordóñez dijo que "deben evitarse actuaciones discrecionales de aumento de gasto público o de reducción de impuestos que vayan más allá de la propia acción de los propios estabilizadores". En su opinión, esta actitud puede comprometer la estabilidad presupuestaria a medio y largo plazo y eliminar el margen de maniobra de la política fiscal "para las situaciones de desaceleración más acusadas".

El gobernador no está en contra de que se alteren los ingresos y gastos públicos, pero cree "fundamental realizar esfuerzos de contención del gasto público con acciones compensatorias para reducir los costes en todos los niveles de la Administración".

En cuanto a la morosidad, Fernández Ordóñez apuntó que "como seguramente seguirá creciendo en el futuro, me gustaría que se viera con preocupación, pero sólo moderada preocupación". Es la primera vez que el supervisor reconoce que la morosidad es un problema. Y fue más lejos cuando apuntó que "los motivos de preocupación en el caso de los préstamos a la promoción inmobiliaria". El 70% de la morosidad en promotores está en manos de las cajas. Juan Ramón Quintás, presidente de la Confederación de Cajas (CECA), apuntó que la morosidad subirá hasta el 2% si la economía se desacelera hasta el 2% y podría llegar al 3% si el PIB sigue cayendo en 2009. Quintás dejará el cargo de director general en agosto, tras cumplir 65 años, pero seguirá como presidente no ejecutivo.

Ordóñez, que confió en que la inflación en la zona euro se sitúe por debajo del 2% "en algún momento de 2009", consideró que un "error" adoptar medidas proteccionistas "frente a competidores exteriores. España no debería seguir estos malos ejemplos". Entre el público de la sala muchos pensaron en la batalla entre EDF e Iberdrola, pero el gobernador no lo aclaró.

Miguel Ángel Fernández Ordóñez, en el centro, durante su intervención ayer en las jornadas del sector financiero.
Miguel Ángel Fernández Ordóñez, en el centro, durante su intervención ayer en las jornadas del sector financiero.CRISTÓBAL MANUEL

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