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EN PORTADA | INÉDITOS

Baudelaire, entre el 11-S y 'Wozzeck'

1 EN UNA HOJA SUELTA, sin fechar, que se conserva en la Biblioteca Jacques Doucet, Baudelaire relata el derrumbe de una torre inmensa, de eso quemás tarde iba a llamarse rascacielos. Experimentaba un sentimiento de impotencia porque no conseguía transmitir la noticia a la "gente", a las "naciones".

De modo que debía conformarse con susurrarla a los "más inteligentes". Pero incluso el susurro debió esperarmás de un siglo para ser impreso. Nadie lo notó. Las "naciones" no llegaron a darse cuenta de lo que les esperaba. Todo sucedió en un sueño, uno de esos sueños a los que Baudelaire estaba habituado, esos que dan ganas de no volver a dormir nunca más:

"Síntomas de ruina. Edificios enormes. Numerosos, uno encima del otro, apartamentos, habitaciones, templos, pasillos, escaleras, pasadizos, balcones, claraboyas, fuentes, estatuas. —Hendiduras, grietas. Humedad proveniente de un tanque de agua ubicada cerca del cielo. —¿Cómo advertir a la gente, a las naciones? advirtamos al oído a los más inteligentes.

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"Arriba cede una columna y sus extremos se desplazan, aunque todavía no ha caído nada.

No consigo encontrar la salida. Desciendo, después vuelvo a subir. Una torre-laberinto. Nunca he podido salir. Vivo para siempre en un edificio que está a punto de derrumbarse, un edificio arruinado por una enfermedad secreta.—Calculo, en mi interior, para divertirme, si una masa tan prodigiosa de piedras, mármoles, estatuas y muros que están a punto de chocar entre sí quedarán muy manchados por esta masa de materia cerebral, de carne humana y de huesos desarticulados". Cuando la "noticia" de este sueño llegue a las "naciones", todo encajará, con un solo agregado: las torres se habían duplicado —y eran gemelas.

2UN HIPOTÉTICO equivalente de Baudelaire en imágenes es el cine en blanco y negro —podría estar compuesto por figuras de Guys superpuestas a un paisaje de Méryon, imbuido de "la solemnidad natural de una ciudad inmensa". Escaleras, cortinas, sombras rozadas por el objetivo de Max Ophuls. Contraste entre la suavidad vibrante de la carne y la aspereza seca de la piedra. Nada más alejado del plain air impresionista, inventado por pintores "todavía demasiado herbívoros" para el sistema nervioso de Baudelaire. En Manet apreciaba "el más fuerte sabor español", el fondo de tiniebla, que puede entreabrirse al "encanto inesperado de una alhaja roja y negra", pero no hay trazas que vislumbraran en él la "luminosidad rubia" celebrada por Zola.

Perfectamente consciente de su afinidad con Méryon, Baudelaire le propuso una publicación que los asociase, en palabras e imágenes. Pero fue en vano. Méryon vivía encerrado en una rocosa paranoia —y Baudelaire se sintió obligado a asumir, acaso por única vez en su vida, el papel de la sensatez.

Un día, mientras miraban juntos un aguafuerte del Petit Pont, Baudelaire se dio cuenta de que Méryon había introducido en el cielo una bandada de predadores. Con tono quedo observó "que era inverosímil poner tantas águilas en un cielo parisino". Méryon le respondió gravemente que "esos (el gobierno del emperador), en varias ocasiones, habían hecho volar águilas para estudiar los presagios según el rito—y que había salido en los diarios, incluido elMoniteur". Pausa de silencio. Poco después, Méryon pregunta a Baudelaire si conoce a Poe. Baudelaire le dice que lo conoce "mejor que nadie". Méryon prosigue, impertérrito. Pregunta a Baudelaire si cree que "ese Edgar Poe existe de verdad". Baudelaire pregunta, estupefacto, a quién si no "atribuía todos sus cuentos". Méryon: "A una sociedad de literatos muy hábiles, muy poderosos y al corriente de todo". Después sigue argumentando, según sus criterios inescrutables.

Cuando se despidieron, Baudelaire era consciente de haber estado conversando con alguien que vivía de forma permanente en un territorio inaccesible: "Al despedirnos me pregunté cómo era posible que yo, que siempre tuve, en la mente y en los nervios, todo lo necesario para volverme loco, no lo haya hecho. Con toda seriedad, he dirigido al cielo las gratitudes del fariseo".

3DURANTE LA OBSTINADA corrección de sus poemas, Baudelaire se batía hasta el final con las mayúsculas. Sobre una hoja de pruebas de imprenta le decía a Poulet-Malassis: "Me gustan lasmayúsculas; pero en este caso, ¿qué pensáis?".

Las vacilaciones eran innumerables. ¿Introducir nuevas? ¿Eliminarlas? En estas dudas tenaces Baudelaire revelaba la novedad de su gesto. La mayúscula para señalar una personificación es un procedimiento antiguo, predilecto de los barrocos. Baudelaire quería acaso subrayar esta ascendencia, visible ante todo en su inclinación por la alegoría. Pero, observando con detenimiento las oscilaciones, de una versión a otra, se nota que las entidades nombradas con mayúscula van mucho más allá del repertorio barroco. Junto a las nobles abstracciones, junto a las pasiones y sentimientos se destacan los objetos—a veces demodo abrumador. Surge la sospecha de que Baudelaire tuviera lamisma necesidad de lasmayúsculas que Balzac del pulular de sus personajes. En 'À une Madona' llevan mayúscula cirios, zapatos de cera, lágrimas, vapores, cuchillos. Estos últimos anteceden al corazón en el que van a clavarse. Pero todo el poema está saturado y se presenta como "un exvoto al estilo español". Más sutil y desconcertante es el procedimiento en el 'Crépuscule du soir'. Aquí se asiste a una vasta sustitución de lasmayúsculas. Algunas, que destacaban en la primera redacción, terminan en el texto impreso comominúsculas: así el gusano, el juego, el hospital, el alma. A la inversa, algunas minúsculas son elevadas a mayúscula en la versión definitiva. ¿Qué queda al final? La Prostitución, el Hombre, la Noche. Una oscura y coherente elaboración conduce al resultado. Sus criterios pueden variar de poema en poema. En éste casi se diría que Baudelaire quería reconducir el crepúsculo a su triángulo esencial. Pero en otras ocasiones el procedimiento podía ser distinto. Sólo permanece constante la importancia atribuida a las mayúsculas, como un teclado secreto, que se deja ver de modo imprevisible cada vez —siempre expandiendo sus registros hasta coincidir, en raras ocasiones, con el conjunto de lo que es. En esosmomentos, escribe Baudelaire, "todo se vuelve alegoría paramí". La comprobación se halla en el hecho de que, cuando una visión es solo alegórica, las mayúsculas desaparecen, dado que resultan superfluas. De una carta a Calonne, editor de Baudelaire en esa ocasión: "Danse macabre' no es una persona, es una alegoría. Creo que no se debe usar mayúsculas".

4BAUDELAIRE NO TENÍA talento de autor dramático. Pero varias veces fue tentado por el teatro como espejismo de rápidas ganancias. En enero de 1854Hippolyte Tisserant, célebre actor del Odéon, le lanzó una de esas propuestas. Baudelaire le respondió con una larga carta en la que, en primer lugar, aprovechaba para pedirle dinero prestado. Pero además, como prueba de buena voluntad, adjuntaba un apunte de lo que hubiera debido convertirse en "un drama altamente melancólico basado en la imaginación, la ociosidad, la miseria, la ebriedad y el asesinato".

Avanzamos en la lectura y, como adentrándonos en una alucinación, nos damos cuenta de que estamos recorriendo una historia paralela ymuy afín a la deWozzeck de Büchner. Para entonces esta obra no había sido representada en teatro, a casi veinte años de lamuerte del autor; y aún debería esperar largo tiempo antes de ser publicada en una edición fiable. Es imposible, por tanto, que Baudelaire conociera ese texto. Sin embargo, como impulsado por un poderoso imán, Baudelaire había identificado unamateria dramática que presentaba a Tisserant con palabras que hubieran sido adecuadas también para Wozzeck. Y es que su fuente era lamisma que la de Büchner: una crónica negra. Además estaba el ambiente. Baudelaire: "Mi preocupación principal, cuando he comenzado a fantasear sobre el tema, fue: ¿a qué clase, a qué profesión debería pertenecer el personaje principal? Con decisión he optado por una profesión pesada, trivial, fatigosa. EL ASERRADOR DE LEÑA". Hace falta también una canción "horriblementemelancólica" (como enWozzeck). Después, el drama: "Este amable aserrador acabó por arrojar al agua a su mujer" (como enWozzeck). ¿Elmotivo? "Ebriedad y celos". Sobre todo: imposibilidad de soportar la inocencia de la mujer. El delito: en Wozzeck hay un bosque y un estanque siniestro; en el drama de Baudelaire: "Camino o llanura oscura. —A lo lejos, sonido de orquesta de fiesta popular. —Paisaje siniestro ymelancólico en la periferia de París. Escenas de amor,—lomás tristes posible, —entre este hombre y su mujer". En Büchner, Wozzeck mata a su mujer a puñaladas inmediatamente después de haberla acariciado. A lo lejos, música de taberna. Después Wozzeck arroja el cuchillo a un estanque. En Baudelaire, el segador deja que lamujer se ahogue en un pozo "casi a flor de tierra". Los parecidos con Büchner son también formales. En una posdata a Tisserant escribe Baudelaire: "Estoy dispuesto a dividir la obra en varios cuadros breves, en lugar de adoptar la incómoda división en cinco actos largos". Lo que Baudelaire sugiere es lo que Büchner había ya llevado a cabo—haciendo de Wozzeck el primero, y el más grande, de los dramas expresionistas. Por último: ¿por qué sucede el delito? Porque es "una atrocidad sin pretexto", según Baudelaire. La verdadera diferencia, en la que brilla el genio dramático de Büchner, radica en el hecho de que Wozzeckmata porque algo lo impulsa a matar: una decadencia irreparable. Este era —según Baudelaire— el desafío más difícil: hacer comprensible el delito. A lo que agregaba: "Tened presente además que el público de los teatros no tiene familiaridad con la sutil psicología del crimen".De eso, precisamente, trataban Büchner—y Baudelaire. Ambos parecen haber tenido la visión de una misma materia dramática, dotada de una vida propia, que los esperaba a ellos paramanifestarse. Pero no todo estaba a punto.

Faltaba aún largo tiempo de latencia antes de queWozzeck explotase en la luz y el sonido de la orquesta de Alban Berg. Para Baudelaire, ese proyecto de drama quedaría como una entre tantas "buenas ocasiones" que acostumbraba perder.

@Roberto Calasso Traducción de Edgardo Dobry

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