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Reportaje:

Bendito amanecer

Quino Petit

"O entráis o salís, pero no dejéis la puerta abierta, que se va la calefacción y se congelan los niños". La ministra de Cultura, Ángeles González-Sinde, recibe en la puerta de su casa con pantalón de cuero marrón, camiseta blanca y el cabello empapado tras la ducha reciente. Pasan cuarenta minutos de las siete de la mañana en una urbanización de Pozuelo de Alarcón (Madrid). La puerta del chalé donde la cineasta vive con su pareja, sus hijas y los niños de éste permanece vigilada por escoltas desde que en abril del año pasado aceptó la propuesta de formar parte del Gobierno socialista de José Luis Rodríguez Zapatero. Pero en este frío amanecer de otoño hay cosas más importantes que las aparejadas al cargo. Los pequeños habitantes de la casa necesitan desayunar rápido y salir pitando hacia el cole. "Si no hay viajes, ni tengo que ir al Congreso, el colegio de los niños marca el arranque de la mañana".

"No sé hacer más que actuar", dice Verbeke junto al primer café
Inma Shara: "la libertad es para mí amanecer en África"

González-sinde (Madrid, 1965) ha culminado 2009 en el ojo del huracán. Directora, guionista y ex presidenta de la Academia de Cine, ha lidiado en frentes tan espinosos como el cine o las descargas en Internet desde su aterrizaje en el ministerio. A finales de noviembre, Bruselas paralizaba la orden ministerial de octubre que fijaba los nuevos criterios para la subvención del cine español tras las alegaciones presentadas por el colectivo Cineastas contra la Orden. Las subvenciones quedaban en suspenso. Días más tarde, las masas internautas se rebelaron contra la inclusión en el anteproyecto de Ley de Economía Sostenible de una disposición que concede a un organismo administrativo -la Comisión de la Propiedad Intelectual- la potestad de bloquear sin control judicial páginas web que ofrezcan sin permiso contenidos protegidos por copyright. Cisma en la Red. Reuniones infructuosas de Cultura con algunos implicados. Zapatero se ve obligado a intervenir y asegura que "no se cerrará ninguna web". Multitud de internautas piden la cabeza de la ministra. La Asociación de Internautas continúa hoy reclamándola. Algo que a González-Sinde no le quita el sueño. "La Asociación de Internautas no me quita el sueño, me quita el sueño la responsabilidad".

Conversamos con la ministra en un acogedor sofá del salón de su casa. La luz co-mienza a inundar la estancia a través de un ventanal abierto al jardín de la vivienda. "Éste es el mejor momento del día. Soy una persona de mañana, cuando todo empieza. Mis horas más fértiles. A medida que avanza la jornada, me descargo de energía. Por ejemplo, siempre he escrito por las mañanas, nunca de noche. Escribir es lo que más echo de menos desde que llegué al ministerio, no tanto el trabajo, ni la rutina del cine, de la que ya ni me acuerdo". En las estanterías alternan discos compactos de música clásica y ópera. Tosca. L'elissir D'Amore... Pero también grabaciones de Omara Portuondo, Maria Bethania? No hay pantallas en los alrededores. Suelos de madera. Paredes blancas de las que cuelgan algunas obras de arte. Desde el sofá se divisa un pa-lazuelo pequeñito. Calma total. Javier, la pareja de González-Sinde, ha llevado a los niños al cole. Sólo queda Valentina, la hija de ambos, a quien la ministra acompañará personalmente a clase tras desayunar café y tostadas con mermelada hecha en casa.

-¿Se ha planteado dejar el cine por la política?

-No creo. La política es muy dura. Estar cerca de Zapatero es un gran descubrimiento, pero se trata de algo muy concreto en mi vida.

Apenas queda tiempo para el retrato por exigencias del guión. Habrá que repetir la foto otro día para conseguir lo que buscamos: instantes femeninos de extrema privacidad. Inaccesibles. Despertares desnudos, pausados, sensuales, legañosos o acompañados de desayunos pantagruélicos. La cara menos conocida de mujeres españolas muy conocidas. Siempre al amanecer. "Cuando confluyen el descenso en los niveles de segregación de la melatonina, causante de la somnolencia, con el aumento de la segregación de cortisol, que provoca la subida de la tensión arterial, de la temperatura basal, de la actividad metabólica de las hormonas y de las cantidades de glucosa, así como efectos estimulantes en el cerebro que nos encaminan hacia la vigilia". Así define Diego García Borreguero, director del madrileño Instituto de Investigaciones del Sueño, el prodigio del despertar. Un milagro cotidiano al romper el día.

Y bella como un milagro encontramos a Natalia Verbeke. Desnuda. Envuelta en sábanas blancas. Desperezándose en el dormitorio de su vivienda del centro de Madrid. "Me gustaría poder dormir mucho, por eso me levanto siempre muy despistada. Amanezco así. Sólo uso perfume para dormir, como Marilyn", confesará después junto a un café humeante y una tostada de pan de arándanos.

En la memoria de esta actriz, nacida en Argentina en 1975, persiste imborrable el primer amanecer que contempló con ocho años en la vivienda familiar Buenos Aires. A los once se trasladó con sus padres a Madrid, "en busca de un futuro mejor". En 2001 comenzó a cautivarnos con papeles en películas como El hijo de la novia o El otro lado de la cama (2002). Continuó conquistando audiencias en series como Los Serrano (Telecinco) o, en la actualidad, Doctor Mateo (Antena 3), que en febrero comienza el rodaje de su tercera temporada. "Hasta entonces quiero irme de vacaciones. Muy lejos, más que nada por el anonimato".

-¿La televisión es un buen antídoto para la crisis?

-Con trabajo se lleva mejor la crisis. Ésta es mi cuarta serie. Y es difícil tener un lugar en todos los medios. Hay actores de cine que no funcionan en la televisión, o actores de televisión que no funcionan en el cine... Me siento privilegiada por rendir en ambos sitios.

-¿Cree que el papel de su vida aún está por llegar, ese que encumbra una carrera?

-Sí, imagino que sí. No ha llegado. Tendrá que llegar..., si llega [risas]. No es algo que me obsesione.

-¿Cómo es el amanecer junto a un torero?

-[Carcajada]. Pues... Imagino que co-mo... Es que no me gusta entrar en... Pero bien, muy bien. Mu bonito.

-¿No hay trajes de luces alrededor?

-No, no. No hay sangría... [Risas].

-¿Cómo se convive con el miedo?

-Te acostumbras. Como todo. Te acostumbras al miedo. Vives con él.

la actriz responde lacónica ante algo de lo que no le gusta hablar: su relación sentimental con el matador de toros Miguel Abellán. Con lo que sí disfruta es charlando sobre la actuación. "No sé hacer otra cosa. Me gustaría dedicar toda la vida a esto". Teatro: asignatura pendiente, al menos en España (ha interpretado Shakespeare en Inglaterra), "aunque no creo que sea necesario subirse a las tablas para ser más actor". Desde que acabó la segunda temporada de Doctor Mateo reparte el tiempo entre sus clases de inglés y francés y el gimnasio. Tras un desayuno frugal se marcha, con los ojos ocultos bajo unas enormes gafas de sol, hacia una cita con su entrenador físico para seguir cultivando un cuerpo de cine.

De la belleza salvaje a primera hora de Natalia Verbeke al despertar mimoso de Lourdes Hernández (Madrid, 1985). La voz cantante y autora de Russian Red, cuyo primer y único disco, I love your glasses (Eureka), no ha parado de cosechar éxitos desde su publicación en 2008, abre la puerta de su vivienda frotándose los ojos. Viste pantalón de pijama, camiseta con el dibujo de un ratón Mickey pixelado y zapatillas con pompones. Acaba de saltar literalmente de la cama. Son las nueve y media de la mañana. Lourdes camina hacia la cocina de este acogedor piso con vistas a la madrileña plaza del Tribunal, en el que vive desde el pasado verano, y agarra una manzana que muerde con exquisita parsimonia. Los flashes destellan sobre su rostro angelical.

No en vano, el principio de Russian Red fue la Iglesia. "A los catorce aprendí a tocar las canciones de misa. Fui a colegios de monjas toda mi vida y cantaba en el coro". Después vino la carrera de Traducción e Interpretación, que no llegó a terminar porque le sorprendió el éxito musical tras la cálida acogida de sus canciones en el portal web de MySpace y el empeño del productor Fernando Vacas por convertirlas en un álbum de debut. Pop acústico con esencias de folk hecho en España, pero cantado en inglés. "Esto tuvo la culpa". Lourdes muestra un libro con letras de canciones de los Beatles que le sirvió para aprender desde pequeña la lengua en la que concibe su música. Hoy defiende las descargas gratuitas en Internet. Su salón es testigo de la comunión perfecta entre el mundo musical analógico y el digital. Los vinilos de Cecil Taylor, Glen Miller o Michael Jackson conviven con los discos compactos originales de Leonard Cohen o Neil Young, así como un MacBook Air repleto de canciones. "Soy muy hippy en ese sentido. Estoy a favor de que la gente se descargue mi música gratis y yo la de otros. La música es para llevarla. Te pueden pagar o no, pero cuando haces algo de verdad no buscas vivir de ello. Yo compro y descargo. Otra cosa es que haya piratas que ganen dinero con algo que debería poder descargarse gratuitamente".

Lourdes no se plantea si lo de la música será para siempre. "Si no funciona, no pasa nada. Además, tampoco me gustaría quedarme aquí permanentemente". Tras posar para el fotógrafo, inquiere detalles técnicos. "Últimamente me ha dado por la fotografía... analógica". Las paredes de su salón ilustran con polaroids la prueba irrefutable de esta afición. Paisajes, el letrero con luces de neón de un hotel en Miami... "Mi amanecer más triste llegó en octubre del año pasado, al final de la noche antes de irme de gira por América Central y Estados Unidos. Estaba aquí en casa, sola. Cada vez con más responsabilidad. Todo era demasiado nuevo". Pero salió bien. Tanto, que ha terminado el año preparando canciones de un futuro disco y sus composiciones para la nueva película de Julio Médem.

Otra amante de la música es Inma Shara (Amurrio, Álava, 1972). En su caso, de la música clásica. A tanto llega su pasión, que por delante de sus ojos pasan partituras constantemente. Aunque no las tenga delante. "Veo música todo el tiempo, mi mente está llena de corcheas". La Inmaculada Sarachaga que conversa pizpireta bajo la cúpula del hotel Palace al mediodía no se parece mucho a Inma Shara, el álter ego que sube al podio para dirigir orquestas sinfónicas. Estamos ante una de las poquísimas directoras de orquesta del mundo, que pueden contarse con los dedos de las manos. Un hecho sobre el que ha contestado una y mil veces: "Todavía es una singularidad, pero se debe a que no han existido modelos femeninos en la dirección. Las niñas de hoy visualizarán a las que ya dirigen orquestas. No me interesa si existe o no el machismo en la música clásica. Llevo casi tres meses dando 40 conciertos y sólo guardo gratitud".

Acaba de terminar el último ensayo con la Orquesta Nacional Checa antes del concierto que ofreció el 18 de diciembre en el Teatro Real. Entre el repertorio, la Sinfonía 40ª de Mozart y una segunda parte dedicada a composiciones del argentino Astor Piazzolla con bandoneonista solista incluido. "Los días que tengo recital descanso un poco más de lo normal. Me levanto a las ocho y media, más o menos, y hago un buen desayuno. De hecho, no vuelvo a comer nada hasta el día siguiente, salvo ciertos alimentos que voy picando. La comida cocinada me sienta mal durante esas horas. El directo impone mucho". Joven y ambiciosa. Un volcán en erupción que vive por y para la música. Conoció a maestros como sir Colin Davis o Zubin Mehta, a cuyos ensayos tuvo la fortuna de asistir durante su etapa de aprendizaje. Casada con Jesús, su novio de toda la vida, aún no ha sentido la llamada de la maternidad. "En un futuro sí me lo planteo. Pero hay que dar prioridades. Hoy tengo una obsesión absoluta por la música. A veces me pregunto si es normal".

De todas las mañanas que Inma Shara ha vivido embargada por la cadencia de una nota, la que más le ha emocionado tuvo lugar en Kenia hace siete años, durante un viaje de placer. "Aparte de la música, la libertad es para mí amanecer en África. Y contemplar la luz y la armonía del silencio de la naturaleza".

Para Nieves Álvarez (Madrid, 1974), una de nuestras top-models más internacionales, musa de genios como Saint-Laurent y Ungaro, el destino equivalente sería Bali. "Me casé allí con Marco. Es nuestro paraíso, un lugar lleno de energía al que volvemos a menudo". La decoración del domicilio de Nieves, en la sexta planta de un edificio de la madrileña calle de Juan Bravo, hace honor a esta pasión oriental. Posa sonriente en su dormitorio con una camisa blanca de su marido, el fotógrafo de moda Marco Severini. "Siempre me levanto de buen humor, sea cual sea la hora. Al contrario que Marco. Somos polos opuestos". Nada de todo eso les ha impedido tener tres hijos, dos de ellos mellizos.

-¿Alguien del mundo de la moda le aconsejó que no los tuviera?

-No. De hecho, la llamada de la maternidad coincidió con uno de los momentos más importantes en la carrera de una modelo: la firma con una campaña de cosmética. Aunque me retiré de las pasarelas y ya no mantenía el ritmo de 150 vuelos al año, he se-guido trabajando intensamente.

Lorena Berdún (Madrid, 1973) espera la llegada inminente de su primer hijo durante el posado para estas páginas. La psicóloga, comunicadora y actriz que ejerció como divulgadora de la sexualidad para varias generaciones de españoles desde 1998, primero en la radio y luego en televisión, ha enfilado los últimos días de 2009 dedicada a su embarazo y a las clases de locución y doblaje que retomó tras presentar en Televisión Española el programa de entrevistas Balas de plata. "Quise hacer algo en televisión que no estuviera relacionado con el sexo". El show, emitido en 2008, no tuvo continuidad a la hora de la renovación.

-¿Volvería a hablar de sexo por la tele?

-Ahora mismo no me apetece. Acabé un poco cansada. El tema es muy repetitivo. Pero nunca se sabe.

-¿Se sintió encasillada?

-No. Pero es verdad que cuando quieres hacer otras cosas cuesta un poquito más que te vean en otro contexto.

Por el momento, Lorena se levanta cada día más temprano. Según las necesidades de Pablo, su bebé. "Normalmente soy muy noctámbula, me acuesto tarde. Pero no suelo ser perezosa". Y celebra la llegada de un hijo, de un nuevo año. "Ahora estoy más centrada en el doblaje y la locución, pero me encantaría trabajar como actriz. O hacer un programa bonito, o una serie... A ver por dónde sale el Sol".

EL PAÍS SEMANAL visita a seis mujeres muy conocidas, nada más despertarse. Despertar Glorioso La actriz Natalia Verbeke (Buenos Aires, 1975) en su dormitorio al despertar. "Amanezco así. Sólo uso perfume para dormir, como Marilyn".
EL PAÍS SEMANAL visita a seis mujeres muy conocidas, nada más despertarse. Despertar Glorioso La actriz Natalia Verbeke (Buenos Aires, 1975) en su dormitorio al despertar. "Amanezco así. Sólo uso perfume para dormir, como Marilyn".JERÓNIMO ÁLVAREZ

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Sobre la firma

Quino Petit
Es redactor jefe de Comunicación y Medios en EL PAÍS. Antes fue redactor jefe de España y de 'El País Semanal', donde ejerció como reportero y publicó crónicas y reportajes sobre realidades de distintas partes del planeta, así como perfiles y entrevistas a grandes personajes de la política, las finanzas, las artes y el deporte

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