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Blanco plantea subir impuestos para homologar la presión fiscal a la UE

El 'números dos' del PSOE juzga necesario el aumento "para tener servicios e infraestructuras de gran calidad" - El PP califica de "chupasangres" a Zapatero

Claudi Pérez

Hace mucho que terminó la era de proclamar que bajar impuestos es de izquierdas. Las subidas son generales en Europa -la crisis obliga-, y España, con una presión fiscal más baja y un agujero considerable en las cuentas públicas, ya ha empezado a transitar por esa senda. El Gobierno acaba de subir el IVA y hace poco retiró la deducción de 400 euros y elevó la tributación sobre el ahorro, tabaco y alcohol; algunas comunidades han empezado a subir su tramo del IRPF a los más ricos, y la desgravación por la compra de vivienda se acaba este año. El Gobierno prepara aún más madera: Hacienda ultima una subida moderada del IRPF que pagan las rentas altas en los próximos Presupuestos. Por si alguien tenía la más mínima duda de ese giro en la política fiscal (tras años de rebajas impositivas con el PP y con el PSOE), el número dos de los socialistas y ministro de Fomento, José Blanco, aseguró ayer a Europa Press que los impuestos españoles son "muy bajos" y señaló que hay que buscar fórmulas para "homologarlos" a la media europea. En plata: habrá subidas. Y pronto.

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Preguntado por este diario sobre si el Ejecutivo prepara alzas fiscales generales -de impuestos directos e indirectos-, afirmó tajante: "En ningún caso". Y después matizó: "El alza de impuestos ya se verá en la tramitación de los Presupuestos [dentro de un mes]. Lo que yo he hecho es una reflexión a título particular respecto a la necesidad de homologar los impuestos a la media europea si queremos tener infraestructuras y servicios de gran calidad". Blanco ya hizo en agosto del año pasado una reflexión a título particular que causó un gran revuelo: planteó subir impuestos a las rentas altas para capear la crisis, algo que el Gobierno inicialmente rechazó, aunque al final el presidente Zapatero ha recuperado esa idea para tratar de repartir las cargas de la crisis, después del tijeretazo que sufrieron funcionarios y pensionistas.

España cerró 2008, el último año con datos disponibles, con una presión fiscal que está en los puestos de cola de Europa: el 33% (de cada 100 euros de riqueza que genera, una tercera parte va a parar a las arcas públicas). La media europea está lejos, cerca del 40%, y más aún las cifras de los países con un Estado del bienestar más desarrollado. Con un agravante: esa brecha se ampliará en 2009 y 2010. Los ingresos públicos en España han caído a plomo por la combinación de la crisis económica y el pinchazo inmobiliario. En el resto de Europa, salvo excepciones, ese derrumbe ha sido menos ruidoso.

"Si los ciudadanos quieren unos servicios públicos y unas infraestructuras de primera, debemos tener también unos impuestos homologables a los de Europa", dijo el vicesecretario general del PSOE y titular de Fomento. Su ministerio se ha visto obligado a aplicar un recorte de la inversión, que el presidente Zapatero ha suavizado recientemente en unas declaraciones que provocaron desasosiego en los mercados y el consiguiente aumento de la prima de riesgo de la deuda de España.

Al PP le faltó tiempo para reaccionar. El vicesecretario de Comunicación del PP, Esteban González Pons, calificó a Zapatero de "chupasangres económico e impositivo de las clases medias" tras conocer la reflexión de Blanco. En una entrevista en Onda Cero, González Pons explicó que "en ningún país serio las subidas de impuestos las anuncia el ministro de Fomento". Y señaló que si el PP gana las elecciones los impuestos se mantendrán e incluso bajarán selectivamente "porque cuando hay impuestos bajos, los ciudadanos generan mayor actividad económica y se acaba recaudando más", pese a que la evidencia empírica demuestra todo lo contrario. Y aunque la práctica totalidad de los países europeos ha puesto en marcha alzas de impuestos tras las montañas de dinero público gastadas para hacer frente a la crisis más grave desde la Gran Depresión.

Zapatero anunció en primavera una subida de impuestos para las rentas altas cuando, presionado por los mercados, se vio obligado a imponer un draconiano plan de ajuste. En mayo dijo que las alzas impositivas a los que más ganan llegarían "en breves semanas". Tres meses después, se espera que se anuncien a finales de septiembre. Hacienda planea además eliminar deducciones para elevar de facto el impuesto de Sociedades. La vicepresidenta y ministra de Economía, Elena Salgado, lleva meses echando balones fuera en lo relativo a las subidas de impuestos: "Si hay que hacer más recortes, prefiero que sea por la vía de los gastos antes que subir impuestos", solía repetir Salgado en sus comparecencias antes de las vacaciones, si bien daba por hecha la subida a las rentas altas prometida por el presidente. Blanco hace ahora un planteamiento distinto al que ha venido defendiendo Salgado: endurecer el giro en la política fiscal que la crisis obligó a poner en marcha a Zapatero para acercar el Estado del bienestar español al europeo.

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Sobre la firma

Claudi Pérez
Director adjunto de EL PAÍS. Excorresponsal político y económico, exredactor jefe de política nacional, excorresponsal en Bruselas durante toda la crisis del euro y anteriormente especialista en asuntos económicos internacionales. Premio Salvador de Madariaga. Madrid, y antes Bruselas, y aún antes Barcelona.

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