_
_
_
_
_
Entrevista:PERSONAJE

Brad Pitt madura

El hombre más 'sexy' del mundo parece que por fin ha madurado. Al entrar en los 40 abandona su fama de simple guaperas para involucrarse en el desarrollo de África, la arquitectura y la investigación con células madre.

Acaba de regresar de un paseo en moto por las montañas de Marruecos, con su nuevo grupo favorito, Kings of Leon, tronando en su iPod. Brad Pitt ha aterrizado en el desierto para rodar la película Babel, con Cate Blanchett. Aunque concede esta entrevista para hablar de Sr. y Sra. Smith, no duda en explayarse sobre lo que él considera vergonzoso estado de la prensa estadounidense y su madurez personal a los 40.

¿Por qué eligió 'Sr. y Sra. Smith' tras la superproducción de 'Troya'? Ha dicho algo así como que la película es una metáfora del matrimonio…

Eso fue lo primero que me hizo reír cuando leí el guión. El hecho de que hubiera un marido y una mujer que literalmente quisieran asesinarse el uno al otro. Me encantó. Lógicamente, fiché por esta película hará unos dos años; me encontraba en una situación personal distinta.

"Si tomo la decisión adecuada, lo acepto. Y si tomo la que no debía, también. La felicidad está muy sobrevalorada"
"Estaba tan obsesionado con interpretar a personajes interesantes que me olvidé de mi vida"

¿Cree que los matrimonios se sentirán identificados con la película?

Sí, porque, al fin y al cabo, es una película realmente divertida. Es difícil clasificarla debido a su tono. Es una mezcla de drama, comedia y película de acción. Ha habido muchas versiones. En principio iba a dirigirla John Woo, y hubiera sido estrictamente una película de acción. Cuando llegó Doug Liman buscamos darle un toque un poco más de personajes.

Pero, ¿qué es lo que le gustó tanto de 'Sr. y Sra. Smith'?

El esbozo de la historia, que es muy sencillo: una pareja se reencuentra unos seis años después y la relación aparentemente está muerta. Para empezar, ni siquiera recuerdan cómo han llegado hasta allí. Luego la relación vuelve a comenzar y deciden asesinarse el uno al otro. Eso significa que todavía queda cierta pasión. Ahí empieza todo, con dos personas que quieren asesinarse y deben conocerse de nuevo y mostrar su propio yo, algo muy difícil.

Entonces, ¿cree que las parejas aburguesadas atrapadas en un matrimonio largo y anodino se verán reflejadas en la historia?

No lo sé. Lo que sí puedo decir es que la película es realmente divertida. Es una deliciosa historia sobre las relaciones.

¿Contiene lecciones subliminales sobre el amor y las relaciones?

No, no, no, realmente intento evitar las lecciones. Ésta revela ciertas verdades y puedes reírte un poco durante el proceso.

¿Cuál es la verdad fundamental que revela 'Sr. y Sra. Smith'?

Que es muy fácil perderse por el camino y olvidar la idea original de lo que unió a las personas. Que no existe ningún manual que te guíe después de esa unión inicial.

Últimamente parece estar seleccionando más proyectos comerciales. ¿Se ha producido algún cambio en usted respecto a los trabajos que elige?

No. Lo que ha ocurrido es que, antes de que me inclinara por esto, había planeado un año de proyectos independientes. Por diversos motivos, todos se desbarataron y no funcionaron, así que acabé sin trabajar durante un par de años. Tras invertir mucho tiempo en esos proyectos se abrió un poco esta otra posibilidad.

Ésta es una película comercial, ¿no? ¿Hubo algo de ella que le resultara desagradable?

Sí, diría que es comercial, pero creo que hemos evitado todas las trampas que suelen aburrirme de esas películas. Este proyecto tiene todo lo que me gusta de los filmes comerciales. Si caíamos en una de esas trampas mientras estábamos rodando, conseguíamos zafarnos de ella. Improvisábamos constantemente, a diario. Fue una lucha permanente por evitar que se convirtiera en una película con moralina, queríamos que resultara sutil.

Ahora está en Marruecos rodando 'Babel', con Cate Blanchett, y comenzará 'Jesse James' en otoño. Hábleme un poco de estos proyectos cinematográficos y qué le pareció atractivo de ellos.

Creo que con estas películas estoy volviendo más a un análisis psicológico de los personajes, y con directores que se centran más en relaciones humanas, polaridades y polos magnéticos. Cuando pienso en el rodaje de Jesse, sí, es una película del Oeste, pero en cierto sentido es un drama psicológico sobre un célebre adulador. Una celebridad que está desorientada. En Babel, la historia es mayor que cualquiera de los personajes. La historia de Babel es la incomunicación. Alejandro [González Iñárritu] es un director realmente interesante. Es una especie de tercera entrega de Amores perros y 21 gramos. Son cuatro historias, en cinco lenguas distintas. Está muy bien escrita. Y Cate Blanchett es un regalo del cielo para un actor; bueno, y también para las mujeres. Además, estoy trabajando en otra película con David Fincher, The curious case of Benjamin Button, que está muy avanzada. Y hay otro filme llamado Schmidt. Lo están escribiendo ahora mismo, y me encanta la idea que plantea; veremos qué ocurre.

¿Qué es lo que más le interesa de una película por la que finalmente se decide?

Me obsesiona la gente que llega en segundo lugar. Por ejemplo, en una competición deportiva. Piensa en todo el entrenamiento que le dedica una persona, y que da lo mejor de sí misma, pero aun así llega en segundo puesto, y el que llega primero se lleva la gloria y los honores. Pero a mí siempre me ha fascinado el segundo, es lo que me interesa de verdad. Ahora pasemos a Los Ángeles, donde cientos, si no miles, de personas llegan cada año con un sueño entre manos. Pero no todo el mundo lo consigue, ya que no hay espacio suficiente. He estado pensando en esa gente, y en si se preguntan si deberían tomar otro camino o si les sigue gustando su vida tal y como es. Chad Schmidt es un tipo que empezó más o menos en la misma época que otro llamado Brad Pitt, quizá un par de meses antes. Y se parece un poco a Brad Pitt, pero le gané en un par de audiciones. O Brad Pitt se parece mucho a Chad Schmidt. Chad tal vez sea algo más corpulento, tiene un poco más de barbilla que Pitt, tiene la nariz un poco más torcida porque una vez se la rompió. Empieza a perder frente a ese personaje, Brad Pitt; pero, con el tiempo, Pitt se convierte en la pesadilla de su existencia, el tipo al que no puede quitarse de en medio, el que le impide dedicarse a lo que le gusta. Le ponen esa horrible etiqueta que se les otorga a los actores que tratan de dedicarse a lo suyo: "la versión pobre". Es un enfoque cómico de todo eso. Voy a recoger viejas entrevistas mías y fusilarlas por completo.

Últimamente ha estado muy ocupado rodando películas, participando en varias causas políticas, como la Campaña One [en África, con Bono, líder de U2], entre otras; produciendo películas a través de su compañía, Plan B; satisfaciendo su pasión por la arquitectura…, por no hablar del acoso que sufre de los 'paparazzi'. ¿Cuáles son sus prioridades actualmente?

Querrá decir qué principio de selección he aplicado, porque eso es lo que ha ocurrido. Ahora mismo debo centrarme en una cosa, y es esta película, Babel, y anteriormente estuve en África y me concentré en todos los datos de la Campaña One y comunicando esa idea. No soy demasiado versátil, pero no me ha resultado aburrido en ningún momento. Y con todas esas producciones tengo la suerte de contar con gente realmente fantástica trabajando conmigo y que me facilita mucho las cosas.

¿Qué tipo de películas le gustaría producir a través de su empresa, Plan B?

Insisto, mi principal interés siempre es el narrador. Dar con nuevos directores y encontrar historias ahí fuera exige mucho trabajo. El problema es encontrar las historias más interesantes o, como mínimo, lo que yo considero las historias más interesantes, que tratan sobre los detalles de las relaciones humanas.

¿También está intentando educar al gran público que va al cine para que aprecie algunos de esos detalles?

No, no me veo a mí mismo como un educador. Más bien soy un alumno de cuarto curso… Por cierto, ¿ha escuchado a Kings of Leon? Kings of Leon, lo mejor que he oído en años. Son absolutamente increíbles.

Recientemente ha participado en la Campaña One con Bono. También ha colaborado con Make Poverty History, y fue decisivo para que se aprobara en California la legislación sobre investigación con células madre. ¿Por qué tanta implicación ahora?

Mucha gente invirtió un montón de trabajo en la legislación de las células madre antes de que yo llegara. Yo sólo llegué a tiempo para contribuir a inclinar la balanza. Estoy empezando a obsesionarme con toda la desinformación que hay en el mundo. No me refiero a cómo se me retrata; cuando veo toda la desinformación relacionada con la política y cómo afecta a la vida de la gente, me enfado de verdad, así que siento que debo involucrarme en ello.

¿No hubo un momento en el que le avergonzaba utilizar su fama para expresar sus ideas?

No me educaron así. Me enseñaron que uno no debe presumir de su fuerza y debe guardarse el ego en el bolsillo e intentar llevarse bien con todo el mundo, y creo en eso. Pero me estaba molestando, e incluso me cabreaba toda la desinformación. Al día siguiente de que se aprobara la ley de las células madre, ahí estaba Mel Gibson [gran suspiro de frustración y silencio], medio furioso… Y eso que le quiero mucho como persona y como actor…

¿Y cómo es que no era más político cuando tenía 20 o 30 años?

A los veintitantos estaba más interesado en el rock y todo su mundo. A medida que te vas haciendo mayor eres más consciente de lo que dice la gente. Empiezas a pensar: yo no opino eso en absoluto; o, espera un momento, eso es un error y la gente se lo está creyendo, no ha entendido nada.

¿Le parece curioso que el público en general responda más a las celebridades cuando expresan su opinión o respaldan una causa?

No creo que eso sea del todo cierto; también he visto a famosos que han perjudicado muchas buenas causas por haber aparecido. La gente sigue creyendo que sólo somos actores y que deberíamos dedicarnos a lo nuestro, o que, como actores, hemos ultrajado el término liberales. Me gustaría señalar que todos los grandes cambios han tenido su origen en un punto de vista liberal, desde los derechos civiles, y nunca en uno conservador.

¿Duerme mejor por las noches sabiendo que está haciendo algo en lo que cree?

Bueno, mis problemas de insomnio provienen de mis propios fantasmas.

Alguna vez ha mencionado que cuando era niño se quejaba de la 'injusticia' de la vida, y su madre le respondía que tenía una gran responsabilidad. ¿Su implicación actual es una respuesta a eso?

Desde luego, la vida no es ecuánime, y esa idea de que la vida está condicionada por el punto del mapa en el que naciste, que la latitud determina el futuro de una persona, me parece realmente frustrante. No lo sería si todo el mundo pudiera cruzar las fronteras hacia otras zonas del mapa para ayudar. Es que es muy fácil sentirse cómodo en un país industrializado como el nuestro. Somos el país más rico del mundo. Es muy sencillo dejar pasar otro día. Y ése es el verdadero error, del que todos debemos ser conscientes: que nos sentimos superiores o con ciertos derechos porque siempre hemos ganado. Creo que ésa es la naturaleza humana, y si se invirtiera el mapa, creo que funcionaría de la misma manera, el modo en que África nos miraría a nosotros. No quiero criticar lo que hace la gente, lo que critico es que no somos conscientes de ello.

Ha manifestado que el desafío constante de la gente es saber a qué puede contribuir, y usted lo está haciendo ahora. ¿Por qué ha tardado tanto?

Cumplir 40 años significó mucho para mí. No tengo otra excusa. Me parece que en algún momento tienes que remangarte la camisa y ayudar, especialmente si te encuentras en la situación en la que yo me encuentro. Veo lo que está ocurriendo en África y ni siquiera nos llegan las noticias. Hay toda una generación de gente allí que está siendo exterminada y no hay prensa reflejándolo. Y sin embargo, yo estoy siempre en las publicaciones… ¿Por qué? La mitad de los estadounidenses están divorciados, pero si mi mujer y yo acabamos en esa mitad aparecemos constantemente en la prensa. Así que quizá pueda utilizar esta presencia permanente mía en los medios para otros fines.

Usted se encuentra en medio de esta nueva cultura de la celebridad de la que los periódicos sensacionalistas se alimentan. ¿Cómo lidia con ello?

Me limito a no entrar en el juego. Actualmente soy un maestro zen en no darle importancia a lo que digan. Soy Siddharta. Ya llevo 14 años en la prensa rosa. Al principio me indignaba su veneno y su falta de comprensión. Luego llegó un momento en que me di cuenta de que la idea de la comprensión ni siquiera era importante. En este momento entiendo muy bien el juego, cómo se inventan declaraciones y cómo siguen explotando una historia si se puede ganar dinero con ella, aunque en realidad no la haya. Sólo lamento que el público no se dé cuenta. He oído que mi amigo Tom Cruise recientemente ha tomado cartas en el asunto. Tengo que acordarme de enviarle flores por haberme desbancado de las portadas durante una semana, y quizá también a Jennifer [Gardner] y a Ben [Affleck]. Me encanta que esta gente intervenga y calme los ánimos [risas]. O quizá debería llamar a Ashton [Kutcher], y ver si él y Demi [Moore] pueden hacer algo al respecto. Me imagino que será así durante un año más. Me da igual. Cuando empecé hace 14 años era el agravio de ser representado de forma tan desvergonzada. Ahora sé lo impreciso que es el periodismo y me permito hacer incluso bromas. También creo que al final la verdad acaba saliendo a la luz. Que digan lo que quieran. No me importa.

Sí que se ha tomado bien el hecho de cumplir 40 años… Ahora tiene 41 y parece estar más en paz consigo mismo…

Ahora ya no valen las excusas. Soy muy consciente de cada decisión que tomo. Es decisión mía y no puedo culpar a nadie. Me gusta. Eso me ha dado grandes satisfacciones. Si tomo la decisión adecuada, lo acepto, y si tomo la decisión que no debía, también. Los errores no se pueden evitar.

¿Cree que la felicidad está sobrevalorada?

La felicidad está muy sobrevalorada, y la tristeza, infravalorada. Lo único que sé y que tengo muy claro es que sólo dispongo de una oportunidad para hacer las cosas como yo quiero.

¿Le asusta lo desconocido?

¡Nooo!, me encanta lo desconocido. Me emociona enfrentarme al abismo de la oscuridad.

¿Cómo definiría el éxito personal en la actualidad?

Autenticidad, verdad y honestidad. También siento una gran admiración por la dedicación. Es algo estrictamente personal.

¿Quién en su opinión ha tenido éxito según esa definición?

Todo es cuestión de la idea que se tenga del éxito. Para mí, ahora mismo, los Kings of Leon lo son todo. No puedo pasar un día sin escucharlos. Me hacen querer salir a pelear y joder…, lógicamente no en un sentido literal, ya me entiende. Desde luego, me encanta Frank Gehry, que no gozó de reconocimiento en el extranjero hasta los 60 años. Un hombre que tenía una empresa comercial y la perdió a mitad de su vida, cuando dijo: "No, tengo que dedicarme a lo que me interesa". También me dijo una vez algo que se ha convertido en una de mis citas favoritas: "No te embarques en algo si sabes adónde se dirige". Rem Koolhaas es otro arquitecto visionario. Piensa cómo pueden asociarse las comunidades entre ellas y así mejorar. Me gusta ese pensamiento avanzado. Ésa es la gente que me apasiona.

Parece que la arquitectura es otra de sus grandes pasiones…

Con el grupo de gente con que trabajo desarrollamos algunos conceptos para un grupo hotelero; pero parece que no van a hacerse realidad porque es demasiado caro para ellos, lo cual me cabrea, porque no se arriesgan nada. Dicen que no encajan en su fórmula. Mi plan para los próximos dos años es centrarme en la productora, Plan B; realizar un par de proyectos que me parezcan interesantes, y luego dar un paso más hacia la arquitectura.

Sus preferencias arquitectónicas se inclinan hacia los diseños y materiales austeros. ¿En qué sentido reflejan estos gustos arquitectónicos su personalidad?

Yo no diría eso. La calidez es lo principal, lo es todo. Es lo que me encanta del desierto de Marruecos. Aquí existe una honestidad brutal, y lo que usted tacha de austero, yo lo definiría como brutalmente honesto. También me encanta la sencillez. La sencillez es lo más difícil de lograr en la arquitectura, donde todo funciona con cierto ritmo y nada es superfluo, no hay pijadas de adorno. Existe una armonía en los materiales que utilizas y el modo en que se unen. Ésos son los elementos que realmente me dejan boquiabierto.

¿Qué le gustaría que supiera la gente de todo el mundo a día de hoy?

Debo poner a África como ejemplo. Hay una fantástica cita de Por quién doblan las campanas: "No preguntes por quién doblan las campanas, y siguen y siguen sonando por mí". Un momento, tengo que encontrar la cita exacta… ¿Puede esperar un minuto?… "Por eso nunca preguntes por quién doblan las campanas, doblan por mí". Fantástico. Cuanto más sigamos sin implicarnos en los asuntos de otros países y nos diferenciemos porque nuestro equipo es mejor que el suyo y ese tipo de mentalidad de instituto, más sufriremos guerras y hambrunas, gente muriendo… No es un problema humanitario, aunque ya eso me parece un argumento suficiente; se trata de crear un mundo mucho mejor, económica y pacíficamente. Esto significa recoger la pelota que lanzó la ONU y es el motivo por el que participé en la Campaña One. Hay un economista, Jeffrey Sachs, que dice que podemos acabar con la pobreza mundial en 2025, y eso es lo que estamos intentando comunicar. De repente, alguien viene y dice: ¿y por qué no puede ser este mundo de otra manera? ¿Qué ocurriría si todo el mundo pudiera empezar de un modo más justo? Nadie me había formulado esa pregunta. De los 23 países industrializados, Estados Unidos es el que aporta más dinero en ayudas, cosa que nos encanta predicar; pero en cuestión de porcentajes, de nuestro producto nacional bruto, somos los últimos. Si invertimos toda esa cantidad de dinero, todos esos miles de millones de dólares en la guerra, ¿por qué no elevamos un poco la apuesta inicial por un mundo más justo?

¿Alguna vez se ha imaginado siguiendo los pasos de Arnold Schwarzenegger, me refiero a entrar en política?

No, por favor. No tengo ningún deseo, en absoluto; pero si puedo ayudar a propagar estas ideas... Una de mis mayores frustraciones de haberme criado en Misuri era la falta de información de que disponíamos. Empezó con la falta de música. Es increíble la cantidad de música de las listas de éxitos y contemporánea cristiana que escuchaba; sin embargo, nunca oí blues, reggae, nada de eso. El flujo de información me preocupa de verdad. Podría haber hecho algo mucho antes y haber empezado a una edad mucho más temprana. Antes me cabreaba y me jorobaba no disponer de información. Ahora lo veo como algo que me educó para convertirme en un simple canal de lo establecido. Sin duda, las cosas han mejorado, porque Internet ha hecho que salte la tapadera. Pero, aun así, mire qué informativos tenemos. Mire nuestros informativos en comparación con la BBC. ¡Por favor! Insisto, esta mentalidad de consumo es lo que prevalece, y, en mi opinión, es el tiro de gracia.

Su coche es un Prius [un vehículo híbrido, con motor eléctrico y de gasolina, de Toyota, que se ha convertido en un icono en Estados Unidos entre los defensores del medio ambiente]. ¿Por qué debería la gente pasarse a un estilo de vida con menor consumo energético?

La respuesta es muy sencilla: tenemos que empezar a pensar en los ecosistemas y en las leyes de la naturaleza. Debemos superar esa mentalidad extrema de consumo, como si tuviéramos derecho a devorarlo todo. No entendemos que todo tiene un coste: lo que cuesta utilizar gas natural y petróleo para nuestros automóviles y lo que se expulsa a la atmósfera. Pero no nos planteamos ese tipo de preguntas. Sin duda es algo de lo que he tomado conciencia este último año. Cuando empiezas a poner esas cosas en una balanza, todo se vuelve mucho más sencillo y más claro. En mi caso ha sido así.

Realmente le veo cada vez más a gusto consigo mismo…

Sí, es cierto. Supongo que he conseguido aceptar mi difícil situación [risas]. La ventaja de todo ello es que estoy en el ruedo. Con eso quiero decir que estoy luchando, que me encuentro en el ojo del huracán. Hará unos cinco años me di cuenta de que estaba tan obsesionado con interpretar a personajes interesantes y a gente con una vida apasionante que me estaba olvidando de mí, de buscar mi propia vida. Eso me abrió los ojos.

¿El coste de llevar esa vida interesante es tener a los medios de comunicación encima de usted?

No estoy seguro de por qué mi imagen ha suscitado una obsesión especial entre los medios, o por qué mi vida romántica siempre es el centro de tanta atención. Pero eso no significa que no vaya a aprovechar mis oportunidades. No puedo evitar pensar en De Niro cuando dijo: "No me habéis derribado, no me habéis derribado"…

Ya no parece luchar contra esa imagen de chico guapo interpretando a personajes desolados.

Si quieren que sea guapo, lo seré. Yo no me considero un guaperas.

¿Cree que a la gente guapa todo le resulta más fácil en la vida?

Lo que debe entender es que les es más fácil llegar hasta la puerta, pero más difícil quedarse en la habitación.

¿Le gustaría hacer algún comentario sobre Angelina Jolie?

Digamos que es una mujer maravillosa, una gran actriz y muy preocupada por los problemas humanitarios.

Éste ha sido un gran año en su vida. ¿Qué ha sido lo más difícil?

Aguantar lo que esos hijos de puta están diciendo de Jen [Jennifer Aniston, su ex esposa] y de mí. Han intentado entrometerse en nuestra vida para suscitar una reacción y poder inventarse otra historia completamente sensacionalista. Buscan las peores fotos suyas que puedan encontrar, aunque sean antiguas, y confeccionan una terrible historia sobre su supuesta pérdida de peso o lo que sea, y es completamente falso. Las cosas que han dicho sobre Jen son totalmente falsas. Es lo más mezquino que he oído en mi vida. No vi esta crueldad ni siquiera en la escuela de primaria. Jen es la mujer más dulce y bondadosa que se pueda imaginar. No tiene un ápice de mala intención. Sinceramente, no me importa que me lo hagan a mí, pero aprovecharse de alguien que es la persona más agradable y dulce del mundo, y hacerlo un día tras otro, me parece despreciable… En esto pierdo el zen por completo.

La nueva película de Brad Pitt, 'Sr. y Sra. Smith', coprotagonizada por Angelina Jolie, se estrena en España el próximo viernes 19 de agosto.

Brad Pitt
Brad PittTIMOTHY WHITE

La crisis de la meningitis, por ROCÍO AYUSO

Nadie es inmune al virus de la meningitis. La única forma de evitar esta enfermedad tan común es lavarse bien las manos y evitar las picaduras de mosquito. Sencillo y a la vez inevitable. Lo mismo pasa con la crisis de los cuarenta. Llega a todos. El bautizado como "el hombre vivo más sexy" también ha tenido que lidiar con su meningitis viral, tras un viaje a Etiopía este verano con Angelina Jolie, y su crisis de los cuarenta…, aunque la convalecencia sea algo diferente. La mayor parte de los que pasan este tipo de meningitis ni se enteran. Con Pitt, es noticia. Y mientras los demás aguantan la mecha del paso de los años como pueden, Pitt, con 41, la aguanta delante de las cámaras. Y no hay una sola que no esté apuntando. Por algo la casa Heineken le escogió este año para protagonizar el anuncio de la Super Bowl (la supercopa del fútbol americano), la retransmisión de mayor audiencia de la televisión estadounidense. "Si alguien sabe de paparazzi es él, y de cervezas, también", afirma Glenn Pere, al frente de la agencia que le contrató para este anuncio de 60 segundos, donde se ve a Pitt huyendo de los fotógrafos mientras protege su bebida.

Pitt sigue corriendo, aunque cada vez con más equipaje. Salió de casa a los 22 años porque no encontraba lo que quería en su Misuri natal, y lo dejó todo, a dos semanas de su graduación como periodista -toda una ironía-, con poco más de 300 dólares en el bolsillo, en busca de Hollywood. A partir de ahí empezó a huir de la imagen de sex symbol con la que se estrenó a bombo y platillo en Thelma y Louise, pero con cada intento de afearse, de ser tomado en serio, no hizo más que avivar el fuego de esa adoración que le consume. "Cualquier otro actor con la misma calidad de Brad, pero sin sus atributos físicos, estaría mejor considerado", corrobora su amigo y director Steven Soderbergh. El caso es que Pitt lo ha intentado, incluso se ha escondido detrás de una cara magullada (El club de la lucha) o haciéndose el loco (Doce monos). Nada. Su fama de guapo oficial sigue al alza. Así que, llegada la crisis de los cuarenta, inevitable, Pitt tiene que pasarla, como la meningitis, delante de las cámaras.

"Uno espera vivir una vida extraordinaria. Una vida en la que siempre quede algo por descubrir, algo que esperas encontrar a la vez que lo arriesgas todo. No sé muy bien qué es, pero siempre queda esa punzada en la parte más remota de ti mismo que te dice: puedes sacar más partido de esto". El actor hizo estas declaraciones nada más cumplir los 40, y, a juzgar por lo recorrido en el año, ha hecho todo lo posible para que su vaticinio sea una realidad. Primero con el anuncio de su separación de Jennifer Aniston tras cuatro años y medio de un matrimonio modélico, al menos en apariencia. El resto ha sido una escalada amorosa junto a su compañera de reparto en Sr. y Sra. Smith, Angelina Jolie, al menos a los ojos de la prensa del corazón. Un romance tantas veces negado por sus protagonistas como fotografiado en la prensa, ya sea en apoyo de la película con un portafolio de 60 páginas en la revista W donde Jolie y Pitt son el retrato más perfecto del matrimonio, o para acompañar a Angie en sus diversos viajes por África, incluido el que la llevó a Etiopía para adoptar a su nueva hija, Zahara Marley. Amistad, pasión o amor por lo desconocido, eso queda a la imaginación de cada lector.

La separación de Aniston y el posible mundo que ha encontrado de la mano de Jolie no es más que una parte de su transformación al cruzar el ecuador vital. Mientras que artísticamente se ha dejado de torturar con cada elección, y en Troya, Ocean's twelve e incluso en Sr. y Sra. Smith acepta sin cortapisas su condición del más guapo de Hollywood, Pitt nunca se ha sentido más lejos de esa industria. Aparte del cine, cada vez muestra más interés por la arquitectura, su verdadera pasión. "Estoy colgado del tema". El chute arquitectónico lo recibe gracias a ese "grupo de sabios" que forman Frank Gehry, Zaha Hadid, Jean Nouvel, Greg Lynne y otros arquitectos destacados que le han invitado a formar parte de un proyecto para el renacimiento del corazón de Los Ángeles. "Son genios, pioneros capaces de redefinir cómo interactuamos, capaces de crear áreas para el encuentro", explica fascinado. También en sus 40 ha descubierto un activismo político y social desconocido en alguien que hace poco más de cinco años, al ser preguntado por la situación de Tíbet durante el estreno de Siete años en el Tíbet, respondía sin pelos en la lengua que él no era más que un "jodido actor". "Me dan el guión y yo estoy aquí para entretener". Pitt participó como nunca antes en las pasadas elecciones, para llevar a los jóvenes a las urnas y para apoyar la investigación en células madre. Además de su apoyo a ultranza para acabar con la pobreza. "Cada vez que voy a África es como ir a la escuela".

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_