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Reportaje:ARTE | Las exposiciones del año

Clásicos para cruzar fronteras

Se anunció a finales del siglo pasado el declive de las grandes exposiciones, pero lo cierto es que el esfuerzo por reunir la mayor cantidad posible de obras de un artista o tema significativo para montar una amplia muestra sigue siendo uno de los objetivos de los grandes museos. Las principales capitales del arte tienen actualmente una serie de exposiciones que no solo vale la pena visitar si se viaja ahí, sino que pueden ser motivo para desplazarse especialmente.

Si hablamos de arte, pocas cosas son tan genuinamente americanas como el expresionismo abstracto o la figuración de Edward Hopper. La siempre atractiva temporada de exposiciones neoyorquina tiene a ambos como grandes protagonistas del otoño y el invierno artístico, una espectacular oferta que se completa con la exposición que el Guggenheim neoyorquino dedica al arte europeo de entreguerras y que se podrá ver en Bilbao a partir del 21 de febrero.

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Expresionismo abstracto en Nueva York se puede ver en el MOMA hasta abril. Más de trescientas obras distribuidas en diez salas dan cuenta de un movimiento que se desarrolló entre los años veinte y cuarenta, y que convirtió Nueva York en la capital del mundo artístico. Las obras de gran formato y de impactante colorido se suceden. Jackson Pollock, Barnett Newman, Arshile Gorky, Lee Krasner, Willem de Kooning, David Smith, Joan Mitchell y Mark Rothko están ampliamente representados en una exposición realizada básicamente con el fondo de armario del museo y de algún préstamo de coleccionistas norteamericanos.

Con Edward Hopper ocurre casi como con Picasso, que no hay temporada en la que desde algún rincón del mundo se le dedique una retrospectiva centrada en el aspecto concreto de su riquísima producción artística. Si en la pasada primavera se pudo ver en Roma sus años parisienses, en esta ocasión, el Whitney Museum pone al artista en comparación con sus contemporáneos. Tiempos modernos: Edward Hopper y su época, que se puede ver hasta el 10 de abril de 2011. El escenario de todos ellos es Nueva York y sus alrededores. Las transformaciones industriales de comienzo del siglo pasado, los ferrocarriles, las gasolineras, los hoteles y la permanente soledad de los hombres y mujeres que pasean por un mundo que parece superarles. Son 80 las obras de Hopper que se muestran junto a las de los paisajistas americanos de su época; una comparación en la que Hopper sale más victorioso que nunca.

Caos y clasicismo. Arte en Francia, Italia y Alemania 1918-1936, en el Guggenheim de Nueva York, es una de las pocas exposiciones que no tira de las colecciones propias y que está armada en torno al arte que se realiza en Europa entre el final de la Primera Guerra Mundial y los prolegómenos de la Segunda. Es el arte que se hace en Francia, Italia y Alemania, aunque entre las 150 obras que se exhiben hay también obra de artistas (80 en total) de otros países. Es un tiempo que parte del horror y de las ruinas que deja la Gran Guerra. Los artistas se inspiran en los modelos de la belleza perfecta de las culturas clásicas para huir de la fealdad del mundo que les rodea. A la pintura y escultura se unen la arquitectura, la fotografía, la moda, el cine y las artes decorativas. Obras de Braque, De Chirico, Carrá, Otto Dix, Maillol, Léger, Matisse, Mies van der Rohe, Picasso, Ponti, August Sander se mezclan con las de artistas menos conocidos como Julio Bissier, Oppi Ubaldo, Herbin Auguste o Hoerle Heinrich. Dos películas de Jean Cocteau y la recuperación de una de las más polémicas cintas de Leni Riefenstahl (Victory of the Faith) cierran una exposición imprescindible.

Con todo, la propuesta más excitante está en Chelsea. Los antiguos mataderos, escenario de tantas películas de la mafia, han sustituido al Soho. Las galerías de arte y las tiendas de moda se han mudado de casa. Los nombres más prestigiosos acogen las nuevas tendencias artísticas que curiosamente están llenas de pura pintura y de nombres latinoamericanos.

Paul Gauguin es la estrella de la Tate Modern, de Londres. El "hacedor de mitos", como se subtitula la exposición (hasta el 16 de enero de 2011), una de las más visitadas de la temporada, plantea una comprensión profunda de este aventurero y artista que renovó con audacia el universo de la pintura de su tiempo. La muestra incide en detalles de su vida que con el tiempo se convierten en señales claras dentro del desarrollo de su obra. La muestra está organizada en secciones temáticas, no en una secuencia cronológica, aunque en cada etapa se aportan datos elocuentes de su vida. Si se visita esta exposición se puede aprovechar para echar una mirada a la comentada instalación del chino Ai Weiwei, con millones de semillas de girasol hechas de porcelana y pintadas a mano una a una.

La Tate Liverpool acaba de inaugurar otra exposición, abierta hasta el 13 de marzo de 2011, para la que vale la pena el viaje. Se trata de una gran retrospectiva del coreano Nam June Paik (1932-2006), uno de los padres del arte tecnológico. Sus videoinstalaciones, para las que solía utilizar televisores de viejos modelos, siguen teniendo el loco encanto y humor de cuando fueron creadas.

En París quien manda es Claude Monet con la gran exposición que se le dedica en el Grand Palais, hasta el 24 de enero de 2011. Una muestra que se ha convertido en el éxito de la temporada porque reúne obras que permiten rastrear todas las etapas de su carrera desde la década de 1860 hasta sus últimas pinturas, la serie de las Nymphéas. Al igual que en la de Gauguin, el recorrido por estas salas permite reconstruir la asombrosa evolución de unas ideas y enfoques algo dubitativos hasta el terreno más sólido de un estilo propio.

Pero quizá a muchos les resulta más atractiva alguna de las propuestas del Centro Pompidou, que concentra ahora varias muestras interesantes. Quizá destaque la de Mondrian-De Stijl, hasta el 21 de marzo de 2011, un recorrido cruzado que analiza los trabajos del artista holandés durante su estancia parisiense entre 1912 y 1938, a la luz de este movimiento esencial del modernismo europeo en el que participó. El Pompidou alberga simultáneamente las exposiciones de Nancy Spero (hasta el 10 de enero de 2011), Gabriel Orozco (hasta el 3 de enero de 2011) o Arman (hasta el 10 de enero de 2011).

Soir Bleu (1914), de Edward Hopper.
Soir Bleu (1914), de Edward Hopper.

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