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Crítica:Arroyo / Gordillo / Socías CA-RO-TA | ARTE / EXPOSICIONES
Crítica
Género de opinión que describe, elogia o censura, en todo o en parte, una obra cultural o de entretenimiento. Siempre debe escribirla un experto en la materia

Complicidades

Los fotógrafos no se conforman con plasmar imágenes de la realidad, desde los orígenes de su arte han ingeniado infinidad de procedimientos para transformarla, uno de ellos consiste en obligar a los retratados a adoptar posturas o representar papeles insólitos, así, la imagen colectiva de algunos grandes personajes ha quedado fijada para la historia con un gesto o un guiño forzado por el autor de la fotografía. El fotógrafo Jordi Socías ha convencido a los pintores Eduardo Arroyo y Luis Gordillo para que se disfracen de payasos y realizar con ellos una serie de retratos que, sin duda, fijarán la imagen que tenemos de ambos. Para ello, cada uno de los dos pintores ha elegido la máscara tras la cual se presenta. Arroyo es el clown clásico de cabeza blanca, nariz roja y grandes rasgos faciales negros. Gordillo ha elegido colocarse una careta que muestra su propia cara a la que ha añadido unas orejas azules a lo Mickey Mouse. Los dobles retratos de ambos artistas son espléndidos y ellos están clavados en los papeles que representan tras sus máscaras.

Arroyo / Gordillo / Socías CA-RO-TA

Galería Ivorypress

Comandante Zorita, 46. Madrid

Hasta el 5 de noviembre

La máscara, desde las antiguas tragedias de la Grecia clásica, es el recurso escénico para que el actor muestre las pasiones a las que está sometido el personaje que representa. Quien porta la máscara ha adquirido no sólo la apariencia sino la personalidad del otro y se ve arrastrado hacia unos acontecimientos y situaciones que están predeterminados por el papel trágico o cómico que interpretan. El término "máscara" hace referencia al fantasma, a la apariencia externa, pero la máscara, como objeto, suele tener también el propósito de ocultar la identidad de quien la porta, de manera que la máscara protege la verdadera personalidad ocultándola sobre apariencias alienadas. ¿Quiénes son los pintores que se ocultan bajo la apariencia de payasos?

Sin duda, Jordi Socías es un personaje enormemente persuasivo, pero creo que no ha debido ser difícil convencer a Arroyo y a Gordillo para que construyan sus caretas y muestren sus "carotas", que es la palabra con la que se presenta la exposición. No lo ha debido ser ya que ambos artistas tienen una larga trayectoria en la representación de personajes. Luis Gordillo empezó en los primeros años sesenta introduciendo en sus cuadros rasgos faciales que terminaron convirtiéndose en unas series de cabezas de gran tamaño en las que los rasgos aparecían dislocados y despersonalizados; también se ha servido de la fotografía y ha jugado con su propia imagen. Por su parte, Eduardo Arroyo ha dedicado buena parte de su trabajo al retrato, explotando en forma caricaturesca los rasgos de los más diversos personajes, desde sus controvertidos Cuatro dictadores (1963) hasta sus retratos de toreros, boxeadores y luchadores, como el célebre mexicano Fantômas, que luchaba encapuchado sin que jamás se llegara a saber su verdadera identidad. En la exposición se muestran, además de las fotografías de Socías, obras de ambos artistas donde las figuras aparecen enmascaradas o veladas.

Luis Gordillo (izquierda) y Eduardo Arroyo, fotografiados por Jordi Socías para CA-RO-TA.
Luis Gordillo (izquierda) y Eduardo Arroyo, fotografiados por Jordi Socías para CA-RO-TA.

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