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Reportaje:

La política arrincona al fútbol vasco

La federación autonómica suspende el partido de su selección por la negativa de los futbolistas a jugar como Euskadi en lugar de Euskal Herria, un plantón secundado por la izquierda radical

El partido Euskadi-Irán, previsto para el martes 23 de diciembre, no se jugará por decisión de los futbolistas que exigían a la federación vasca, organizadora del acontecimiento, que la selección se llamara Euskal Herria y no Euskadi. La federación anunció ayer que el partido había sido suspendido por la negativa de ese colectivo de futbolistas, tras una reunión el miércoles en Durango (Vizcaya) en la que no se consiguió el acuerdo final. Ésta será la primera vez desde 1993 en que la selección vasca no dispute el tradicional partido de Navidad que unía la reivindicación de las selecciones autonómicas con la denominada "fiesta del futbol vasco". La selección vasca debutó en 1937 contra el Racing de París. En total ha jugado 50 encuentros entre ese año y 1939 (incluso en México), y desde 1979 hasta 2007, cuando se midió a Catalunya en San Mamés.

El matiz del nombre no es inocente. La apuesta es algo más que simbólica
Los jugadores ganaron el año pasado una batalla que ahora no piensan perder
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El matiz de llamarse selección de Euskadi o de Euskal Herria no es un dato inocente en el País Vasco. Euskal Herria (Pueblo Vasco en euskera) es la denominación política que Herri Batasuna adoptó tras el pacto de Lizarra para referirse a lo que en el nacionalismo tradicional se denominaba Euskadi, y que incluye a las tres provincias vascas (Álava, Guipúzcoa y Vizcaya), Navarra y las tres provincias francesas (Lapurdi, Zuberoa y Behe-Nafarroa).

La apuesta de los futbolistas era, pues, algo más que simbólica. Su decisión de exigir la denominación de "selección de Euskal Herria" (hasta ahora un concepto cultural) venía a reforzar las tesis de la izquierda radical abertzale frente al resto de la sociedad vasca. Hasta 160 futbolistas (todos los del Athletic, entre ellos) y ex jugadores firmaron un manifiesto propuesto por la plataforma por el reconocimiento internacional de la selección vasca, ESAIT, ligada al mundo radical. Éste partía con ventaja, por cuanto el año pasado la federación vasca asumió la denominación de Euskal Herria para enfrentarse a la selección de Catalunya. La Declaración de San Mamés, en apoyo del reconocimiento internacional de las selecciones y firmada sobre el césped por Miren Azkarate (portavoz del Gobierno vasco y consejera de Cultura), Josep Lluis Carod Rovira (vicepresidente, entonces, de la Generalitat catalana) y Ánxela Bugallo (consejera de Cultura de la Xunta gallega) ratificó el paso dado por el entorno radical de redefinir a la selección de Euskadi (que venía compitiendo con ese nombre desde 1937). La decisión fue contestada incluso desde el nacionalismo que, sin embargo, colaboró en aquel acto.

Los jugadores y ESAIT ganaron una batalla que ahora no estaban dispuestos a perder. El hecho de jugar contra Catalunya añadía un componente emocional a una cita que desde dichos sectores siempre se había considerado más reivindicativa que festiva. La federación cedió entonces y este año se ha encontrado a un colectivo dispuesto a defender el terreno conquistado.

La última reunión, con el Gobierno vasco de intermediario, no solventó el problema. Los jugadores insisten en su postura y la federación quiere volver al pasado. En ese debate, la cuerda se ha roto, impidiendo el partido, lo que le supondrá a la federación vasca una indemnización a la selección iraní de 150.000 euros.

Los jugadores no se pronunciaron ayer, mientras ESAIT anunciaba para hoy una conferencia de prensa "junto a otras formaciones políticas" y animaba a secundar la manifestación del 27 de diciembre en Bilbao por el reconocimiento internacional de la selección vasca.

El debate político está servido y la fractura nacionalista es evidente. EA, que comparte gobierno con el PNV, se alinea con los independentistas. Unai Ziarreta, presidente de EA, considera que el nombre de Euskadi "no responde al deseo de la mayoría de la sociedad vasca". Para el PNV, "han ganado todos aquellos que no quieren que Euskadi tenga una selección propia". Y para el PP vasco, los jugadores "han cedido a la extorsión de Batasuna". La política ha tumbado al fútbol.

Los jugadores de las selecciones vasca y catalana, con una pancarta reivindicativa de su reconocimiento internacional, en el Euskal Herria-Catalunya del año pasado.
Los jugadores de las selecciones vasca y catalana, con una pancarta reivindicativa de su reconocimiento internacional, en el Euskal Herria-Catalunya del año pasado.TXETXU BERRUEZO

Diario del conflicto

- Antecedentes. La selección vasca ha jugado 50 partidos entre 1937 y 1939, y entre 1979 y 2007.

- Denominación. Tras jugar siempre como Euskadi, la federación vasca permitió el año pasado jugar como Euskal Herria ante Catalunya.

- Manifiesto. Los gobiernos vasco, catalán y gallego firmaron en 2007 la Declaración de San Mamés, en el que reclamaban el reconocimiento internacional de sus selecciones.

- Politización. Ante el uso político del partido contra Catalunya, la federación impone ahora el regreso al nombre de Euskadi.

- "No jugamos". 160 futbolistas firmaron un manifiesto contra la decisión y se niegan a jugar. El partido ante Irán del martes 23 se suspende.

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