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Tentaciones
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Reportaje:CINE

FILMAD, FILMAD, QUE EL MUNDO SE ACABA

EL 5 de agosto de 2004, la agencia Reuters anunciaba que el Gobierno de Estados Unidos iba a consultar a varios guionistas de Hollywood para saber qué harían ellos (desde un punto de vista estrictamente creativo) si fueran terroristas o pensaran atacar el país. "Bien hecho", pensaron algunos, "¿quién mejor que los plumillas del cine para saber cómo destruir ciudades, países y continentes enteros?". A ellos les debemos ratas descomunales, virus, meteoritos, cataclismos, monstruos gigantes, insectos mutantes, alienígenas malintencionados... Pero también existen otras pruebas palpables de que el fin del mundo, vía económica, bélica o terrorista, acecha al ser humano. Documentales recientes como Zeitgeist, TerrorStorm o Endgame (que no son nada marginales, han tenido millones de espectadores al estar colgados gratuitamente en Internet y se pueden comprar en una página web tan poco subversiva como Amazon) han enseñado a los grandes estudios que lo de destruir la Tierra (o, como mínimo, intentarlo) sigue siendo provechoso. Así pues, nos espera un 2009 lleno de horror y caos, la excusa perfecta para engullir palomitas un viernes por la tarde.

"A la población le encanta ver cómo el planeta se va a la mierda", según palabras del profeta y director de cine Roland Emmerich, uno de los grandes expertos en cargarse a todo bicho viviente cuando se trata de aniquilar en pantalla grande. Ahí quedan Independence day, Godzilla, El día de mañana y, próximamente, 2012. "Ya sé que dije que no volvería a hacer películas de catástrofes, pero la idea es tan increíble que creo que vale la pena volver a intentarlo", declaraba Emmerich en Firstshowing.net a propósito de esta última, que ha despertado una auténtica ola de pánico en EE UU, donde los foros se han llenado de teorías sobre el juicio final, mientras muchos iluminados ya preparan sus búnkeres y acumulan comida. 2012 teoriza (a lo hollywoodiense) sobre el año en que los mayas situaban el final de su calendario, y que algunos interpretan como un aviso astrológico que —alineación de todos los planetas mediante— provocará una catástrofe cósmica que no dejará títere con cabeza: "Si pones 2012 en Google te salen 240 millones de páginas, da miedo, ¿no?", se relame Emmerich. De momento, los amantes del Apocalipsis en alta resolución pueden admirar ya, online, el teaser (o tráiler primerizo) donde se ve a un monje budista corriendo hacia un monasterio por las montañas; una vez allí, coge un gran tronco, que golpea contra una gigantesca campana, a modo de aviso. Lo siguiente que el espectador ve es una ola que se eleva por encima de la —se supone— cordillera del Himalaya, llevándose por delante el monje, el tronco, la campana y, naturalmente, el monasterio. Todo ello aderezado con el mensaje: "¿Cómo prepararían los Gobiernos a 6.000 millones de personas para el fin del mundo?". Ellos mismos se contestan: "No lo harían".

Extraterrestres con ganas de fiesta. "Estaba hablando por teléfono con mi agente mientras miraba una foto vía satélite de Nueva Orleans [tras el huracán Katrina] en la portada del LA Times, y pensé: hemos llegado a un punto en el que la hemos cagado tanto que este padre universal va a venir a aplastarnos", afirmaba a la revista Total film David Scarpa, creador del guión de la nueva versión de Ultimátum a la Tierra, donde el detonador para la explosión definitiva proviene de otra galaxia y tiene la jeta de Keanu Reeves. Su personaje, Klaatu, es menos comprensivo que en el clásico de 1951 y se carga unos cuantos edificios para que quede claro que para él lo de fulminarnos es un juego de niños. La propia Jennifer Connelly, que retoma el papel de Patricia Neal en el original, advertía del peligro actual: "La humanidad tiene que recapacitar sobre lo que está pasando".

Tampoco en La carretera, adaptación de la novela de Cormac McCarthy, que se estrena en primavera, se quedan cortos: en un mundo arrasado por un holocausto indeterminado, un padre y su hijo tratan de sobrevivir a las hordas de caníbales y otras lindezas por el estilo. A la cabeza del reparto, Viggo Mortensen, quien no ha querido explicar mucho de la película, excepto que "hay muy pocos diálogos"; quizá porque el silencio es mucho más apropiado para ocasiones como éstas.

En otro plano más comercial, donde la tragedia apenas se oye por culpa de las explosiones, se encuentra Terminator salvation. La acción esta vez se sitúa en un mundo arrasado por Skynet, la supercomputadora asesina, con John Connor (otro papelón para el hiperactivo Christian Bale) tratando de organizar la resistencia: "Combatimos en medio de la radiación, en un paisaje arrasado por las bombas nucleares y contra un enemigo implacable que no necesita descansar", comentaba un taciturno Bale en Barcelona con ocasión de la presentación de El caballero oscuro. El actor consideraba entonces el Apocalipsis "una posibilidad cercana tal como se están haciendo hoy día las cosas".

Pulsos, zombies y sangre a borbotones. Otro que se frota las manos con el final de los tiempos es Eli Roth, orgulloso responsable de las dos entregas de Hostel: "Veo el pulso por todas partes: en restaurantes, en cines, en eventos deportivos... Todos esos sitios donde la gente te vuelve loco hablando por el móvil. Veo el Armagedón total. Gente enloqueciendo, todos matándose a la vez, en todo el mundo. Coches chocando unos con otros, apuñalamientos, gargantas degolladas...". Roth se refiere a la adaptación (que, al parecer, va a acometer) de la novela de Stephen King Cell, donde una señal enviada a través de los teléfonos móviles (el pulso) convierte a la mayor parte de la población en zombies con ganas de guerra.

Y no se acaba aquí la cosa, ni mucho menos. Pronto veremos también Watchmen, posiblemente la mejor novela gráfica de todos los tiempos, con su propia versión del juicio final (a manos de un experto, Zack Snyder, que ya dejó huella con la magnífica El amanecer de los muertos); Chrysalis, basada en un relato corto de Ray Bradbury, sobre un grupo de científicos tratando de conservar la vida vegetal tras la tercera guerra mundial; Autumn, sobre un virus que arrasa la Tierra y deja a los supervivientes en manos de una marea de zombies; Mutant chronicles, sobre un planeta arrasado por el apetito de las grandes corporaciones; o la esperadísima World War Z, adaptación de la impresionante novela de Max Brooks relatando la victoria de la humanidad sobre la epidemia zombi, que dirigirá Marc Forster (Quantum of solace)... Si será cool esto del fin del mundo que hasta la influyente revista Wired le dedica una mirada en su último número con el somero título de Postapocalypse now. Así pues: a destruir se ha dicho, que las modas están para seguirlas.

Ultimátum a la Tierra se estrena hoy en España.

Responsables de efectos especiales en la original de 1951, cinco. Responsables en la versión de <i>Ultimátum a la Tierra</i> que se estrena hoy, 350. Busquen las diferencias, empezando por la nave de Klaatu cuando aterriza en Washington.
Responsables de efectos especiales en la original de 1951, cinco. Responsables en la versión de Ultimátum a la Tierra que se estrena hoy, 350. Busquen las diferencias, empezando por la nave de Klaatu cuando aterriza en Washington.

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