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Crítica:LIBROS | NARRATIVA
Crítica
Género de opinión que describe, elogia o censura, en todo o en parte, una obra cultural o de entretenimiento. Siempre debe escribirla un experto en la materia

Fiesta en una botella

Narrativa. Los cuentos de John Collier (1901-1980) son mucho más que bromas macabras. En el posfacio de este libro, Ray Bradbury le compara a Saki, con razón; yo añadiría como punto de referencia ciertos relatos de O'Henry en los que el costumbrismo amable adquiere perfiles pérfidos. Pero Collier tiene voz propia, un estilo ocurrente y sutil que llega muy bien en la brillante traducción de Daniel Gascón. No hay espacio en esta reseña para hablar con justicia del personaje Collier, un británico anclado en Los Ángeles que dejó una huella singular en Hollywood: inspiró la legendaria película de Corman La pequeña tienda de los horrores y escribió él mismo el guión de tres filmes memorables y muy distintos entre sí, Sylvia Scarlett de Cukor; Soy una cámara, la adaptación de la novela de Isherwood, y, sobre todo, El señor de la guerra, de Schaffner, que mantiene su hechizo en el recuerdo. Por si fuera poco, tres de los relatos incluidos en Fiesta en una botella dieron pie a episodios de la serie Alfred Hitchcock presenta, dos de ellos dirigidos por el propio maestro. Como narrador, Collier se mueve especialmente bien entre seres macabros, aunque no desprovistos de dulzura, y por sitios encantados donde es posible vivir una segunda vida quimérica. Así sucede en el cuento que da título al libro, con su contumaz protagonista enfrascado, y en 'Onagra', la historia de un romance entre las figuras de unos grandes almacenes. Pero la felicidad nunca es completa. La sombra del fracaso acecha, tanto a los desaprensivos, como el desdentado sobrino del magnífico 'Otra tragedia americana', como a los matrimonios en apariencia felices; son devastadores en su crueldad conyugal, un tema que se repite, 'Por el seguro', 'Azul oscuro' y una de las piezas maestras del autor, 'De mortuis'. Y luego están los cuentos góticos y demoniacos, aunque los hechiceros y demonios de Collier sean señores más bien ponderados, como el vendedor de filtros mágicos de 'El aperitivo' y el Lucifer que contrata como superintendente a un joven "invariablemente despreciado por las chicas" en el célebre 'El diablo, George y Rosie', con su ingenioso final de burla al diablo.

Fiesta en una botella

John Collier

Traducción de Daniel Gascón

Prólogo de Fernando Iwasaki

Posfacio de Ray Bradbury

Contraseña. Zaragoza, 2011

200 páginas. 16,50 euros

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