Pagando por ello: memorias en cómic de un putero

Es difícil que una obra de Chester Brown deje indiferente. Desde la peculiar introspección autobiográfica de Nunca me has gustado a la reflexión sobre el nacionalismo de Louis Riel, Brown ha ejercido de provocador involuntario con reflexiones tan arriesgadas como lúcidas. Una forma de entender la creación que alcanza posiblemente su máximo nivel de desafío con Pagando por ello, donde el autor se confiesa habitual de los servicios de sexo de pago para lanzar una elaborada argumentación sobre la prostitución que deja el debate más allá del aspecto moral o legal, entrando directamente en la propia esencia de ese edificio formal llamado amor que la sociedad ha construido durante milenios alrededor del sexo, las relaciones personales y la reproducción. Un reguero de balas envenenadas con inteligencia que es difícil esquivar sin caer en contradicciones o generalidades manidas.