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Crítica:
Crítica
Género de opinión que describe, elogia o censura, en todo o en parte, una obra cultural o de entretenimiento. Siempre debe escribirla un experto en la materia

Paprika

Paloma Llaneza

Atalanta sigue apostando por el "gurú de la metaficción japonesa" con Paprika. Ya habíamos disfrutado con Hombres Salmonela en el Planeta Porno y Estoy desnudo, en los que cuenta con momentos memorables como el de la caza y captura de un pobre fumador o la tragicómica historia de un ejecutivo japonés obligado a desposeerse de su ropa mientras una descomposición intestinal le convierte en un cacho de carne exhausto que deambula por Tokio.

Así es Tsutsui, irreverente con los principales tabúes japoneses, apasionado de la ciencia y un gran conocedor de los envoltorios de la mente, como demuestra en Paprika, obra que ubica en el ficticio Instituto de Investigación Psiquiátrica de Tokio. Paprika es una aniñada detective, menos oscura que la Trinity de Matrix, que se infiltra en los sueños de la clase alta japonesa para curarles sus miedos. Esta personalidad que adopta para la terapia onírica oculta a la psiquiatra Atsuko Chiba candidata al Nobel por la invención de unos dispositivos que permiten infiltrarse en los sueños de los esquizofrénicos.

Paprika

Yasutaka Tsutsui

Traducción de Jesús Carlos Álvarez

Atalanta. Girona, 2011

420 páginas. 23 euros

De la algo tediosa primera parte de la novela alcanzamos a comprender que la mezquindad y las envidias no son de nuestro patrimonio exclusivo, y que, en el origen de las extrañas enfermedades mentales que parecen contagiar al personal del instituto, pudiera estar implicada una extraña secta. El deseo de precisión científica y cita de fuentes resta energía al relato y lo confina, por momentos, a ser un mero vehículo de las filias de Tsutsui. Así, entre peleas por el poder y discusiones éticas sobre una tecnología que permite hacer que los sueños se hagan cuerpo mortal y creen interferencias, transcurren las primeras 200 páginas, que no sólo sirven para presentar a los actores de esta tragicomedia sino para demostrar sus conocimientos sobre enfermedades mentales tabú en el Japón de 1993 como el panic disorder o la depresión.

Sobre la entrada en los sueños, sobre los sueños que se sueñan dentro de otros sueños y sobre cómo realidad y sueño se confunden y se mezclan trata la segunda parte de Paprika, constituyéndose, así, en el antecedente absoluto de la trilogía Matrix o de Inception, película dirigida por Christopher Nolan en 2010, tributarias ambas del tratamiento que de los sueños y de sus fronteras con la realidad realiza Tsutsui. Es esta parte donde recuperamos al Tsutsui que nos entusiasmó en Hombres salmonela..., con su juego de absurdos de envoltorio yeyé, que grita desde la resistencia del humor contra una sociedad encorsetada pero internamente desmadrada.

Tsutsui ha obtenido casi todos los premios literarios de Japón y, precisamente debido a su espíritu libertario y surreal, se ha convertido en un autor de referencia del mundo manga y anime. De hecho, el alto contenido visual de Paprika la convirtió en perfecta candidata para su adaptación al género de anime, lo que resultó en la película de animación homónima dirigida por Satoshi Kon y estrenada en 2006 en el Festival de Venecia.

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Sobre la firma

Paloma Llaneza
Es abogada, ensayista e ikebanaka. Licenciada en Derecho por la Universidad Complutense y Diplomada en Altos Estudios Europeos por el Colegio de Europa en Brujas Lleva ejerciendo como abogada, auditora y redactora de estándares en España, Europa y EEUU. Autora de ‘Datanomics’ (Planeta- Deusto) y la novela ‘Apetito de riesgo’ (Libros.com)

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