Rosas, restos de alas y otros relatos
Narrativa. Cuando en 2008 se publicó Rosas, restos de alas (La Fábrica), primera novela de Pablo Gutiérrez (Huelva, 1978), con la que obtuvo el Premio Tormenta, esta consiguió atención y elogio de lectores y crítica, pues la narración desprendía un magnetismo del que era difícil sustraerse. El hábil manejo del autor con los elementos de la narración: la aventura de recordar, ser en el presente y en el pasado, esa sensación de estar regresando siempre a la meta de salida y la excelente simbiosis de sarcasmo y pequeñas e intransferibles angustias, convirtieron Rosas, restos de alas en un hallazgo. Ahora, la editorial Lengua de Trapo nos ofrece la posibilidad de una nueva edición a la que acompaña un prólogo del autor y seis relatos nada desdeñables que refuerzan la idea de que Pablo Gutiérrez merecía ser señalado por la revista Granta como uno de la veintena de mejores escritores jóvenes. Sus cuentos no son ajenos al espíritu libre de Rosas, restos de alas, pues estos son ora extravagantes, algunos un poco raros, ácidos también, y acompañados por ese irrenunciable vértigo narrativo que el autor imprime a sus narraciones como si quisiera que su letra alcanzara la velocidad de la luz. Además, están los golpes certeros de negritud y amargura que habitan las alborotadas narraciones. Pablo Gutiérrez posee una capacidad especial para mostrar a unos protagonistas siempre acelerados, no sólo por sus maneras sino también por su singular mirada hacia los demás. También observo tradición en sus cuentos. Veo a un romántico en el desnortado personaje de 'La fiebre y el resto', y en la protagonista de 'Origami' está la fragilidad y la determinación de personajes femeninos con ecos de otros tiempos. Y qué decir de 'Los malditos', con esa sensación de desasosiego y un punto de terror de los clásicos del género. No se pierdan a Pablo Gutiérrez.
